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Mar de coca

En lo que va de 2005 ya fue decomisada en aguas colombianas la misma cantidad de droga de todo el año pasado. ¿Qué está pasando?

7 de agosto de 2005

La información de inteligencia era precisa: un cargamento de cocaína saldría desde la Sierra Nevada de Santa Marta por el mar Caribe. Con los datos sobre la ruta que los traficantes emplearían, la Armada Nacional dispuso varias lanchas guardacostas para la intercepción. En mar abierto, a 40 millas de la costa, los hombres de la Armada vieron una lancha go-fast que navegaba a la velocidad que le daban los cuatro potentes motores fuera de borda. De inmediato se inició una persecución que terminó horas más tarde cuando los traficantes se convencieron de que no podían escapar de los guardacostas y de un avión que apoyaba el operativo. Al abordar la lancha, los guardacostas encontraron tonelada y media de coca.

En otras épocas esa cantidad habría causado sensación, pero esta vez se vio como algo rutinario. Porque con el exitoso operativo, el más reciente en aguas territoriales de Colombia, se llegó a la cifra de 58,7 toneladas de cocaína incautadas en los siete meses que van de 2005. El dato cobra mayor importancia si se tiene en cuenta que durante todo 2004 la cocaína incautada en las costas y el Pacífico y el Caribe colombianos llegó 'apenas' a las 65 toneladas.

Este inusual auge de exportación y decomisos de coca tiene varias explicaciones. "Hay un cambio operacional que ha permitido una mayor cobertura en el país y se ha hecho un gran esfuerzo por mejorar las labores de inteligencia. Los mecanismos de cooperación internacional también han mejorado y el intercambio de información con otros países, principalmente Estados Unidos, ha sido mucho más fluido. Como es en tiempo real, permite que las operaciones sean mucho más efectivas", explicó a SEMANA el comandante de la Armada Nacional, almirante Mauricio Soto.

Según la Oficina de la Política Nacional para el Control de Drogas, entidad que depende directamente de la Casa Blanca y que agrupa organismos como la CIA, la DEA y otras entidades de seguridad de Estados Unidos, el 93 por ciento del tráfico de drogas desde Colombia se está realizando por vía marítima. Las autoridades estadounidenses estiman que cerca de 580 toneladas de coca, con un valor en su mercado de 12.000 millones de dólares, salen anualmente del país por esas rutas.

Hasta hace dos años, por el Pacífico se transportaba el 75 por ciento de la droga producida en Colombia. "El Pacífico es la costa más accidentada geográficamente en el país y con la selva más tupida, además, sus condiciones atmosféricas son inclementes", dijo a SEMANA el comandante de la Fuerza Naval del Pacífico, almirante Jairo Peña.

Pero los decomisos de este año han dejado claro que, debido al refuerzo en los controles en esa zona, los narcos optaron por volver a utilizar algunas viejas rutas (ver mapa). "Regresaron al Caribe para enviar la droga, especialmente hacia Europa, en donde su valor es mucho mayor. Aunque en el Caribe existen muchos controles, los narcotraficantes saben que las distancias a los puntos de entrega de droga son mucho más cortas que por el Pacífico y por eso han decidido volver a utilizar estas rutas", explica el almirante Soto. Hoy, 52 por ciento de la droga es enviada por el Pacífico, y 48 por ciento, por el Caribe.

Otra explicación que se menciona para entender por qué los decomisos han llegado a esos niveles es que a mayor cantidad de droga exportada, mayores son las incautaciones. Fuentes de inteligencia calculan que por cada tonelada decomisada, cuatro logran salir del país.

Ello no explica, sin embargo, por qué los precios de la droga en el mercado estadounidense no aumentan, lo cual debería ser la primera consecuencia de las mayores incautaciones y el crecimiento de la fumigación. Hace varios meses, el Departamento de Estado de Washington argumentó al respecto que los narcos tenían buenas cantidades de droga almacenada en Colombia, lo que les permitía soportar los grandes decomisos de las autoridades sin afectar el precio.

Sin embargo, la DEA refuta ese argumento en un reciente informe. Dice que desde hace dos años los narcotraficantes producen mucha más cocaína que antes, mediante una serie de cambios en el procesamiento que les permiten obtener más producto con menor cantidad de hojas, sin afectar la calidad. Ello, dice la DEA, haría que los golpes de las autoridades afecten menos el rendimiento del negocio ilícito.

De ahí que las autoridades estén redoblando sus esfuerzos para hacer que las aguas colombianas sean territorio vedado a las lanchas rápidas del narcotráfico. Es una lucha desigual, pero los guardacostas de la Armada Nacional saben que, con cada lancha go fast que detengan, estarán más cerca de su objetivo.