Rafael Correa, presidente electo de Ecuador, reitera que la solución a la crisis en la frontera está “en manos de Colombia”

La crisis entre Colombia y Ecuador por la decisión del presidente Álvaro Uribe de ordenar la fumigación de las plantaciones de coca con glifosato, sigue sin solución. Al contrario, cada una de las partes fortalecen sus argumentos.
 
En Colombia, el presidente Uribe reiteró su lucha en contra de los sembrados de coca porque en su concepto estos son el músculo que mueve a los grupos insurgentes –en especial a las Farc, que el 23 de diciembre mataron 12 soldados y dos suboficiales en La Julia, Meta-. Mientras que Ecuador, el Gobierno actual y el presidente electo, Rafael Correa, reiteran que la solución está en manos de Colombia y eso significa suspender de “inmediato” las aspersiones aéreas.
 
Una situación que, por ahora, Colombia desecha porque considera que ésta sigue siendo la mejor herramienta para combatir los cultivos ilícitos. De hecho, en el proceso de fumigación en la frontera fueron vistos sembrados con coca al otro lado de la frontera. “Son 15 hectáreas”, informó.

El general Jorge Daniel Castro, director Nacional de la Policía, informó en las últimas horas de esta situación. Este elemento, sin embargo, no sirvió para que Ecuador modificara su postura sino que causó una molestia más.

En diálogo con el diario El Comercio de Quito, el vicecanciller Diego Ribadeneira dijo que resulta “extraño” que la Policía colombiana haya determinado una cifra de hectáreas de cultivos ilegales que supuestamente están en el Ecuador.

Al contrario, el Vicecanciller indicó que este tipo de declaraciones deja entrever una doble intención. “Si el Jefe de la Policía tiene el deseo sano de colaborar no hubiese hecho públicamente ese pronunciamiento”, señaló.

En ese sentido, según el mismo rotativo, Ribadeneira cree que este tipo de informaciones lo único que hace es perjudicar al Ecuador. “Estas afirmaciones proyectan una imagen negativa del Ecuador en la opinión pública colombiana”.

El General Castro tiene una opinión diferente. Considera que la información es buena porque se trata de luchar contra un delito y que será entregada personalmente por él a su homólogo ecuatoriano, general José Vinueza. “El es mi amigo y vamos a prevenir de la situación a nuestro hermano país”, dijo Castro.

La situación de crisis sigue mientras se acerca la fecha de la posesión del presidente electo Correa. El nuevo mandatario suspendió la semana pasada una visita a Bogotá en protesta por lo que considera un hecho “hostil”. Entonces la ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, Maria Consuelo Araújo, dijo que era muy difícil que el presidente Uribe asistiera a la toma de posesión de Correa mientras no se normalizara la situación.

La canciller leyó el jueves de la semana pasada un comunicado en el que decía: “El Ministerio de Relaciones Exteriores lamenta la cancelación de la visita del Presidente Electo de Ecuador, Doctor Rafael Correa”.
 
En el texto se hizo un recuento de los esfuerzos de Colombia por solucional el problema: “En la mañana de hoy jueves, 21 de Diciembre, el Gobierno se enteró, a través de una rueda de prensa ofrecida en Venezuela, de la decisión del Presidente Correa de cancelar su viaje a no ser que hubiera una suspensión de las fumigaciones, al menos temporalmente. Esta condición no la expresó el Presidente Correa al Presidente Uribe cuando el mandatario colombiano lo llamó el pasado domingo para confirmar la invitación y la visita. La Cancillería también se enteró por la rueda de prensa.  El Presidente Uribe, al conocer la rueda de prensa del Presidente Correa, le ofreció visitar a Ecuador mañana viernes para reunirse con él y el Presidente en ejercicio Alfredo Palacio.  El Presidente Correa aceptó la visita del Presidente Uribe, pero el Presidente Palacio la consideró inoportuna mientras no se suspendan las fumigaciones. El Presidente Uribe no aceptó suspender las fumigaciones, pero ofreció al Presidente Palacio que Colombia, de manera unilateral, una vez concluya la actual ronda de fumigaciones, insistirá en la erradicación manual mientras se den condiciones de seguridad para erradicadores y miembros de la fuerza pública. El Presidente Palacio reiteró que era necesario suspender de inmediato las fumigaciones, lo cual no fue aceptado por el Presidente Uribe. El Gobierno Nacional insistirá en el diálogo con las autoridades ecuatorianas”.

Así las cosas, la situación hoy es complicada porque para Ecuador es inmodificable su exigencia de suspender la fumigación mientras que para Colombia hacerlo es ceder ante su mayor enemigo interno: el narcotráfico. Por ahora, la salida está en el tiempo pues se estima que para esta semana se termine la ronda de fumigaciones cerca de la zona fronteriza.