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El profesor Gustavo Moncayo suspendió momentáneamente su caminata humanitaria de 800 kilómetros entre Nariño y Bogotá para ver las pruebas de supervivencia de su hijo, el cabo Pablo Emilio Moncayo.

Acuerdo humanitario

¿Qué pretenden las Farc con su nueva entrega de pruebas de supervivencia?

El nuevo video en el que aparecen ochos de los militares secuestrados por ese grupo guerrillero es un alivio para sus las familias, pero hace parte también de la estrategia política del grupo armado.

4 de julio de 2007

Tan solo cinco días tuvieron que pasar desde cuando las Farc reconocieron la muerte de 11 diputados secuestrados para que el grupo guerrillero revelara nuevas pruebas de supervivencia de un pequeño grupo de los rehenes que permanecen en su poder hace casi 10 años. Se trata de un video que el grupo armado hizo llegar en las últimas horas al periodista Hollman Morris, en el cual aparecen ocho de los plagiados con sentidos mensajes a sus familias, el país y el gobierno. El video completo será transmitido este miércoles en el Programa Contravía, dirigido por el periodista Morris y transmitido por el Canal 1.

En el conmovedor testimonio aparecen el Sargento Luis Alberto Erazo Maya, el Capitán Édgar Yesid Duarte Valero, el Teniente Elkin Hernández Rivas Rivas, el Cabo Segundo Libio José Martínez Estrada, el intendente Álvaro Moreno, el Soldado Profesional William Giovanni Domínguez Castro y el cabo Pablo Emilio Moncayo.

Todos manifiestan su preocupación por la situación en la que se encuentran y les piden a sus familias no perder la fe frente a un pronto reencuentro. La mayoría solicitan al gobierno descartar la posibilidad de un rescate militar y algunos de ellos dan detalles sobre sus días de cautiverio. Uno de ellos dice que en alguno de sus movimientos por la selva del sur de Colombia estuvo en algún momento en el mismo grupo que la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, plagiada en febrero de 2002 durante una correría política hacía San Vicente del Caguán. En ese mismo grupo, relata el soldado, estaban también Clara Rojas y su hijo Emmanuel, quien nació en cautiverio.

Mediante este testimonio las Farc buscan poner nuevamente sobre el tapete la discusión en torno a un acuerdo humanitario que permita la liberación de más de 300 guerrilleros presos a cambio de medio centenar de policías, militares, dirigentes políticos y cooperantes militares de Estados Unidos. Dicha discusión había quedado en una especie de limbo tras el asesinato de los diputados: Mientras unos sectores reclaman la inmediata adopción del acuerdo, otros creen más en las medidas de fuerza para doblegar a la guerrilla.

La polarización política en torno al tema parece haber dejado de ser interna y desde el asesinato de los 11 diputados también tiene repercusiones internacionales. A los ojos de algunos gobiernos europeos las Farc no solo aparecen como responsables por la tragedia humanitaria que causaron, sino que están perdiendo terreno político. Por esta razón el grupo guerrillero busca reencausar sus esfuerzos para despejar la imagen de asesinos y posicionar la de actores políticos que presionan al Estado hacia una negociación política.

Y una forma de buscar esa presión es presentar pruebas de supervivencia de los secuestrados. Más que un discurso o una declaración a través de Internet, la imagen del sufrimiento de los cautivos impacta y sensibiliza en mayor grado. A nadie se le va a olvidar la mirada del cabo Moncayo pidiendo “un diálogo con las Farc” tras 10 años de su secuestro en la toma guerrillera a la torre de comunicaciones de Patascoy, Nariño. Menos aún cuando su padre, el profesor Gustavo Moncayo, lidera una caminata de casi 800 kilómetros entre Nariño y Bogotá para pedir la liberación del muchacho.

Si bien es cierto que los tiempos para las Farc son distintos de los del resto del país, es bien probable que esa sea la intención con la nueva revelación de pruebas de supervivencia. Es cierto que el video fue grabado en octubre pasado y que por el largo recorrido que tiene que hacer antes de volverse público era imposible que se conociera de manera inmediata. Pero una demora tan larga para darlo a conocer suena más a estrategia. Y no hay que perder se vista el punto inicialmente descrito: las pruebas fueron divulgadas justo después del asesinato de los diputados en plena crisis de imagen de las Farc.

El problema para la guerrilla es que el presidente Álvaro Uribe no cede en sus condicionamientos para la búsqueda de un acuerdo. Pese a que también está presionado nacional e internacionalmente para buscar el acuerdo y a que es cierto que la muerte de los diputados se habría podido evitar con la suscripción del acuerdo humanitario, él se mantiene en su postura inicial de no ceder ante la guerrilla. Uribe parte de la base de que las Farc quieren el despeje para delinquir y no para buscar la paz con sinceridad. Lo ratificó este miércoles a través de Caracol Radio. Según el jefe de Estado, la política de seguridad democrática no puede sucumbir ante el dolor de la tragedia y tiene que hacerse cada vez más fuerte.

Uribe reiteró que no desmilitarizará un solo centímetro del país –las Farc piden dos municipios enteros en el Valle.- ni excarcelará guerrilleros si no se comprometen a dejar de delinquir. También dijo que no permitirá que la comunidad internacional ponga en el mismo nivel al gobierno y a la guerrilla, pues “el único culpable es la Farc”.
Así, mientras gobierno y guerrilla se niegan a ceder en sus posiciones los familiares de los secuestrados parecen condenados a tener noticias de ellos cada que la guerrilla quiera enviar un video desde la selva en la que los mantiene hace una década. Y aunque es claro que la responsabilidad inicial por lo que le ocurra a cualquiera de los secuestrados es del grupo plagiario, cada vez son más las voces autorizadas que le preguntan al presidente Uribe si de verdad cree que es tan grave el despeje militar en épocas en las que la Fuerza Pública ha recuperado mucho del terreno que antes controlaba la guerrilla.