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Las lujosas mansiones han terminado convertidas en cenizas. FOTOS: AP

SOCIEDAD

Los ricos de Hollywood huyen ante los devastadores incendios que arrasan sus lujosas mansiones

Se trata de una de las mayores tragedias en Estados Unidos: 1.300 casas y 1.300 kilómetros cuadrados de bosques quemados. El fuego también dejó unos damnificados inesperados: las estrellas del mundo del entretenimiento.

AP
24 de octubre de 2007

Tras tres días de incesantes vientos, altas temperaturas y una pertinente sequía, las llamas que han arrasado gran parte del condado de San Diego, estado de California en Estados Unidos, empiezan a ser atajadas por las cuadrillas de bomberos, mientras que más de medio millón de personas evacuadas de sus hogares aguardan permiso para poder regresar.
 
Funcionarios del Estado señalaron que los daños materiales totalizan más de 1.000 millones de dólares solamente en San Diego, mientras que el presidente George W. Bush firmó una declaración que permitirá distribuir dinero a aquellos cuyas pertenencias no estén cubiertas con las aseguradoras. “Obviamente, va a ser un desastre de 1.000 millones de dólares o más”, comentó el director de los servicios de emergencia de San Diego, Ron Lane, durante una conferencia de prensa.
 
Y en medio de semejante panorama se empiezan a conocer las historias de unos damnificados con mucho glamour. Los ricos y famosos de Hollywood que no pudieron evadir los devastadores incendios. La producción de series de televisión, como 24 de Fox, fue interrumpida y las estrellas cambiaron sus casas frente al mar por los hoteles de lujo.
 
Kelsey Grammer fue uno de los que escapó de Malibú, el poblado costero preferido por las celebridades y donde también viven Mel Gibson, Cher, Tom Hanks y Rita Wilson, Nick Nolte, Jennifer Aniston, Mel Brooks, Ryan O'Neal y otros.
 
Grammer le restó importancia a la evacuación por el bien de su hija de 6 años, Mason. “Mi hija estaba nerviosa al principio”, dijo el actor al canal E! “Le dije, ‘ay, cariño, no es nada. Sólo relájate. Vamos, nos divertiremos un poco’. Así que ... salimos ... Estamos a salvo. Tenemos al perro, tenemos a los niños”.

Su casa se mantuvo intacta el martes, dijo su publicista, Stan Rosenfield. Promises, el centro de rehabilitación de Malibú donde Britney Spears y Lindsay Lohan han sido tratadas por adicciones, trasladó a miembros de su personal y a unos 18 pacientes.
 
Las llamas en la montaña 

“Evacuamos la mañana del domingo antes de recibir la orden porque las condiciones eran muy aterradoras”, dijo a la AP el fundador y director ejecutivo de Promises, Richard Rogg. “Se fue la luz, el viento soplaba con la fuerza de un huracán y uno podía ver las llamas en la cima de la montaña”.
 
Se reservaron cuartos para los pacientes en un “hotel exclusivo” cerca del centro Promises en el oeste de Los Ángeles, donde el personal se “reagrupó e intentó seguir con el calendario lo más normalmente posible”, dijo Rogg. Promises, que dijo su centro en Malibú no sufrió daños el martes, no reveló los nombres de sus pacientes.

La actriz Jane Seymor, residente del área, bailó el lunes en el programa de ABC ‘Dancing with the Stars’ (Bailando con las estrellas) mientras su esposo, el actor y director James Keach, protegía su hogar.

“El incendio está cerca de nuestra casa, y la evacuación era obligatoria. Mi esposo está allí de manera ilegal, luchando contra el fuego”, dijo Seymour a la revista People, tras añadir que se mantuvo enfocada en su actuación “con gran dificultad”.
 
“De hecho hoy decidí dejar mi teléfono celular. Le dije a un amigo que si ocurría algo que necesitara saber, entonces me avisara”, relató la actriz. La casa de la pareja no parecía estar en peligro inminente, según una vocera, Susan Madore.
 
No es una película

Tori Spelling y su esposo, Dean McDermott, cuya pensión en San Diego aparece en el reality show del canal Oxygen ‘Tori & Dean: Inn Love’, se enteraron el lunes que el área de hoteles en Fallbrook, así como sus residentes, habían sido evacuados.
 
“Fallbrook está obviamente muy cerca de nuestros corazones, así que estamos muy preocupados por la gente que vive allí, son gente tan buena”, dijo Spelling a la revista televisiva Entertainment Tonight.
Entretanto, el magnate de Hollywood David Geffen le abrió su casa de Malibu Beach a bomberos y rescatistas gratuitamente, reportó el diario Daily Variety.
 
Mientras muchos evacuados buscaron refugio en gimnasios de escuelas y un estadio de San Diego, los ricos y famosos optaron por un distinto alojamiento.

Los hoteles Shutters on the Beach, el Viceroy en Santa Mónica y el Península y Four Seasons de Beverly Hills, están repletos por el resto de la semana con huéspedes de Malibú y San Diego, dijeron sus gerentes a Variety.

Fuego vivo
 
Los incendios forestales en el sur de California, avivados por los fuertes vientos, han destruido más de 1.300 casas, quemado más de 1.300 kilómetros cuadrados y desplazado a cientos de miles de sus casas. Los negocios de Hollywood también han sufrido daños.
 
Entre otros programas de televisión que se vieron afectados, el rodaje de la serie 24 de Fox en una estación naval en la ciudad de Irvine se interrumpió lunes y martes debido a que “el humo imposibilitó la filmación”, dijo la productora 20th Century Fox Television.
 
El presidente de Estados Unidos llega este jueves a la zona del desastre para coordinar las ayudas. “Los estadounidenses de todos los rincones del país se preocupan profundamente por la situación de sus compatriotas”, comentó el mandatario tras una reunión del gabinete para coordinar la ayuda federal. “Nos preocupa su seguridad. Nos preocupan sus bienes”.
 
Los meteorólogos dijeron que los vientos de Santa Ana que barrieron el sur de California comenzarán a debilitarse el miércoles por la tarde, seguidos por una brisa marina mucho más fresca. Los 16 incendios forestales surgidos en esa zona han destruido casi 1.300 viviendas y causaron la huida de más de medio millón de personas.
 
La ayuda del viento

El cambio del viento podría facilitar más aeronaves para combatir las llamas, dijo el secretario de Seguridad Interna Michael Chertoff durante un recorrido por el estadio Qualcomm de San Diego, transformado en un refugio para los evacuados. "Si el clima coopera, quizá podamos revertir la situación", indicó Chertoff.
 
Los agotados equipos de bomberos forestales esperan la llegada de refuerzos y pertrechos adicionales desde otros estados, principalmente del occidente de Estados Unidos. La frustración de la lucha contra las llamas afloró el martes cuando un mando de los bomberos dijo que no habían sido tomadas medidas suficientes contra las llamas.

El jefe de los bomberos del condado de Orange, Chip Prather, dijo a los periodistas que la vida de sus subordinados corría peligro ante la carestía de personal. Agregó que la rápida utilización de aviones y helicópteros podría haber atacado un gran incendio forestal cercano a la localidad de Irvine.

“Es un hecho innegable: de haber tenido más recursos aéreos, podríamos haber controlado ese incendio”, insistió. Los incendios han causado por lo menos 21 bomberos heridos y otras 24 personas. Una persona murió a causa de las llamas y la oficina del forense de San Diego indicó que otras cuatro muertes están relacionadas con los incendios.