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Barranquilla

Mucho ruido y pocas nueces

9 de enero de 2005

El alcalde Guillermo Hoenisberg comenzó su mandato con mucho entusiasmo. El primer día de gobierno firmó 100 decretos para hacer de todo. Desde consejos y comités asesores para vigilar la prestación del servicio de salud y los servicios públicos, hasta la creación de fondos de becas universitarias y planes de atención a discapacitados y de alimentación para estudiantes. Sin embargo, al terminar el año la mayoría de estas iniciativas no se han puesto en marcha. Tuvo un notable avance en el incremento de la cobertura de salud de las personas más pobres y avanzó en buscar fórmulas para mejorar la situación fiscal de la ciudad, al lograr que se revisaran algunas de sus deudas. Pero este esfuerzo no ha sido suficiente, pues al final del año empezaron a ser cada vez más fuertes las voces de los acreedores del Distrito que alegan incumplimientos en los pagos. Tanto, que la Dirección de Apoyo Fiscal (DAF) del Ministerio de Hacienda advirtió que el proceso de reestructuración de deudas de la ciudad, bajo la Ley 550, estaba tambaleando. Además, algunas de sus decisiones, como la suspensión del contrato de los parquímetros, dejan a la ciudad expuesta a una millonaria demanda, contradiciendo los esfuerzos que se han hecho para reducir los gastos de funcionamiento de la ciudad. Por eso el próximo año le espera una apretada del cinturón más dura para poder cumplir al menos con los compromisos que tiene con la Nación y así adelantar proyectos tan necesarios para la ciudad como lo es el de Transporte Masivo, Transmetro.