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REFORMA POLITICA

Los puntos sobre las íes

El Grupo de Interés sobre la Reforma Política presentó un documento que señala ocho puntos clave para que la Reforma Política no termine en un saludo a la bandera.

Maria Teresa Ronderos
15 de abril de 2008

El tema de la reforma constitucional que se discute hoy en el Congreso para hacer a los partidos políticos más responsables de los candidatos que presentan al Congreso puede resultar árido, pero es vital para nuestra apabullada democracia.

Cualquier ciudadano que quiera hacer negocios, trabajar, criar hijos o florecer en Colombia en los próximos años necesita contar con unas reglas de juego democráticas blindadas contra las diversas mafias que, en distintos momentos, han querido tomarse la representación política y han contado con la complicidad de varios partidos políticos o de sus candidatos.

De ahí que sea tan interesante el hecho de que un grupo de ciudadanos, solos y organizados, hayan creado una observación activa del proceso de reforma política, bajo el nombre de Grupo de Interés sobre la Reforma Política (Girepo). Solamente al crearlo ellos le están diciendo al resto de los colombianos que la democracia colombiana sólo se arregla con más participación ciudadana, y más vigilancia cívica sobre el poder. En otras palabras, como dice el viejo refrán, están demostrando que la política es demasiado importante para dejarla solamente en manos de los políticos.

El Girepo busca hacer su mejor esfuerzo para que la reforma política, hoy en discusión en el Congreso, salga como un primer paso en firme para erradicar la impunidad de partidos y congresistas que intenten en el futuro ganar elecciones a toda costa y por encima de la ley y de los principios éticos. Los integrantes del Grupo son: la Misión de Observación Electoral (compuesta a su vez por decenas de organizaciones locales); la Fundación Foro por Colombia; la Corporación Viva la Ciudadanía; la Central Unitaria de Trabajadores; la Corporación Transparencia por Colombia; la Corporación Gestión y Territorio; DeJuSticia; la Comisión Colombiana de Juristas; Armando Novoa, ex miembro del Congresito que reglamentó la Constitución de 1991; Eduardo Cifuentes, es defensor del pueblo y ex magistrado; y Claudia López, académica.

El documento que suscribieron ayer en la noche tiene los siguientes puntos centrales:

1. Los actuales políticos que han entrado al Congreso como suplentes de los 25 congresistas hoy presos, con medidas de aseguramiento o investigaciones en firme por parapolitica se deben declarar impedidos para debatir y votar la reforma política.

2. Las sanciones que dé a lugar la reforma deben ser impuestas apenas esta sea aprobada. Si el congresista en cuestión renunció a la curul de todas maneras debe imponérsele la sanción.

3. Si la Corte Suprema o la Fiscalía han iniciado una investigación formal contra un congresista por posibles vínculos con actores ilegales y ordena su detención, inmediatamente debe congelarse esa curul. Es decir, no puede ocuparla el segundo de la lista del mismo partido, como sucede hoy. La silla quedará sin ocupar hasta que el fallo final que absuelva o condene al congresista.

4. Si la Corte Suprema de Justicia o un juez condena a un congresista por parapolítica o farcpolítica, su partido debe perder inmediatamente la curul, sin importar si el congresista renunció o no a su investidura.

5. Cuando un partido con un congresista condenado pierde la curul, esta debe ser ocupada por el partido que le corresponda según los votos obtenidos en la elección, siempre y cuando éste partido no tenga ningún miembro electo vinculado a delitos similares al del condenado.

6. Cuando un partido pierde la curul porque su congresista fue condenado, también se le eliminan los votos que éste haya sacado. Si al descontarle los votos, un partido un alcanza el porcentaje mínimo del total de votos (umbral) exigido por la ley para tener un partido político, entonces perderá la personería jurídica. Así mismo, los votos que se le anularon al partido con un condenado, se le sumarán al partido que ocupe la curul.

7. Obviamente si un partido político pierde su personería jurídica, también perderá las demás curules que tenga. Si no se daría el absurdo de tener congresistas y no partido.

8. Quede consagrado por norma constitucional que los congresistas no puedan cambiarse de partido sin perder su curul. Si esto no es muy tajante, es posible que alguien que vea que su partido vaya a perder la personería jurídica, simplemente cambie de partido y evade asi las sanciones.
 
Para acceder al documento en su totalidad haga clic aquí.