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EL AÑO DE LA VERDAD

Las trampas a la reinserción

Sergio Fajardo, alcalde de Medellín, reconoce que los desmovilizados de las AUC no han jugado limpio en el proceso de reconciliación. Le hicieron trampas de fondo en Medellín

IPC
16 de julio de 2007

“No hay diferencia entre cuando nos llamábamos Héroes de Granada y ahora. Lo único que ha cambiado es el nombre, nada más”, le confesó Alberto* a un fiscal especializado de Medellín, tras presentarse a las dependencias de la Fiscalía en busca de ayuda porque quería desmovilizarse.

Lo particular de este caso es la fecha de presentación, 11 de noviembre de 2005, tres meses y medio después de la desmovilización oficial de este bloque de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), realizada en el corregimiento Cristales, del municipio de San Roque, y cuyo responsable político era Diego Fernando Murillo Bejarano, conocido con los alias de “don Berna” o “Adolfo Paz”, en ese momento integrante del Estado Mayor Negociador de esa agrupación armada ilegal en proceso de dejación de armas con el Gobierno Nacional.

Alberto buscó reinsertarse tras ser amenazado por sus jefes barriales y ante la mirada atónita del fiscal fue explicando cómo el bloque Héroes de Granada continuó operando en un amplio sector de la capital antioqueña.

“Todo empezó cuando yo llegué al barrio. Un amigo estaba en programa de desmovilizarse, él era comandante de ese barrio. Como yo no tenía una casa dónde ir, me dio una casa para que viviera y me preguntó que si quería trabajar con ellos. Yo acepté porque no tenía plata. Como todos se entregaban, cogieron gente nueva que no se fuera a desmovilizar y ya quedé yo, el cargo me lo asignaron a mí. Quedé al mando de 18 muchachos. Mi trabajo era prestar la seguridad de los barrios, arreglar problemas y cobrar unas platas”, explicó Alberto.

Y agregó: “Cuando ese programa de desmovilización terminó, ellos regresaron. Algunos se fueron para sus casas y otros siguieron colaborando. Después seguí funcionando con los patrones, quienes nos dijeron que como este grupo se había entregado no se podía seguir llamando Héroes de Granada, si no dejarlo así, los muchachos y nada más, porque los perjudicados eran ellos”.

El reinsertado se refirió a “sus patrones” con sus alias y según la línea de mando estaba bajo las órdenes de “Startas”, “Julián”, “Toñó”, “Nano” y “don Berna”. Aseveró también que varios desmovilizados del Héroes de Granada controlaban, para la época de su decisión, varios barrios del occidente de la ciudad, ubicados en las comunas 7, 11 y 13, así como el corregimiento San Cristóbal.

La de Alberto es una de las historias conocidas por la Agencia de Prensa IPC que evidencian que al proceso de desmovilización y reinserción de los bloques de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc) que se establecieron en la capital antioqueña le hicieron trampas de fondo desde cuando se comenzó a negociar con el Gobierno Nacional en el año 2003.

En declaraciones publicadas por el periódico El Colombiano el pasado 4 de julio, el alcalde de la ciudad, Sergio Fajardo Valderrama, reconoció que un 10% de los desmovilizados que hay en la ciudad, es decir, 400 hombres, le estaría haciendo trampa al proceso de reinserción.

El mensaje del Alcalde de Medellín fue claro: "nos preocupa que algunos reinsertados le están haciendo trampa al proceso. La trampa no es que desertaron del programa y ahora están en la ilegalidad. El asunto es que estando dentro del programa decidieron continuar en la ilegalidad y eso no lo podemos permitir".

¿Reorganización?

Las indagaciones judiciales demuestran que desde la misma concepción de la desmovilización del bloque Cacique Nutibara, había intenciones de dejar, en parte, intacta la estructura urbana y amplió su radio de acción a una vasta región del Oriente antioqueño.

El 2 de marzo de 2004, más de meses después de la masiva desmovilización del bloque Cacique Nutibara, hecha con bombos y platillos el 25 de noviembre de 2003, se presentó en las instalaciones del Batallón de Artillería N. 4 un hombre que manifestó pertenecer al “bloque Cacique Nutibara de las Autodefensas del Noroccidente”, del cual desertó dos días antes tras ser amenazado de muerte por uno de sus mandos superiores.

“Me tocaba velar por la seguridad de la zona, tenía al mando 25 hombres, eso fue antes del proceso de paz, después del proceso quedaron 17, se entregaron 8, y de esos 17 siete fueron repatriados a otras zonas. Yo quedé con 8, con los cuales trabajé hasta el 28 de febrero, cuando supe que me iban a matar”.

De ello dio también dio cuenta, en mayo de 2004, un reinsertado que pasó del Cacique Nutibara al Héroes de Granada por decisión de sus jefes: “El Cacique Nutibara se desmovilizó y entregaron solo los enfermos y se entregó, en otras palabras, a los milicianos que se nos habían entregado. El resto del personal se radicó con el nombre de Héroes de Granada el 10 de diciembre de 2003. A mí me tocó en San Carlos, San Rafael y Alejandría. Ese día se nos dijo que seríamos Héroes de Granada”.

A través de otro testimonio dado a la Fiscalía en junio de 2005 por un integrante del bloque Héroes de Granada que se acogió a la reinserción individual, explicó que “este grupo cambió de nombre cuando todo el bloque del Cacique Nutibara se reinsertó. De ahí pasamos a conformar el grupo Héroes de Granada, al mando de “Adolfo Paz”, él era el comandante supremo del grupo. Ahora en la comuna 13 somos 40 hombres, que están en el sector de San Javier y El Salado”.

En los testimonios recogidos hay una constante: todos ellos describieron que dentro sus prácticas predominaban el cobro de vacunas a comerciantes y transportadores, la administración de sitios de distribución de drogas alucinógenas, la comisión de homicidios, la vigilancia barrial, todo ello enmarcado en una obediencia debida a sus mandos superiores.

Ratifican lo dicho

Los testimonios recogidos en las indagaciones judiciales refuerzan lo dicho por diversas organizaciones no gubernamental internacionales de derechos humanos que, de manera reiterada, han expresado sus dudas sobre la sinceridad en el proceso de desmovilización.

La primera de ellas fue Amnistía Internacional (AI). En el año 2005 divulgó el informe Los paramilitares en Medellín: ¿desmovilización o legalización?. En el documento, de 55 paginas, observó que en la capital antioqueña “el proyecto paramilitar ha entrado en una "fase de legitimación" que incluye la transformación de las fuerzas paramilitares en cuerpos de seguridad privados o estructuras civiles de informantes similares a los grupos Convivir que surgieron en la década de 1990”.

AI concluyó su informe diciendo que “la desmovilización paramilitar en Medellín ha carecido de transparencia y de una supervisión efectiva, especialmente en lo que se refiere a la verificación y a la aplicación de las normas internacionales sobre verdad, justicia y reparación”.

Otro informe, producido por la organización norteamericana International Crisis Group y dado a conocer en mayo de 2007, estableció que “hay noticias sobre grupos que todavía controlan y patrullan las calles de las comunas, aunque ahora sin uniformes ni rifles. Ha habido asesinatos relacionados con lucrativos contratos de apuestas, que según se cree son controlados por grupos emergentes. En muchas partes, sus actividades han forzado desplazamientos relacionados con luchas territoriales. Se habla de reclutamiento forzado por parte de nuevos grupos vinculados a los paramilitares. Los reportes sobre la influencia de “don Berna” son demasiado frecuentes como para hacer caso omiso de ellos”.

*Nombre cambiado por razones de seguridad. En algunos casos, los nombres de los barrios se omiten para proteger la identidad de las fuentes.