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William Brownfield es el nuevo embajador de Los E.E.U. en Colombia. Uno de los retos de su gestión es lograr la liberación de los tres norteamericanos en poder de las Farc. Foto: León Darío Peláez

Nuevo diplomático

Se posesionó embajador de E.U. en Colombia, considerado un "duro" en lucha antidrogas

William Brownfield, asumió este miércoles el cargo. En su primer discurso manifestó estar a favor de los esfuerzos por la liberación de los secuestrados.

29 de agosto de 2007

El diplomático tiene fama de ser un conocedor de los problemas del país y en su primer discurso manifestó que Estados Unidos está a favor de la gestión de cualquier persona que quiera ayudar a la liberación de los secuestrados.
 
La declaración surgió de las inquietudes sobre cómo ve el hecho de que el presidente Hugo Chávez intervenga en el intercambio humanitario. Aunque Brownfield no se refirió específicamente a la injerencia del primer mandatario  venezolano, dejó claro que apoya su intento de favorecer la liberación de los secuestrados en poder de las Farc.

El embajador viene de ocupar este mismo cargo en la nación vecina de Venezuela. Su trabajo en este país estuvo signado por una constante crítica al gobierno de Hugo Chávez. William Brownfield mantuvo durante toda su gestión la mirada atenta a las acciones del Presidente venezolano. En respuesta, el primer mandatario lo acusó varias veces de querer intervenir en los asuntos internos de su gobierno. En medio de los agarrones Chávez amenazó con expulsarlo varias veces.

Durante la permanencia de Brownfield en Caracas, La Casa Blanca respondía a los ataques cuestionando el “totalitarismo chavista”. Cuando el diplomático salió del cargo admitió que sus logros fueron “limitados” en el propósito de dirimir las tensiones entre Caracas y Washington. Desde su posesión en 2004 estuvo en medio de las diatribas y su gestión, al final, fue calificada por el gobierno venezolano como un “fracaso”, acusándolo de buscar su desestabilización. Por su parte Brownfield asumió con pesar el no haber logrado establecer un “diálogo directo” entre las dos naciones.

Ahora viene para Colombia donde lo espera una agenda compleja debido a los dos nuevos procesos de extradición pendientes: el de Diego León Montoya 'Don Diego', el de Carlos Mario Jiménez ‘Macaco’ y virtualmente el de Diego Fernando Murillo Bejarano, ‘Don Berna’ o ‘Adolfo Paz’.

En este contexto, el interés del Presidente Álvaro Uribe también debe emplearse a fondo para lograr el visto bueno del Congreso estadounidense en su apoyo a la lucha antinarcóticos.

Esos son los temas coyunturales que probablemente coparán al nuevo diplomático en las intensas relaciones entre Bogotá y Washington. Sin embargo, Brownfield, llega en medio de un clima de optimismo refrendado por la cooperación incondicional de Uribe al gobierno norteamericano y por los recientes golpes a los carteles de la droga.

¿Quién es Brownfield?

El nuevo embajador de Colombia nació en Texas, la misma tierra del primer mandatario estadounidense, George W. Bush. Está casado con Kristie Kenney, quien también hace parte del cuerpo diplomático de los Estados Unidos, desempeñándose como embajadora en Ecuador y, actualmente, en Filipinas.

Brownfield es un diplomático de carrera del Servicio Exterior de los Estados Unidos donde ha trabajado durante 25 años. El pasado 15 de marzo fue nombrado por el presidente George W. Bush y ratificado por el Senado de los Estados Unidos como embajador para Colombia. Su experiencia está avalada por los cargos que ha ocupado y su permanencia constante en América Latina.

Su primera misión en el Servicio Exterior fue en 1979 cuando estuvo en Maracaibo, Venezuela. Se desempeñó como Tercer Secretario y Agregado Laboral de Asuntos Políticos en San Salvador (1981-1983) y Primer Secretario de Asuntos Políticos en Buenos Aires (1986-1989). De manera temporal trabajó como Asesor Político para el Comandante en Jefe del Comando Sur en Panamá, en la época en que fue derrocado el General Noriega y este país afrontaba una de las peores crisis.

En Chile fue embajador. Sectores de izquierda lo señalan con críticas al considerar que el diplomático fue uno de los protagonistas en la disparada de la campaña armamentista de ese país, cuando en 2002 llegó a convertirse en la nación que más gastaba en este sector en América Latina. Sin embargo, en su estadía en Venezuela mantuvo una posición crítica frente a la compra de armas de Hugo Chávez.

Brownsfield conoce Colombia desde hace varios años y ha tenido que ver con las políticas norteamericanas para esta nación. En la época en que se desempeñó como subsecretario Adjunto de Estado para la Oficina para Asuntos Hemisféricos Occidentales (1999-2002) ayudó en la implementación del primer Plan Colombia. Su gestión como Principal Subsecretario Adjunto de Estado para Asuntos Internacionales contra Narcóticos y para la Aplicación de la Ley (1998-1999) le merece una amplia experiencia en la lucha antidrogas.

El embajador entrante se graduó en la Universidad de Cornell (1974), y de la Universidad Nacional de Guerra (1993); también cursó estudios en la Escuela de Leyes de la Universidad de Texas (1978).

Luego de su salida de la embajada venezolana llega a Bogotá para convertirse en una de las piezas clave de la geopolítica de la región, pues la actitud de cooperación del gobierno colombiano ha quedado manifiesta, incluso en las declaraciones del ejecutivo al referirse al “país hermano de los Estados Unidos”.