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Final de la Champions

La relatividad del Fútbol

En la final de la Champions League, jugada en París y donde el Barca logró su segunda corona europea, había una historia, en cuatro minutos se escribió otra.

18 de mayo de 2006

La frase de Valdano, en el libro Apuntes el balón, “Noventa minutos de esfuerzo sirven para empatar. Un segundo de talento para ganar”, se aplica perfectamente a la final de la Champions League, jugada en París y donde el Barca logró su segunda corona europea. Faltando 14 minutos había una historia, en cuatro minutos se escribió otra.

Hasta el minuto 76, el despliegue físico y táctico de los dirigidos por Wenger tenía controlado el reconocido juego catalán. Pero justo en ese minuto apareció la practicidad de Larsson, que sumada a la definición de Etoo, contribuye al empate. Cuatro minutos después la capacidad ofensiva de Belleti terminó con la ilusión inglesa, dos a uno y fin de la trama.

Corría entonces el minuto 80. En adelante, fue todo para el Barca, hizo su juego, rotó el balón y lo durmió en continuos pases. Aunque al frente estaba un señor equipo, eso si ya desgastado, porque desde el minuto 18 de la primera parte, jugaba con 10 ante la justa expulsión de Lehman, no hubo reacción inglesa.

Claves del Partido

Clave uno: El partido pudo haber sido otro. Los primeros 15 minutos fueron del Arsenal, Valdés impidió a Henry marcar en lo que mejor sabe hacer el francés cara a cara con el arquero. Pero en el 18 un pase genial de Ronaldinho, deja a Etoo solo frente a Lehmann, último hombre, falta sobre el camerunés, gol anulado a Guly. Error del juez, el gol era válido y expulsión del arquero alemán. Pero a lo mejor consideró Hauge que era demasiado castigo al equipo que mandaba en la cancha y anuló el gol. De todos modos, una final de Champions jugarla con 10 hombres desde el minuto 18, era otorgar demasiada ventaja.

Clave dos: Rijkaard hace al inicio un planteo poco usual, Ronaldinho al centro y Etoo a la izquierda, ninguno funcionaba, aparte de que el medio campo era superado por los ingleses.

La ventaja de un hombre de más no se nota en el partido. Minuto 36: falta inexistente pitada a Puyol, cobra Henry y Oleguer descuida a Campbell, golazo del Arsenal. Situación de ensueño para Wenger, cuidar el resultado y contragolpear.

Clave tres: Los relevos de Rijkaard dieron resultado. De los pies de Iniesta nació el primer gol, pase a Larsson y éste -como con un guante- se la sirve a Etoo. Segundo gol, combinación Larsson- Belleti, define el brasileño. Los dos goles llegaron de la banca. ¿ Se puede pedir más?

Clave Cuatro: Dos oportunidades claras tuvo Henry, una en el minuto 3 y otra en el 67. En ambas fue más fallo del delantero que virtud de Valdés, pero lo que no cobras te lo cobran.

Clave Cinco: Hecha la tarea de ponerse en ventaja y justo cuando solo faltaban 10 minutos, era cuestión de control del balón. Los gestos de Wenger en el banco y de Henry en el campo, en el segundo gol de los catalanes, lo decía todo. A esas alturas del partido, no había fuerzas para buscar la remontada.

Colofón: En esta oportunidad la genialidad le ganó a la táctica. Ronaldinho no fue tan brillante, pero allí radica el poder del Barca, en los pies de tres suplentes, se encontró la solución a un partido sin brillantez y que hasta el minuto 76, estaba más del lado inglés.

Lo dijo Bianchi: “las finales no hay que jugarlas bien, hay que ganarlas”. Eso hizo el Barca ganar.

Bicampeonato de Liga para los “azulgrana” y doblete en el 2006 con Liga y Champions, están construyendo historia, tienen juventud y el listón es superar al equipo de Cruyff. Y a su favor cuenta que les faltó Messi y Xavi.

A lo mejor en los 90 minutos, no se hizo justicia con el Arsenal, porque no existió una superioridad manifiesta, pero el ingenio solo requiere de un segundo.


Rubén Darío López C.