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El profesor Moncayo en su largo recorrido hacia Bogotá.

ENTREVISTA

‘Necesitamos un héroe y hoy lo llamamos Moncayo’

Armando Silva, semiólogo y profesor universitario, reflexiona acerca del alcance de la marcha de Gustavo Moncayo y de las manifestaciones del pasado 5 de julio.

30 de julio de 2007

Las manifestaciones del 5 de julio contra el secuestro y la marcha del profesor Gustavo Moncayo como rechazo al secuestro de su hijo ameritan una reflexión que vaya más allá de la simple anécdota o del tradicional ‘quién gana quién pierde’, que por lo general se refiere a los líderes y deja de lado a la sociedad civil.

Armando Silva, semiólogo y profesor de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, se ha especializado en analizar el significado de diversas manifestaciones masivas y cómo estas calan en el imaginario colectivo.


SEMANA. ¿Cuál es el significado de la marcha del profesor Moncayo y que relación ve con las marchas multitudinarias contra el secuestro?

ARMANDO SILVA. Las manifestaciones contra el secuestro en todas las ciudades colombianas me emocionaron. El día 5 de julio los ciudadanos marcharon. Descubrieron el ritual del blanco. Todos sacaban algo que fuera blanco, un pañuelo, una factura de supermercado, una hoja del cuaderno, una camiseta, un sostén o un sabana de enfermos en hospitales y clínicas. Por fortuna no vi avisos que dieran vivas por la paz, palabra tan gastada que merece callar por un tiempo. Era como regresar al cuerpo y su expresión colectiva más que usar palabras.

SEMANA. ¿Tienen un significado más allá del hecho en sí, de la coyuntura?

A. S. El significado para Colombia es profundo. Hemos sido intimidados por las distintos grupos armados para expresarnos y ese día ocurrió un sacudón. Las llamadas izquierdas armadas al final alientan el militarismo, como ocurre con las FARC y por esto son parte de la misma derechización del país. En Colombia no marchamos por una razón, tenemos miedo de que nos señalen o que nos maten . En la Universidad Nacional, que bien conozco y aprecio. lo vea muy claro: los agitadores hacen callar. En el fondo hay miedo de que se encuentre una vía para ejercer el poder ciudadano. Por esto es que la izquierda armada es en si un poder perverso contra el cual hay que luchar, esa es parte de la desgracia nacional. Que la inteligencia no puede expresarse. Vivimos bajo la palabra amenazada. Por esto se marcha, para recuperar la palabra que algún día nos lleve a actos concretos.
Así que con las marchas contra el secuestro estamos empezando a perder el miedo a ejercer la democracias de las calles, sin intermediarios. Hacen mal quienes se las apropian pues esto es expresión ciudadana espontánea- y en esto sagradas- y por la cusa más noble posible: que liberen a los secuestrados reales y los imaginados, que somos todos.

SEMANA. ¿Quien es Moncayo?

A. S. Moncayo no es él , esto está claro. Necesitábamos inventar un héroe y hoy lo llamamos Moncayo. Uno que fuese capaz de caminar. Recuerdo un extraño graffiti que vi un día en un muro bogotano: NO LE CREA A NADIE SALGA A CAMINAR . Y esto si que va como anillo al dedo en este caso. Moncayo es eso, caminar incluso sin rumbo en búsqueda de algo, sin saber qué es con exactitud. El mismo ni los que le han firmado sus pliegos saben que es un acto humanitario, el sabe que quiere a su hijo y que es solidario con el resto de secuestrados. Pero si le preguntamos a los marchantes qué es un acuerdo humanitario escucharíamos muchas definiciones. Puede ser la liberación de los secuestrados, ¿pero como? Ahí volvemos al inicio. Por esto que la marcha por medios país del maestro Moncayo tiene valor por si misma, la misma marchas es la propuesta.

SEMANA. ¿Cómo explicar que se le hayan unido otros caminantes o que lo reciban como héroe en los pueblos?

A. S. Moncayo es un héroe, héroe desde los griegos no solo es un gestor de hazañas, sino un protector. Las sociedades en crisis necesitan crear héroes que son la misma expresión de la crisis. Moncayo no se puede caer pues se le han cargado muchas esperanzas. Fíjese como lo medios muestran sus pies a veces sangrantes, como un Cristo, su rostro adolorido llora, como lo hacemos todos los colombianos por los secuestrados, se recalca que es profesor pues queremos aprender. Otro día esta feliz y radiante porque recibió noticias de su hijo, como la queremos todos los padres y madres. Otro día esta furioso contra una dura realidad inmodificable, como estamos todos. Así que Moncayo le da cara a la peor tragedia nacional. Y a sus esperanzas.

SEMANA. ¿Cabe el término "humanitario" en una guerra tan degradada como la que libran las FARC contra el Estado colombiano?

A. S. Las marchas contra los secuestros no dicen de soluciones ni de propuestas operativas. La guerra es degradada pero no lo humanitario. Humanitario es un nueva palabra que remplaza a las más gastada de todas, PAZ. Y llega con nuevo bríos. Los pueblos ejercen en su poder social creaciones verbales. Lo humanitario es un código que debemos ir llenando. Y me parece que las marchas son su comienzo. Es como decir si no hay victoria militar, si la coca sigue financiando la guerra, si los secuestros son una mascarada con fines publicitarios y de calculo político, si eso ocurre, acá estamos marchando.

SEMANA. ¿Como compara a Colombia con otras experiencias en América latina?

A. S. Llegamos tarde a las marchas y a la toma de calles como expresión ciudadana si nos comparamos con otras ciudades de América latina. En La Paz hay tomas todos los días. Incluso hasta hacer la ciudad inoperante. Allí se sacrifican en cruces para protestar por el hambre o se manchas las casas de los políticos con tinta roja para decirles corruptos. En Buenos Aires en pleno corralito de 1999 nació un graffiti furibundo contra banqueros usureros y contra los políticos que se volvió consigna callejera: QUE SE VAYAN TODOS y luego se volvió coro colectivo y se cantaba por las calles. En Caracas acabamos de ver un episodio inédito, los pro y los contra Chávez se unieron en una gigantesca marcha por una causa inesperada: las telenovelas. Allí hay una clave para próximas manifestaciones. La TV no solo sirve para alienar y divertir, también para movilizar. ¿Puede( la ausencia de) una telenovela tumbar o enderezar un presidente? En Madrid fui testigo de la manifestación gay, 2 millones de manifestantes. Y esto tiene efectos democratizadores en un país latino y macho… para decir suave

SEMANA. ¿Y para que sirven las marchas ciudadanas?

A. S. Las marchas representan un renacer ciudadano por las causas más diversas que exige la democracia, cuando caen otras formas de protesta o de participación ciudadanas como las sindicales unidas a intereses de grupos concretos y de solo reivindicaciónsalarial o los mismos estudiantes cuando pecan de excesiva politización. Las marchas son política en amplio sentido, no partidistas ni ideologizadas. En términos amplios regresan al poder ciudadano.

SEMANA. ¿Para dónde van las marchas, son ellas una nueva política ?

A. S. En estas marchas renovadoras el ciudadanos expresa su deseo profundo de que lo político no sea mas astucia y dominilo sobre el otro sino imaginación y cambio y por esto son ellas mismas políticas. Lo político, se dice ahora ,es la metafísica de la imaginación, donde se construye lo real. La política y los políticos, los medios, los académicos deben traernos nuevas ideas lejos de repetir la realidad y seguirla repitiendo como síntoma sin cura. la política sin poesía es cruel, nos encierra en el mundo a lo que estamos y no nos da salida. Pensar la violencia como violencia y enseñarnos q ue no hay salida no desactiva la violencia la fortalece como única verdad Y la repetimos. Creo que las marchas no son solo contra las FARC, se marcha contra todas las alites nacionales y es elite todo aquel que pueda influenciar a otro l mas allá de su familia. Que las elites, propongan algo nuevo para ser cosntituvias de nuevas relaidadade parece ser le mensaje contra la barbarie. O sea que la política sea de nuevo “el reino de la de la imaginación material”, el alma del futuro.
¿Y qué siguen a estas marcha ? Otra marcha, y otra más y otra. Las marchas como el arte valen por si mismas. Mientas se tengan objetivo conseguibles sirven de unión y de canal colectivo.