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Nuevas denuncias de fraude electoral en elecciones de 2006

La avalancha de reclamaciones sobre fraude electoral en las elecciones de Congreso de marzo llegó a 181 para Senado y 169 por Cámara. La mayoría de casos cuestionados ocurrieron en la Costa Atlántica.

Élber Gutiérrez Roa
9 de mayo de 2006

Soldado avisado a veces muere en la guerra. Fue exactamente lo que sucedió en las pasadas elecciones para Congreso: aunque desde el siete de marzo de 2006 la Registradora Nacional Almabeatriz Rengifo advirtió sobre la necesidad de adoptar medidas de contingencia en 46 municipios de la Costa Atlántica donde se presentaron votaciones atípicas en las elecciones del 2002, en varios de ellos se han presentado denuncias de fraude.

En las últimas tres semanas, el Consejo Nacional Electoral ha recibido 350 reclamaciones de dirigentes políticos (181 por las votaciones de Senado y 169 por las de Cámara) que en gran mayoría se refieren a hechos ocurridos en las regiones de dominio paramilitar de la Costa Atlántica, que además coinciden con los lugares donde se presume que también hubo fraude en el 2002.

En su misiva al director de la Policía, general Jorge Daniel Castro, y al Ministro del Interior, Sabas Pretelt, (ver facsímil), la Registradora escribió que en los citados municipios “de conformidad con los resultados electorales para Congreso 2002, se ha detectado por parte de la Registraduría Nacional del Estado Civil, la incidencia de fuerzas extrañas y anormales en la democracia debido a la presencia de grupos actores armados que afectan los resultados con porcentajes que no corresponden con la normalidad electoral”. Por esta razón advirtió “la necesidad de incrementar la seguridad en tales municipios con presencia de la Fuerza Pública y de veedores, con el objetivo de garantizar el libre ejercicio de la acción democrática por parte de los ciudadanos colombianos”

La advertencia de la Registraduría se refería a 23 municipios del Magdalena, 13 del Cesar, 2 de La Guajira, 3 de Córdoba y 5 de Sucre.

Entre los municipios cuestionados del Magdalena se encuentran Plato, El Piñón, Tenerife, Pivijay, Ariguaní y Chivolo. En esos mismos municipios -que durante años estuvieron bajo la influencia de las autodefensas- se presentó la concentración atípica de votos que favoreció a parejas de candidatos durante las elecciones de Congreso de 2002, y que ya había sido denunciada por Claudia López en sus columnas publicadas por Semana.com hace año y medio. (ver artículos relacionados)

Igual situación ocurre con los municipios del Cesar mencionados por la Registradora, entre los que se encuentran San Martín, Gamarra, Chiriguaná, González, Bosconia, Tamalameque, Chimichagua y Curumaní. O con los de Sucre, entre los que figuran San Onofre, Majagual y La Unión.

La Registradora también incluyó a los municipios de Barrancas y Urumita (Guajira) y Tierralta, Valencia y San Antero, en Córdoba.

Todos a las urnas

Las 350 quejas de los dirigentes políticos no se refieren exclusivamente a suplantación y trasteo de votos, sino que incluyen casos hasta ahora inéditos en la historia electoral del país. Este martes, por ejemplo, el Consejo Electoral recibió dos quejas basadas en documentos oficiales de la Registraduría según los cuales en algunos lugares de Magdalena hubo en estas elecciones de 2006, votaciones que superaban el 120% del censo electoral. Se trata de los corregimientos Liberia y Palmar (municipio de Ciénaga). “Si es increíble y sospechoso que en un municipio vote el 100% de la gente ¿no le parece extraño que lo haga el 120% por ciento? Eso sobrepasa toda lógica y raya con el descaro”, dijo a Semana.com el congresista que llevó el caso ante el CNE.

El representante liberal Joaquín José Vives, también del Magdalena, documentó nuevos casos como el del municipio de Nueva Granada, en donde no hay una sino tres actas de escrutinios y la que está validada aparece sin firma. “Qué curioso que haya actas con distintos resultados sobre un mismo municipio”, señaló el legislador. Vives saldrá del Congreso en junio próximo tras perder su curul en las elecciones de marzo, según él porque la comunidad de su departamento tenía la orden de no respaldar su aspiración. “A mí me dejaron mover por donde quería y pude hacer campaña por todas partes, pero me quitaron los líderes y los obligaron a respaldar otras campañas”, dijo el congresista.

En Bolívar, la mayoría de inconsistencias están en Magangué, Mompós y Cartagena. Según el representante Germán Viana “hubo una manipulación descarada de los votantes a favor de la lista de Apertura Liberal y en contra de la del partido de la U”. Viana señala que hubo suplantación de electores en las 16 mesas del sector de la Boquilla, en Cartagena. “Los electores no fueron a votar pero el ‘mayorista`(quien podía o no pagarles por el voto) marcó los tarjetones por ellos. Eso lo sabe todo el mundo. Por eso en La Boquilla no hubo abstención ni votos en blanco”, señaló el congresista.

El representante José Luis Flórez, uno de los líderes de Apertura Liberal, defendió a los candidatos de su partido y dijo que la idea del fraude “sólo existe en la cabeza de Viana. Si eso hubiera sido cierto yo no me hubiera quemado. Yo también perdí y no estoy echándole la culpa a los demás”, agregó Flórez, quien fue derrotado por las listas de Convergencia Ciudadana. Viana perdió su curul en Bolívar frente a Héctor Julio Alfonso López, el hijo de la cuestionada reina del chance, Enilse López (la Gata), hoy procesada por lavado de activos.

El tercer departamento con mayor número de reclamos ante el Consejo electoral es Cesar. Allí el representante Luis Alberto Monsalvo (liberal) perdió su curul frente a las listas de Álvaro Araújo (Alas-Equipo Colombia) y Alfredo Cuello (Conservador). Según Monsalvo, hubo fraude en 12 municipios del departamento, entre ellos González, Río de Oro, Gamarra, Tamalameque, Chimichagua, San Alberto y Valledupar.

Reyes de la democracia

El caso de González es uno de los que más llama la atención porque en Colombia (país con el 60% de abstención) no es normal que el 93% de votantes de un municipio acuda a las urnas. (ver artículo relacionado) “Más curioso aún, lo hicieron sólo por dos listas, la conservadora (2.056) y la de Alas (1.928)”, dijo Monsalvo.

Según los cálculos de Monsalvo, el fraude en Cesar supera los 18 mil votos y es probable que se haya presentado también en otros departamentos: “Lo más curioso es que para legalizar el fraude necesitaban el nombre completo de cada persona para ponerlo al frente de los números de cédula que aparecen en los documentos electorales. Eso significaría que sí hay forma de acceder ilegalmente a los datos del Archivo Nacional de Identificación (que sólo manejan la Registraduría, la Procuraduría y el DAS) y hasta le hace pensar a uno que las denuncias de (Rafael) García pueden tener fundamento”.

El congresista considera sospechoso que haya perdido su curul porque con el 94% de los votos escrutados su lista le llevaba 2.552 votos de ventaja a la de Alas. Al final de los escrutinios su lista apareció con 8.812 votos menos que la de su competidor.

Como están las cosas, las curules de Cámara por Cesar las están ganando Álvaro Morón y Ricardo Chajín (Alas-Equipo Colombia), Alfredo Cuello (conservador) y Pedro Muvdi (liberal). Las más altas votaciones para Senado en ese departamento favorecieron a Álvaro Araújo y Miguel Gelves.

Las denuncias de Monsalvo sobre lo que pasó en Cesar coinciden con las quejas de Viana sobre las elecciones en Bolívar en cuanto a que hasta personas muertas aparecen en los listados de sufragantes. Y coinciden también con las denuncias sobre votaciones atípicas en Magdalena. En el corregimiento de Culebrita, en González (Cesar) también votó el 120% del censo electoral vigente.

Interrogado sobre la posible vinculación de paramilitares en el fraude, Monsalvo dijo que “aquí hemos tenido muchos problemas desde hace rato y los medios ya lo denunciaron. En las elecciones de Congreso de 2002, en las de gobernador (que tuvieron como único candidato Hernando Molina) y ahora en González, el municipio estrella en número de votantes. La comunidad ya se cansó de tanta trampa, de tanto golpe contra la libertad de expresión de la gente”.

La versión de Alas

Semana.com verificó con los candidatos del partido Alas-Equipo Colombia, quienes dijeron que en las elecciones de 2006 no hubo irregularidades y que se trata de una información equivocada por parte de Monsalvo.

Álvaro Morón, representante electo, dijo que el fraude ocurrió pero hace cuatro años y que él fue una víctima del mismo: “Lo denunciamos en su momento cuando el doctor Monsalvo salió beneficiado y yo quedé fuera del Congreso. Esa vez hubo presiones, los actores armados nos humillaron. En esta, en cambio, no hubo presiones de ningún actor armado. Lo que pasa es que los jurados estaban contando mal nuestros votos pero en el reconteo logramos que nos los devolvieran”.

Alas se presentó a las elecciones con lista cerrada y –según Morón- algunos electores marcaron equivocadamente números de candidatos. Como los números de candidatos sólo debían marcarse en las listas abiertas, algunos jurados creyeron que había que anular los votos de Alas, pero finalmente entendieron que tenían que contabilizarlos para el partido.

Según Morón, decir que hubo fraude en el municipio de González es una injusticia porque históricamente ha habido altas votaciones allá: “Y aunque hubiera fraude en González, eso nos restaría los 1.900 votos (que sacaron en González), pero no nos quitaría la curul, porque tenemos más de 8.000 votos de ventaja”.