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ORDEN PÚBLICO

Las autoridades señalan a las Farc por la racha terrorista que mantiene en vilo a Cali

Desde el domingo pasado los caleños se sienten acorralados pues no paran los ataques de las milicias de este grupo guerrillero. Este martes estallaron dos petardos y otro fue desactivado.

Fabio Posada
21 de noviembre de 2006

Un petardo de bajo poder estalló a las tres de la tarde en la avenida Sexta, cerca a una tienda de Blockbuster. Otro detonó a pocas cuadras de allí, en cercanías de una sucursal del Banco de Occidente en la avenida Estación, y uno más fue desactivado en el mismo sitio. Los tres hechos ocurrieron en un exclusivo sector comercial al norte de la ciudad y aunque no se han presentado víctimas mortales, de acuerdo con la primera información entregada por las autoridades, llenan de temor a los caleños, quienes desde tempranas horas de la tarde de este martes vaciaron las calles, buscando refugio pues temen que la situación empeore.

Estos tres petardos se suman a igual número de explosivos que fueron detonados en la noche y madrugada del lunes y a las dos bombas que fueron detonadas a control remoto durante el fin de semana pasado. El número de policías asesinados por atentados con explosivos y el llamado Plan Pistola, asciende a diez con los atentados del fin de semana. Esta oleada comenzó el 16 de febrero de este año cuando una carretilla bomba estalló frente a las instalaciones de la Sijin, allí sólo murió el caballo. En agosto otra bomba fue instalada en la estación policía de El Vallado. Cinco policías y un civil murieron.

La actual escalada terrorista fue atribuida a las milicias urbanas de las Farc por el coronel José Roberto León Riaño, comandante de la policía Metropolitana de Cali. Según el oficial los atentados son una revancha de la subversión por las capturas de importantes miembros de las Farc, que ésta fuerza ha realizado. Por su parte, el director general de la policía, general Jorge Daniel Castro, quien estuvo de visita ayer en la ciudad, mientras anunciaba la llegada de 200 uniformados para reforzar la seguridad de Cali, explicó que existe una alianza perversa entre milicianos y bandas delincuenciales para intentar desestabilizar a la capital del Valle. Ofreció una recompensa de 50 millones de pesos para quienes den información que sirva para capturar a los autores de los atentados y anunció que se va a distribuir un volante, en el que la gente podrá ver el rostro de los guerrilleros que conforman las milicias.
Los atentados de las últimas 48 horas, sumados a los 18 automotores de servicio público incendiados en el último mes, son pruebas suficientes que demuestran que las Farc han puesto en marcha un enérgico plan para desestabilizar el orden público en la Sultana del Valle. Algo que opaca la reducción del 27 por ciento de los homicidios alcanzada este año y que pone en jaque las políticas de seguridad que desarrolla la administración local, en especial cuando los expertos advierten que en algunas zonas de Cali se puede estar incubando un fenómeno parecido al que sufrió Medellín con su tristemente celebre comuna 13.

Pero más grave que la racha terrorista que llena de incertidumbre a los caleños, es la lentitud del concejo y la alcaldía para discutir el Plan Maestro de Seguridad. Proyecto presentado por el coronel León Riaño, que define las líneas de acción para mejorar las condiciones de seguridad en Cali durante los próximos cuatro años. La disculpa de la administración municipal y los concejales radica en que el plan maestro fue estimado en 200.000 millones de pesos, monto que supera con creces los recursos que la ciudad invierte actualmente en el tema.

Los caleños reclaman de sus autoridades actitudes responsables y acordes con las amenazas que imponen la guerrilla, el narcotráfico y la delincuencia común. En esa dirección, y buscando el acompañamiento permanente de la Nación, el municipio debe liderar una respuesta contundente, en caso contrario, Cali quedará a merced de los violentos.