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El candidato por la presidencia de Estados Unidos, del Partido Republicano, Jhon McCain, abraza a su par demócrata, Barack Obama, al comienzo de un foro en la Universidad de Columbia. | Foto: Fotos: AP

CAMPAÑA PRESIDENCIAL EE.UU.

Obama-McCain: juntos pero no revueltos

Los candidatos a la Presidencia de la potencial mundial dieron ejemplo de unión este 11 de septiembre, fecha dolorosa para su país. Juntos homenajearon a las víctimas, pero luego, en su cordial debate se vieron las enormes diferencias políticas entre los dos. Por Catalina Lobo-Guerrero, especial desde la Universidad de Columbia en Nueva York.

12 de septiembre de 2008

Los candidatos llegaron a Ground Zero por la mañana, acompañados por el alcalde de la ciudad Michael Bloomberg. Luego Obama asistió a una reunion en la tradicional sede de Bill Clinton en Harlem, y por la noche los dos volvieron a encontrarse en la Universidad de Columbia, donde compartieron el escenario con los periodistas Judy Woodruff de PBS y Rick Stengel de la revista Time.

Ambos habían sido invitados por Service Nation, una organización sombrilla que agrupa a varias ONG y fundaciones que prestan servicios sociales en distintas áreas del país. Más que un debate, era un foro para conocer las propuestas y programas de los candidatos alrededor del tema del servicio público en los Estados Unidos. Ambos respondieron fieles a la imagen que cada uno ha tratado de vender en esta contienda: McCain como un héroe de guerra y abanderado de las fuerzas militares y Obama como un líder soñador que puede lograr el cambio a través de la educación.

A McCain le tocó subir al banquillo primero. Su propuesta para incrementar la vocación de servicio entre sus compatriotas estuvo marcada por la influencia de la tradición militarista de su familia (recordó que cada McCain en su familia ha participado en una guerra diferente) y la convicción de que el servicio militar es la mejor manera de ofrecer oportunidades de servir a los ciudadanos de su país.

Los periodistas le recordaron sobre las dificultades que enfrentan los reclutadores actualmente y la injusta composición de las tropas, integradas mayoritariamente por jóvenes hispanos o afroamericanos, en su mayoría de bajos recursos y algunos de ellos sin haber completado aun el bachillerato. McCain respondió que el problema del reclutamiento se resuelve precisamente reclutando más personas y ofreciendo mejores incentivos económicos a quienes quieran servir a su país.

McCain habló orgulloso de Estados Unidos, al que describió como una nación de gente extraordinaria, con una vocación de servicio y un sentido único en el mundo de los derechos y libertades civiles. Dijo que ese sentido los había llevado a ser ejemplo para el mundo, a derramar la sangre entre en los cuatro rincones del planeta por el bien de la democracia en otros países. Recordó que muchos inmigrantes han venido a los Estados Unidos buscando ese mismo espíritu que los hace tan excepcionales y que él trataría de buscar que esos trabajadores que comparten ese espíritu se queden en el país, pero sobre todo aquellos que están capacitados en ciencias y tecnología.

También habló sobre la necesidad de que no se impulse la idea de servir solamente desde el gobierno. Mencionó el papel de la empresa privada, de organizaciones religiosas y de ONG que trabajan para ofrecer todo tipo de servicios, y le recordó a los ciudadanos que en vez de quedarse en casa quejándose por los precios de la gasolina, las deudas hipotecarias, entre otros, deben salir a hacer trabajo voluntario y a servir en sus comunidades.

Luego le tocó el turno a Obama, quien recordó sus días de estudiante en la Universidad de Columbia, como preparando el terreno para discutir su propuesta sobre el servicio público que está atada en gran medida a la educación. Dijo que era necesario que los jóvenes estadounidenses empezaran desde el bachillerato a involucrarse en actividades de servicio a la comunidad.

Habló sobre la posibilidad de crear becas o tarifas de matrículas reducidas para aquellos estudiantes que sean trabajadores y tengan una fuerte vocación de servicio, especialmente para aquellos que quieran ir a la universidad para prepararse como maestros y luego de graduarse, quieran ir a trabajar con las comunidades que más los necesitan.

Dijo que también era necesario atraer a los jóvenes profesionales a que trabajen por el gobierno y hagan parte de ese proceso de transformación que se necesita para recuperar la confianza de los ciudadanos en el rol que éste debe desempeñar en un sistema democrático.

Obama también mencionó que los Estados Unidos era el país más importante del mundo pero que eso era una bendición y también una gran responsabilidad, y que por eso era esencial mantener el balance entre la libertad individual, la participación comunitaria y buenas prácticas con los vecinos.

Criticó a George Bush al recordar que después de los atentados hace siete años, el actual Presidente les había dicho a los ciudadanos que lo importante era seguir consumiendo para impedir una frenazo económico, en vez de haber aprovechado el momento para hacer un esfuerzo colectivo como nación para reducir la dependencia del petróleo y establecer medidas de consumo eficiente de combustible, que es uno de los problemas que más preocupa a los americanos actualmente.

Al final de la noche ambos candidatos se abrazaron por unos segundos para despedirse. A pesar de lo cerca que estuvieron ambos candidatos, durante el foro se hizo evidente que sus ideas, sus propuestas y hasta su estilo de patriotismo son muy distintos. Cada uno representa dos imaginarios colectivos tan disímiles en un país que anhela un cambio y que tiene todas sus esperanzas puestas en que el próximo Presidente sea capaz de liderarlo.