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Historias invisibles

Otoño, invierno, Madrid

Una barranquillera en Madrid escribe sobre el otoño y sobre un parque “siete veces más grande que el Simón Bolívar de Bogotá, como el Central Park de los Neoyorquinos”, donde hace un “frío aterrador”.

Edna Margarita Manotas*
11 de febrero de 2008

El Parque del Retiro está muy cerca de mi casa. Camino hasta allá cubierta con muchos trapos para ver los colores del otoño. Al llegar, lo primero que veo es una maraña de árboles que se doblegan al otoño, pero que no pierden su sonrisa. Solo mudan su vestido y se preparan para otra época más.

El parque es quizás siete veces más grande que el Simón Bolívar de Bogotá. Para los madrileños es como el Central Park de los neoyorquinos. Alrededor del lago hay trotadores, deportistas y padres con sus niños en coche.

El paisaje es toda una fiesta naranja, amarilla, verde, café y verde oliva. En otoño los árboles se destiñen bonito.

Hace cuatro meses vivo en Madrid y hasta ahora descubro el otoño. Un nuevo paisaje se pinta para mí. El sol se fue. Ahora ya comenzó el frío. Nunca había sentido las manos tan congeladas, ni siquiera en los días lluviosos en la Bogotá gris y eso que las temperaturas apenas comienzan a bajar. No es mito, la gente cambia de estado de ánimo y los menú en los restaurantes ofrecen sopas calientes.

Todos me dicen que aún el invierno no comienza. Esta estación se llama Otoño. Por lo tanto, el frío aterrador que siento es tan solo producto de mi "imaginación latina" y la falta de costumbre con este termómetro lejano del sol, el mar y el trópico.

Pero en medio del cansancio que produce vestirse para salir con estas temperaturas, me enamoré de un árbol rojizo de hojitas menuditas y delineadas con una fina tijerita. Se abre paso en medio del Jardín Botánico de Madrid y debajo hay un tapete suavecito y grumoso de cientos de sus hojas que se dejaron llevar por el viento.

No dejo de pensar en él. Como buen árbol, sabe que lo amo y que sus colores se quedaron en mi memoria, en mis silencios. Ese es el amor que puede con el frío.

* Estudiante del Master en Ingeniería de Medios para la Educación, Euromime.

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