Movimiento de Víctimas hace su propuesta de proceso de Verdad y Reparación

Los líderes del Movimiento de Víctimas del Estado, conformado por colombianos –muchos de ellos familiares de miembros de la Unión Patriótica- que han sufrido la desaparición forzada de algún ser querido, el homicidio o la tortura por parte de miembros de la Fuerza Pública, anunciaron cuatro proyectos en los que trabajarán paralelamente a los procesos de la Ley de Justicia y Paz, que a casi un año de su expedición aún no se comienza a aplicar.

Entre las ideas que tienen está la conformación de una Comisión de Ética, conformada por 25 personajes con reconocimiento público, nacionales e internacionales, que en un lapso de diez años recopile la memoria de las víctimas de lo que les sucedió. “Esto servirá de insumo para una eventual Comisión de la Verdad”, dijo Pablo Cala, de la Comisión Interclesial Justicia y Paz, en un foro sobre la Ley de Justicia y Paz en la Universidad de los Andes.

También están culminando el tercer informe del Proyecto Nunca Más, que ha documentado cientos de crímenes de lesa humanidad cometidos en los últimos veinte años.

Como tema novedoso, propusieron la conformación de un Catastro Alternativo, en el que las propias comunidades puedan hacer un ‘levantamiento’ de los predios que les han sido arrebatados por los grupos armados. Y por último, una Audiencia Pública, en la que las víctimas puedan fijar su posición frente a la Ley de Justicia y Paz.

“Es un proceso lento porque los recursos de la comunidad internacional se han ido a financiar la Comisión de Reparación”, dijo a Semana.com Iván Cepeda, hijo de Manuel Cepeda, senador de la UP asesinado. Explicó que su idea a través de estos proyectos es conseguir que las víctimas logren que se reconozca su verdad y algún día se haga justicia.

Marginados de la Ley

Lo obvio sería que estas víctimas trabajaran con la Comisión de Reparación y participaran en los procesos de la Ley de Justicia y Paz. Sin embargo, las que sufrieron perjuicios a manos de funcionarios del Estado se marginaron de todo el proceso oficial porque la misma Ley no consideró como víctimas sino a aquellas que sufrieron un daño por parte de guerrilleros y paramilitares.

Estas personas también consideran que la Ley de Justicia y Paz, en cambio de satisfacer sus derechos a la verdad, a la justicia y a la reparación, terminará garantizando la impunidad de los victimarios (ver artículo relacionado).

Aunque entendibles sus motivos, su ausencia del proceso de la Ley de Justicia y Paz es una lástima. Sólo si las víctimas participan activamente denunciando los crímenes en su contra y aportando información, esa ley se puede volver un verdadero instrumento de reconciliación. Por lo pronto estas iniciativas, en el improbable caso de que logren prosperar dadas las limitaciones de recursos, contribuirán al propósito de esclarecer parte de la verdad.