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Jorge Géchem y Gloria Polanco

GUERRA

Lo que faltaba: Farc ‘secuestró’ pruebas de vida a los rehenes liberados

Los cuatro ex congresistas liberados fueron ‘asaltados’ por los guerrilleros que los ‘requisaron’ a fondo antes de dejarlos partir y les quitaron las pruebas de vida que traían para los familiares de los que se quedaron en la selva.

28 de febrero de 2008

La guerrilla de las Farc es de una dureza extrema. En cada capitulo de su historia reciente lo demuestra. Su última acción absolutamente reprochable fue denunciada en las últimas horas por los cuatro ex congresistas liberados: los requisaron fuertemente para arrebatarles las pruebas de vida que éstos traían a los seres queridos de parte de quienes se quedaron allá, pudriéndose en la selva. Y es que las condiciones de los que se quedaron son lamentables. Por ejemplo, los tres estadounidenses retenidos por las Farc aún padecen lesiones por la caída de su avión hace cinco años, dijo este jueves el ex senador Luis Eladio Pérez. “Me quitaron unas cartas que traía para el presidente George W. Bush”, denunció.

Pérez, que fue liberado por las Farc este miércoles, junto a Gloria Polanco, Jorge Eduardo Gechem y Orlando Beltrán. Todos estuvieron en manos de los guerrilleros por seis años. Los cuatro ex congresistas fueron entregados a delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja y del gobierno de Venezuela.

Desde Caracas, Pérez dijo el jueves temprano que le fueron confiscadas por los rebeldes el martes unas cartas que traída ocultas “en lo más intimo del cuerpo”.

En una entrevista exclusiva con la cadena Radial Caracol desde la capital venezolana, Pérez reveló que las misivas eran de los tres contratistas estadounidenses para sus parientes, para el presidente Bush, así como para la líder demócrata de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, tanto como para los aspirantes presidenciales Barack Obama, demócrata, y John McCain, republicano.
 
También enviaban cartas a los diarios The New York Times y The Washington Post, dijo Pérez. Los mensajes eran “para sensibilizar a la opinión (pública) de la tragedia que están viviendo... en un abandono pavoroso” por parte de la sociedad estadounidense, aseguró Pérez, que dijo que pasó los últimos seis meses de cautiverio con los tres norteamericanos.

Pérez dijo que los tres estadounidenses sufrieron un fuerte impacto emocional cuando un juez de Estados Unidos condenó a 60 años de prisión a un rebelde colombiano el mes pasado, después de que un jurado lo declaró culpable de conspirar para secuestrarlos el 13 de febrero del 2003.

“El de mayor edad, el piloto Thomas Howes (de 54 años), tuvo un golpe en la cabeza que le produce dolores de cabeza recurrentes muy fuertes”, dijo Pérez. “Tiene un problema de hipertensión con muy poco tratamiento médico, casi que cero y con mucha dificultad consigue drogas para la hipertensión”.

El ex congresista manifestó que Marc Gonsalves, de 35 años, también tiene problemas “consecuencia del accidente, en la columna vertebral, (y) en las rodillas. También han sufrido todo tipo de enfermedades de las cuales nosotros también fuimos partícipes, como la leshmaniasis y el paludismo”. Indicó que Gonsalves tuvo hepatitis recientemente.
 
Pérez dijo que como Gonsalves, el tercer rehén estadounidense, Keith Stansell, de 43 años, sufre de problemas en la columna vertebral y en las rodillas producto del accidente aéreo en que la nave en que se desplazaban cayó en un región selvática colombiana en 2003 y fueron retenidos por las Farc.

Jo Rosano, madre de Gonsalves, manifestó su sorpresa al conocer las declaraciones de Pérez sobre el estado de salud de los tres estadounidenses, porque ni otros rehenes fugados ni ex políticos liberados lo habían mencionado.

“¿Cómo es que después de cinco años sale esto?... Espero que no sea verdad”, dijo Rosano en entrevista telefónica con la AP desde Estados Unidos. “Este gobierno (de Bush) mejor entra en línea y trae a estos hombres a casa”, agregó.

El recién liberado dijo que vio a los tres norteamericanos por última vez el 4 de febrero, los describió como deprimidos por la sentencia del 28 de enero de un juez de Washington a Ricardo Palmera, alias ‘Simón Trinidad’, que fue condenado por conspirar para secuestrarlos.

Las Farc secuestraron a los tres cuando el avión de reconocimiento en el que viajaban se estrelló en el territorio controlado por los rebeldes en el sur de Colombia.

Aunque ‘Simón Trinidad’ nunca negó su papel de liderazgo en las Farc, dijo que nunca vio a los tres estadounidenses ni los mantuvo cautivos. Las Farc, además de ‘Trinidad’, también reclaman el caso de una de sus miembros: ‘Sonia’ –nombre de combate de Anayibe Rojas–, condenada en Estados Unidos a más de 17 años de prisión por tráfico de drogas.

“Hay que buscar una salida sobre todo el tema de ‘Simón’ y ‘Sonia’... escuché con complacencia hace un par de días al embajador norteamericano (en Colombia, William Brownfield) diciendo que el gobierno de los Estados Unidos estaba abierto a la posibilidad de repensar o reconsiderar la condena a ‘Simón’, que les pudiese dar perspectivas de vida a los tres norteamericanos que quedaron en una situación moral... te imaginarás cuando escucharon la condena a 60 años... pensando que para ellos pudiera ser de la misma naturaleza esa condena en las selvas colombianas”, concluyó Pérez.