Home

On Line

Artículo

Sabas Pretelt de la Vega, ministro del Interior.

¿Oferta de reparación, lavado o mero deseo?

Ni los encargados de la reparación en el gobierno, ni la mayoría de los jefes paramilitares estaban enterados de la oferta de las AUC de entregar 100 mil hectáreas de tierra anunciada por el Ministro del Interior.

29 de marzo de 2006

Desde que empezó la negociación con los paramilitares, el país ha estado esperando que los desmovilizados entreguen los bienes robados a sus víctimas y los adquiridos con plata del narcotráfico. Pero hasta ahora no ha habido ningún gesto que demuestre su disposición de reparar a las víctimas. Solo hasta ayer, cuando en un foro sobre reinserción, el Ministro del Interior Sabas Pretelt dio la noticia de que los jefes paramilitares entregarán 100 mil hectáreas de tierra.

Lo que aparentemente era una muy buena noticia para la mayoría de los colombianos, ha comenzado a despertar preocupación. Especialmente porque a los encargados de la reparación y a los propios paras los cogió de sorpresa las declaraciones del Ministro.

Eduardo Pizarro León Gómez, director de la Comisión de Reparación, encargada de recibir los bienes de los paramilitares con los que se repararán a las víctimas, le dijo a Semana.com que se enteró el miércoles por la mañana cuando lo leyó en el periódico El Tiempo. Pero más grave aún, Luis Alfonso Hoyos, quien es el encargado del Fondo de Reparación que administrará los bienes entregados por los paras, tampoco estaba informado al respecto. La Oficina del Alto Comisionado Luis Carlos Restrepo, quien lidera la negociación con los jefes de las autodefensas, confirmó a este medio que no sabía nada sobre las tierras. Incluso en el Ministerio del Interior y en la Casa de Nariño, la noticia cayó como una bomba.

Juan David Ángel, director del Programa de Reinserción, era el único que parecía saber algo al respecto. Explicó que “el gobierno tiene claro que va a entrar un montón de tierra ya sea por reparación, por extinción de dominio o por lo que se pueda incautar”. Aunque no sabía muy bien de dónde salió la cifra exacta de las 100 mil hectáreas, dijo que “las autodefensas han manifestado la entrega de una cantidad importante de tierras para los proyectos productivos”.

Eso, en parte es cierto. Vicente Castaño dijo en su momento que entregaría 5.000 hectáreas en Medellín del Ariari, en el Meta. Mancuso habló de devolver unas tierras en el sur de Bolívar, pero hasta el momento el Estado no las ha recuperado oficialmente, y Jorge 40 dijo a Semana.com que le entregó al Gobierno una lista de 19 mil hecáreas con el nombre del predio y el dato de la última persona que en la región decían que era su propietario. "Estas son las que estamos devolviendo para que el gobierno proceda en su distribución y poder desarrollar en ellas proyectos productivos que beneficien a desplazados, campesinos, madres de cabeza de familia y reinsertados tanto de las Autodefensas como de la guerrilla", fue la respuesta de Cuarenta, a través de un correo electrónico enviado hoy jueves.

Varios de los otros comandantes del Estado Mayor de las AUC negaron a Semana.com que hayan hecho tal oferta al gobierno. “Quedamos preocupados con ese anuncio del Ministro, queremos saber de dónde sacó esa cifra, ningún comandante sabe nada”, dijo uno de los paramilitares.

En conclusión, no es claro de dónde sale la información del Ministro del Interior sobre la oferta de las 100 mil hectáreas.

Las tierras de los paras

Se calcula que si hubiera transparencia en el proceso, los paramilitares deberían entregar 2 millones de hectáreas adquiridas ilegalmente. Con lo cual, la oferta de las 100 mil hectáreas sería apenas el 5 por ciento de lo deseable, pero sería algo, si se concretara.

Lo que sí sería muy grave es que las 100 mil hectáreas de las que habla el Ministro sean las mismas que los jefes paramilitares hoy están sembrando de teca, palma y caucho y que presentan como proyectos productivos para la reinserción de sus ex combatientes.

De hecho, los desmovilizados del Bloque Central Bolívar lanzarán públicamente el 4 de mayo su corporación Buscando Proyectos Buenos, que adelantará proyectos agroindustriales en 11 departamentos, como su propio programa de Reinserción. Será dirigida por Carlos Mario Jiménez, ‘Javier Montañez’, el ex comandante del Bloque Central Bolívar. Las tierras donde ya están adelantando estos proyectos supuestamente fueron donadas por ganaderos amigos y por eso, según ellos, no formarían parte de los bienes a ser entregados. El problema es que ese ‘regalo’ suma más de 40 mil hectáreas.

Los temores de que la entrega de bienes de los paramilitares se convierta en una operación de lavado de activos, han crecido desde que el propio Pretelt firmó el decreto reglamentario de la Ley de Justicia y Paz. Este decreto tiene un gigantesco “mico” que Semana ha denunciado en varias ocasiones. Se trata de un parágrafo que dice: “Se entenderá como medida de reparación colectiva la entrega por parte de los desmovilizados de bienes destinados al desarrollo de proyectos productivos en zonas afectadas por la violencia que beneficien a desplazados, campesinos y reinsertados que carezcan de medios económicos para su subsistencia”.

Esto quiere decir que las tierras que entreguen los paramilitares podrían no necesariamente quedar en manos de las víctimas, sino que los propios ex combatientes pueden usufructuar esas tierras, ya legalizadas, y eso les será reconocido como una reparación. Porque, como lo comprobó Semana (ver artículo la Paradoja de Urabá), muchos de los supuestos desplazados y campesinos que participan en esos mismos proyectos, más que víctimas de los paramilitares, fueron desplazados hace años pero por la guerrilla y buscaron la protección de los paramilitares convirtiéndose en su base social. Por eso, la revista Semana advirtió sobre el riesgo de que bajo ese modelo de reinserción los jefes paramilitares sigan teniendo la sartén por el mango y no el Estado, como debería ser.

¿Se refería Pretelt de la Vega a estos proyectos cuando habló de las 100 mil hectáreas? ¿Estamos ad portas de una gran operación de lavado de activos? ¿O simplemente el Ministro estaba pensando con el deseo? En cualquier caso sería una gran bofetada para las víctimas y denota una gran descoordinación en el gobierno.

Semana.com intentó varias veces hablar con el Ministro del Interior, pero en su oficina no lograron contactarlo. Lo importante ahora es que le explique al país de qué tierras está hablando.