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En el recuadro Julio Riveros, alias 'Yiyo'. Foto de Pablo Ardila: revista DONJUAN

ELECCIONES 28 DE OCTUBRE

A pesar de que la justicia ordenó la reclusión de alias ‘Yiyo’, él anuncia que continuará su campaña política

La Fiscalía determinó la detención domiciliaria de Julio Riveros, asesor de Pablo Ardila, el polémico gobernador de Cundinamarca. Sin embargo, éste advirtió que desde “donde sea” seguirá en su empeño para ser elegido diputado el próximo 28 de octubre.

2 de octubre de 2007

La historia de Julio Riveros, alias ‘Yiyo’, simboliza en todo su esplendor la desfachatez de algunos personajes para hacer política. Primero, su nombre se hizo célebremente famoso por las revelaciones de unas grabaciones en las que reconocía que era un corrupto, luego salió a los medios con notable cinismo a mostrarse orgulloso de sus actos, después anunció que apoyaba irrestrictamente a un candidato a la gobernación que, a su turno, respondió que no quería que se le acercara y ahora la justicia ordena su detención domiciliaria y él insiste en que seguirá adelante.
 
De humilde habitante de pueblo, ‘Yiyo’ como se le conoce en los escenarios políticos del departamento, pasó a ser la mano derecha del estrambótico gobernador de Cundinamarca, Pablo Ardila.

Numerosos testimonios revelan que no se movía una hoja para un contrato sin el visto de este oscuro personaje. Su poder en la gobernación era inmenso y silencioso. Hasta que el diario El Tiempo sacó a la luz una cintas en las que ironizaba de cómo se repartía la tajada burocrática: Riveros habla con otro político de Cundinamarca.
 
Le reconoce que aprovechó todas las obras de Gobierno para buscar favores políticos. Cuando su interlocutor le pregunta: “¿Y quién se quedó con la platica?, ¿Pablo o usted?”, ‘Yiyo’ le responde: “¿Usted qué cree, que Pablo es güevón o yo soy güevon?, Ambos”.

Tras la divulgación de esta información se armó un escándalo nacional. No sólo por tratarse de un claro acto de corrupción sino porque el país estaba en vísperas de un debate electoral en el que este hombre anunció su participación: “Me voy a presentar a la Asamblea del Departamento”.

De inmediato, el partido que le había dado el aval se reunió para estudiar su caso. Sin embargo, el caso no pasó a mayores pues se trata de Convergencia Liberal, uno de los movimientos más cuestionados por la parapolítica. De hecho, su jefe máximo, Luis Alberto Gil, debe responder ante la Corte Suprema de Justicia por sus actuaciones.

Entonces, ‘Yiyo’ siguió adelante. Y anunció a los cuatro vientos que impulsaba su campaña individual y que sería un motor para el triunfo del candidato Andrés González. Ante tanto cuestionamiento, éste salió a rechazarlo. Pero en un grado más desfachatez le dijo que no aceptaba esa negativa y que lo seguiría apoyando. Estaba en estas cuando lo llamó la Fiscalía para que respondiera por los delitos de celebración indebida de contratos y falsedad ideológica en documento público. Esto, por haber entregado, al parecer irregularmente, un anticipo de 1800 millones de pesos para la construcción de una ciclorruta, sin haber evaluado su viabilidad.

La fiscalía tomó la decisión este martes de que tenía que guardar detención domiciliaria. “No me importa. Seguiré con mi campaña”, advirtió. No se sabe si será electo pero ya tiene seguro el título del campeón de la desfachatez.