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Junio 30

Llena tu cabeza de poesía

Medellín está hecha poesía por estos días. Más de 108 eventos y 70 poetas internacionales intervienen en una semana llena de versos.

Mauricio Builes
30 de junio de 2006

El turno fue para la Estación Poblado del Metro. El jueves pasado, las escaleras de la Estación se colmaron de personas que por decisión o coincidencia se quedaron a escuchar versos en inglés, español y árabe. Durante la hora más congestionada de los vagones, cuando los obreros, los profesores, los estudiantes y las secretarias regresaban a sus casas, justo en ese momento, de congestión y cansancio, la poesía se tomó el lugar.

Una tarima rectangular bordeada por un puñado de policías bachilleres sirvió como escenario para los tres poetas internacionales: Michael Harlow (Nueva Zelanda), Huda Aldaghfag (Arabia Saudita) y Rodolfo Alonso (Argentina). Durante una hora recitaron poemas de amor, autobiográficos, eróticos y revolucionarios. El tema, tal vez, no importaba demasiado para los asistentes. La mayoría, que estaban camino a casa, se quedaron por el simple gusto de escuchar el sonido de otros idiomas.

-¿Eso es inglés, cierto?- le preguntó Carmen Obando a su compañera de trabajo mientras subían las escaleras del Metro.
- Eso no parece Inglés. Debe ser... no sé. Debe ser francés- contestó su amiga.

Las dos decidieron quedarse. Más tarde comprobarían, gracias a la traductora, que lo que estaban escuchando era poesía en árabe.

Otros asistentes se consideran adictos al Festival. Es el caso de Felipe Monsalve, quien estaba allí porque tiene a la poesía como su más intensa afición. Dice que aprovecha las vacaciones de la universidad para no perderse un sólo acto y que colecciona los libros de antología que cada año publica el Festival. El de 2006 lo tiene autografiado casi en su totalidad por los poetas invitados. Incluso por la poeta de Arabia Saudita, Huda Aldaghfag, quien, según cuenta Felipe, pensó que se trataba de una broma cuando él se le acercó con un esfero después del recital. Qué iba pensar esta mujer, acostumbrada al anonimato en su tierra de pocas poetizas, que en una provincia de Sudamérica muchachos estarían encantados con sus escritos.

Así como en la Estación El Poblado, en tantos otros parques, colegios, cárceles y tarimas improvisadas de la ciudad se han escuchado poemas en más de 12 idiomas. Y la gente sigue colmando cada uno de los escenarios. La revista Prometeo, coordinadora del Festival, espera que para los eventos de este año se supere el récord de 2005 de 150 mil asistentes.

Paralelo a las lecturas de los poemas se han desarrollado conversatorios, talleres, conferencias, cursos, películas y exposiciones, con acceso libre y gratuito para todos los participantes. Todo el montaje del Festival de Poesía de Medellín tiene un costo total de 1.300 millones de pesos otorgados por la Alcaldía, el Ministerio de Cultura y ONGs internacionales.

El director del evento, Fernando Rendón, admite que si bien la cifra es elevada también deben tenerse en cuenta los efectos positivos del evento para la juventud y para la imagen de la ciudad y del país en el exterior. Esto sin contar con lo que significa para una sociedad tener durante más de una semana a una multitud escuchando poesía.

Alguna vez, un sobrino del poeta Raúl Gómez Jattin (q.e.p.d) le preguntó qué era la poesía. Y Raúl le contestó: “¿Qué crees, sobrino? La poesía es una adivinanza”. Por algunos minutos, el tiempo se volvió una adivinanza en Medellín. Las 500 personas en esa tarde de jueves sintieron que el descanso que los esperaba en casa comenzaba en las escaleras del Metro.