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Juan Manuel Santos, ministro de Defensa; y Carlos Gaviria.

POLITICA

Mindefensa ataca a presidente del Polo por un artículo que éste ni siquiera escribió

El ministro de Defensa Juan Manuel Santos le exige a Carlos Gaviria Díaz que explique por qué un artículo en el periódico ‘The Guardian’ firmado con su nombre habla mal del presidente Uribe y de Colombia. El diario inglés aclara que el texto no fue enviado por el dirigente de izquierda.

25 de septiembre de 2007

La historia es sencilla. En la pagina web de un periódico inglés –en este caso el prestigioso The Guardian– sale un artículo firmado por una persona que se identifica como ‘Carlos Gaviria’ y en el que difama del presidente Álvaro Uribe y pide que se congele la ayuda militar de ese país a Colombia y en cambio se invierta en educación. En el texto también hay una información atribuida a la ONG Justicia por Colombia en la que dice que en Colombia las violaciones de los derechos humanos son el pan de cada día.

La carta hubiera podido pasar inadvertida para los colombianos por varias razones. Uno, a diario las páginas electrónicas de los medios de comunicación reciben millones y millones de mensajes en los que insultan, maltratan, ofenden, difaman y rara vez utilizan los nombres reales. Incluso en este caso el autor del mensaje no sólo firma con el nombre del dirigente de izquierda sino que en la página web anuncia que es el líder del Polo Democrático Alternativo, PDA, movimiento de oposición en Colombia. Dos, también a diario decenas de ONG acusan al gobierno nacional de violaciones de derechos humanos y de fomentar las injusticias sociales. Lo atípico sería lo contrario.

Sin embargo, el caso se convirtió en la noticia informativa más importante de los medios de comunicación en las últimas horas por decisión del ministro de Defensa, Juan Manuel Santos. El funcionario citó a una rueda de prensa en la noche del martes en la que “exigió” a Carlos Gaviria Díaz, presidente del Polo Democrático Alternativo decir toda la verdad y explicar por qué había hecho ese tipo de informaciones. Y ahí fue Troya.

Gaviria reaccionó con indignación, se declaró perplejo de que un Ministro de Estado y de profesión periodista haya sido capaz de hacer semejante señalamiento sin confrontar las fuentes para establecer la verdadera autoría del texto. “No he escrito, no he dado entrevistas a un periódico inglés en los últimos días”, explicó Gaviria.

La acusación de Santos era extremadamente delicada: “Nos preguntamos si es una simple coincidencia el artículo de Carlos Gaviria con lo que dice el aviso de la ONG Justicia por Colombia, o será que están confabulados Carlos Gaviria y el Polo con ese tipo de organizaciones, o el Polo se deja manipular por estas ONG”.

Por si fuera poco, Santos dijo que era “insólito” que Gaviria le hiciera el juego a una ONG que dice que Uribe “es hijo de un mafioso y que creció con mafiosos” por lo que seguidamente exigió de inmediato “una explicación de Gaviria”.

El ministro –que calificó el texto de Gaviria de “juego sucio”– dijo que en “su artículo, Carlos Gaviria hace acusaciones de persecución política, afirma que Colombia tiene uno de los peores récords de violaciones a los derechos humanos y que la mayoría de los asesinatos contra sindicalistas en los últimos 15 años, se atribuyen a la Fuerza Pública y paramilitares apoyados por el Estado”.

Y ¿qué explicación podía dar Gaviria cuando él no era el autor del texto? Sin embargo, en la mañana de este martes el dirigente del Polo tuvo que pasar por la casi totalidad de los medios para defenderse de algo que no había hecho. “Estoy acostumbrado a eso. Eso demuestra el talante de este gobierno”, dijo el dirigente del Polo al sumar varios episodios inventados por el gobierno en los que él tiene que salir a dar explicaciones. Enumeró, por ejemplo, el día que el vicepresidente Francisco Santos dijo que él recibía la pensión más alta del Seguro Social. Gaviria tuvo que demostrar no sólo que recibía una pensión normal por su trabajo como magistrado sino que además no recibía pensión del Seguro Social.

El otro caso fue cuando tuvo que salir a defenderse de una acusación también del Vicepresidente que dijo que Gaviria le había dicho al ELN que no firmara la paz con este gobierno “cuando en realidad dije todo lo contrario. Que la gente iba a dejar de creer en el ELN sino firmaba la paz pronto y se dedicaba a la política”.

Gaviria explica esta serie de acusaciones al hecho de que detrás del gobierno hay hombres como J.J. Rendón especializados en hacer montajes, difamar, calumniar de sus adversarios políticos para que estos inviertan su tiempo más valioso en aclarar cosas que no ha hecho. Calumnia, calumnia que algo quedará, dice el refrán.

De hecho, en las últimas horas Gaviria recordó el caso del entonces candidato a la Presidencia Rafael Pardo cuando también Juan Manuel Santos dijo que estaba en asociación con las Farc para evitar la reelección del presidente Uribe. Luego se demostró que todo era falso.

El líder del Polo fue claro al expresar que ha sido un critico severo de Uribe pero que jamás se ha metido con él personalmente no sólo porque en este sentido lo respeta sino porque no es su estilo hacer política así. En el aviso de la pagina web de la ONG Justicia Por Colombia dice “el presidente Uribe es hijo de un reconocido narcotraficante, que creció al lado de los Ochoa, que creció muy cercano a Pablo Escobar y que luego trabajó con el cartel de Medellín”.
 
Santos llama la atención del sesgo de Justicia por Colombia porque hace una radical diferencia con el caso de las Farc. "A diferencia de los comentarios publicados con respecto a la organización terrorista de las Farc, afirmando que es una guerrilla comunista que sólo ataca objetivos militares y objetivos políticos, sin mencionar a las minas antipersona, el reclutamiento forzado de niños, el ecocidio, los asesinatos, secuestros y violaciones flagrantes de los derechos humanos y el irrespeto total al derecho internacional humanitario”.
 
Según La W fue esta ONG la que utilizó el nombre de Gaviria.  Así lo corroboró una de las corresponsales de esta emisora en Europa que preguntó a The Guardian, donde le informaron que ellos no tenían que rectificar porque el periódico no ha solicitado un texto de Gaviria. Ante este nuevo detalle, el ministro Santos fue categórico al anunciar que él no se había equivocado y que por lo tanto no le iba a presentar excusas a Carlos Gaviria.

Pueda ser que el ministro Santos haya sido asaltado en su buena fe pero en este caso no salió bien librado del episodio. ¿Por qué?  En momentos un grupo de laboristas le ha pedido al primer ministro, Gordon Brown, que congele la asistencia militar a Colombia, básicamente por considerar que el Comité Nacional Ejecutivo del Partido Laborista y sus sindicatos afiliados estiman que Colombia tiene uno de “los peores récords en derechos humanos”.
 
Para sustentar semejante acusación, aseguran que 4.000 sindicalistas fueron asesinados en los últimos años y que la mayoría de estos crímenes se les atribuyen a las Fuerzas Armadas y al paramilitarismo “con apoyo del Estado”. Es evidente que la solicitud y la argumentación –a todas luces temeraria– está firmada por el presidente del actual Congreso Laborista, Mike Griffiths. Pero, ¿qué pensarán hoy los laboristas cuando ven que al menos en este episodio el gobierno la emprendió verbalmente contra el máximo líder de la oposición por un simple mensaje que circula en una pagina de Internet?