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La paz y las reformas socioeconómicas

23 de septiembre de 2002

CARLOS A. LOZANO GU1LLÉN.-No es convocando la mano dura contra la insurgencia como se va a restablecer la paz en Colombia. Los voceros del régimen, incluyendo los representantes del Estado y los empresarios que se lucran del sistema dominante, le sacan el cuerpo al problema crucial de las reformas de fondo. Es necesario reconocer la responsabilidad que tienen nuestras anquilosadas instituciones en las causas políticas, sociales y económicas del conflicto. Hay que crear un orden social más justo e equitativo, en lugar de seguir dirimiendo autoritariamente los problemas sociales en favor del capital.

EL TIEMPO.-El Establecimiento debe reconocer la responsabilidad que le corresponde en la presente crisis y estar dispuesto a asumir los costos de una solución de fondo. Se precisan cambios drásticos en la distribución del ingreso, del acceso a la educación y la salud, del anticuado régimen tenencia de la tierra agravado recientemente por los acaparamientos de los narcos, patrocinadores de los paramilitares.

BRUCE MICHAEL BAGLEY. -Con acuerdos de paz o sin ellos, Colombia deberá adoptar costosas reformas socieconómicas para restablecer la legitimidad del Estado y evitar el flujo de reclutas hacia las filas rebeldes. Aun si el gobierno opta por la guerra, la violencia no terminará mientras no se adopten las reformas que remuevan las causas del conflicto. Por más apoyo internacional que haya, serán los colombianos quienes tendrán que patrocinar y pagar los pasos necesarios para erradicar la violencia.

NICANOR RESTREPO SANTAMARÍA.-E1 sector empresarial ha ayudado a financiar el proceso a través de los bonos de paz. Además de eso, ha apoyado una serie de reformas tendientes a modernizar el Estado, impulsar la economía, redistribuir el ingreso, adoptar una política agraria integral y ampliar y mejorar la educación.

ARTURO ALAPE.-En el orden de las reformas socioeconómicas, el gobierno no tiene nada que ofrecer si no está dispuesto a cambiar el actual modelo económico con sus políticas neoliberales.

RUDOLF HOMMES.-Abandonar las políticas neoliberales, como lo propone también Serpa, es cosa fácil; para eso no es necesario pelear en los montes ni f?nanciarse con las drogas, como no lo hace Serpa. Las Farc quieren que se cambie el modelo económico. No deberían hacerse concesiones de esta magnitud para lograr tan sólo una tregua, pero sí para lograr la paz. Las piadosas declaraciones de Nicanor Restrepo y las del editorialista de El Tiempo señalando que es necesario hacer cambios políticos y económicos podrían servir de base para concebir una política económica aceptable para el Establecimiento y de mayor alcance social que las propias propuestas de las Farc. Algunas de estas propuestas (como el seguro de desempleo y la nacionalización de empresas que antes eran oficiales) no sólo son limitadas en su alcance social sino equivocadas en términos de racionalidad económica. Los guerrilleros no saben de economía; deberían conseguir asesores en este terreno.

[Este consejo, todavía más justificado a la luz de otras formulaciones de las Farc, no es el primer favor que Hommes les hace a éstas. El revolcón neoliberal, del que él fue protagonista, le dio un dramático impulso a la descomposición del campesinado. E1 área de cultivos transitorios, que son en general los menos tecnificados, se redujo en casi un millón de hectáreas en los años 90, lo que favoreció notablemente las oportunidades de reclutamiento guerrillero.]