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Los animales están de fiesta

En octubre se celebra el Día Mundial de los Animales, una fecha muy importante para hablar de la conservación y el cuidado de las especies.

10 de octubre de 2004

Hay un día cada año en el que los seres más importantes no son los humanos sino los animales. El 4 de octubre se celebra el Día Mundial de los Animales, un fecha para reflexionar sobre la clase de vida que le estamos dando a estos seres con los que compartimos el planeta desde hace millones de años. Aunque nadie sabe a ciencia cierta cuántas especies de animales existen debido a que todavía hay muchos lugares sin explorar, los científicos calculan que cada día cerca 100 especies desaparecen por causas como la sobreexplotación de los recursos naturales, la tala de árboles, la caza ilegal y la contaminación del medio ambiente.

La extinción es un proceso irreversible lo cual significa que si una especie desaparece no hay forma de recuperarla. Colombia es uno de los países con mayor diversidad en el mundo pues, a pesar de su tamaño, cuenta con cerca del diez por ciento de las especies que existen en el planeta lo cual lo pone en una posición muy vulnerable.

Si bien hay muchas organizaciones y personas que trabajan en pro de la conservación y la protección de los hábitats, varios animales de nuestro territorio han entrado a las listas mundiales de extinción y, a simple vista, parece muy difícil detener estas pérdidas.

En los últimos 50 años han desaparecido varias especies como la foca del caribe, el pato zambullidor de las lagunas del altiplano cundiboyacence, el pez de la Laguna de Tota y el pato pico de oro de la sabana de Bogotá. Otros que corren el mismo peligro son las babillas, las dantas, los osos de anteojos, el delfín rosado, el sapito muisca, el cóndor, el chigüiro y varias aves ornamentales.

Las leyes al respecto son bastante laxas y por eso las personas que atentan contra los derechos de los animales no reciben castigos muy severos. No obstante en el país existen organizaciones y fundaciones que tratan de preservar la riqueza biológica.

Si tu quieres ayudar a salvar a los animales no compres especies silvestres para tenerlas como mascotas (micos, loros, iguanas, osos perezosos), no contamines el agua de los ríos y mares, no compres artículos fabricados con pieles, dientes, plumas o huesos de animales y, sobre todo, no seas cruel con tu mascota ni con los animales que veas en el campo o en la calle pues, aunque ellos no puedan hablar, tienen el mismo derecho que tu tienes a tener una vida digna.