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Muerte a pie

Antes de proponerles a los bogotanos que caminen y usen bicicleta hay que asegurarles que regresarán a casa sanos y salvos. Pero hasta el momento no hay garantías.

9 de mayo de 2005

La Organización Mundial de la Salud estima que anualmente mueren 1,2 millones de personas en el mundo por accidentes de tránsito. Colombia ocupa el noveno lugar en la accidentalidad por tránsito en el orbe. Solo es superado por Alemania, Argentina, Australia, Austria, Bélgica, Brasil, Canadá y Chile. Según Andrés Restrepo, subsecretario de seguridad y convivencia de Bogotá, el 63 por ciento de las muertes en accidentes de tránsito son de peatones. Al preguntar sobre las causas del fenómeno hay consenso: la imprudencia por parte de los peatones. No es raro ver niños y adultos pasando la calle por debajo de un puente peatonal o lejos de la cebra cuando el semáforo aun está en verde. Los vendedores ambulantes en la mitad de la calle también corren grave peligro. Por eso desde la primera administración de Mockus se está trabajando en la conciencia ciudadana. Con el mismo objetivo se viene desarrollando desde hace algunos meses la campaña de las estrellas negras, como símbolo de que alguien murió allí por alguna imprudencia. Además la Secretaría de Tránsito adelanta una nueva campaña de educación debajo de los puentes peatonales, en las cebras, pasos peatonales y semáforos. Pero no toda la culpa se les puede atribuir a los peatones. En algunas vías transitadas, como la Ciudad de Cali, no hay puentes peatonales por disposición del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), que establece que la vía debe tener mínimo 40 metros de ancho para que se justifique su construcción. Sin embargo, entre enero de 2002 y diciembre de 2004 fueron atropelladas 94 personas en apenas dos tramos de la vía (calles 38 sur y 42 sur), según estadísticas de la Secretaría de Tránsito y Transporte. La solución, obviamente, no es pedirles a los bogotanos que se metan en un carro para que no mueran en la calle sino construir más andenes y alamedas para que caminar no sea una actividad de alto riesgo.