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Piedad Córdoba, senadora electa por el Partido Liberal. Con ella trabajaba el politólogo Jaime Gómez, cuyos restos mortales fueron hallados hace dos semanas.

Desaparición

Sin pistas

En la desaparición de Jaime Gómez, asesor de la senadora electa Piedad Córdoba, podrían estar comprometidos grupos paramilitares. Las autoridades ofrecen 20 millones de pesos a quien de información sobre su paradero.

Andrea Peña
23 de marzo de 2006

Su historia, como la de todos los desaparecidos en Colombia, es un absoluto misterio. El pasado martes, a las cinco y media de la mañana, el historiador y politólogo Jaime Enrique Gómez, asesor de la senadora electa Piedad Córdoba, desapareció cuando caminaba en cercanías del Parque Nacional, en el centro de Bogotá. 
 
El hombre, de 55 años, hizo su rutina de todas las semanas: recorrió los caminos de Piedra Amarilla y el Salto del Águila que conducen a Monserrate, práctica que no le tomaba más de dos horas. Salió sin celular y sin dinero. Cuando regresaba hacia su casa (antes de las 7 de la mañana), una conocida suya cruzó algunas palabras con él. Ella fue la última persona que lo vio muy cerca de la avenida Circunvalar. Su esposa lo buscó todo el día, pero creyó que estaba ocupado porque no le contestaba el teléfono. Sólo hasta la noche advirtió que Jaime no había regresado a su casa. Había desaparecido.

De inmediato, el Gaula, un escuadrón de carabineros, la Defensa Civil, la Cruz Roja y un helicóptero de la Policía Metropolitana se dieron a la tarea de buscar al historiador por la zona. Posiblemente, un grupo delincuencial lo había atracado; o tal vez había sido víctima de burundanga o escopolamina y estaría por ahí tirado en una calle cualquiera, inconsciente. Pero no. Jaime Enrique Gómez Velásquez, el mismo que recorrió casi todo el país buscando electores para la candidata Córdoba y quien estaba a punto de ingresar a la campaña presidencial de Horacio Serpa, no apareció por ningún lado.

Las hipótesis 

La dirigente liberal Piedad Córdoba, con la vehemencia que la caracteriza, le exigió al Presidente Uribe garantizar la vida y la seguridad de quienes militan en la otra orilla del Primer Mandatario. “(...) es una clara demostración de que el gobierno del Presidente-candidato está dispuesto a recurrir a las soluciones últimas para afianzar su reelección", dijo, en una rueda de prensa.

Ella ha sido una de las más polémicas opositoras del Gobierno. Luego de perder su curul en el Senado cuando el Consejo Nacional Electoral determinó que hubo fraude en su elección, decidió armar “Poder Ciudadano”, una fuerza liberal con tendencia izquierdista que buscaba promover candidatos a la Cámara en diferentes regiones del país.

Jaime Gómez también estaba en esas, luego de haberle metido la mano a iniciativas como el primer proyecto de verdad, justicia y reparación; la reforma laboral; y la ley sobre la despenalización del aborto cuando Córdoba era senadora.

A él nunca lo amenazaron por hacer su trabajo. Sin embargo, el sociólogo Jimmy Viera, uno de los asesores que trabajó con él, cree -como Córdoba- que su desaparición puede obedecer a su trabajo en la oposición.

“Es una forma de intimidar a los sectores más progresistas de este país para que no tengan un espacio político donde se puedan mover. En las pasadas elecciones se expresó un voto de opinión favorable para nosotros y lo que hay ahora es una reacción de carácter muy violento por esos resultados. Por eso, nos estigmatizan, y se presentan desapariciones y hostigamientos”, asegura Viera, quien no descarta la posibilidad de que sean grupos paramilitares los que estén detrás de todo esto.

Quienes trabajan con la futura congresista tienen motivos para sospechar de los paras. Dicen, por ejemplo, que mientras Córdoba y Gómez trabajaron con varias comunidades de Soacha, dos personas que estaban a favor de su campaña fueron amenazadas. También denunciaron que dos semanas antes de las elecciones, una candidata en Rionegro, Antioquia, fue amenazada por supuestos disidentes de grupos de autodefensa.

“Desde los púlpitos en Medellín y Chocó también se arremetió muy duro contra nuestra campaña. A Lilia Solano, integrante de Poder Ciudadano, gente desconocida le allanó su apartamento, se llevaron la CPU de su computador y uno de los muchachos que estaba con ella fue amordazado”, agregó Viera.

De estos hechos nada saben las autoridades. El coronel Marco Antonio Pedreros, director del Gaula, dice que sería muy apresurado responsabilizar a un grupo de lo que sucedió con Gómez. “No tenemos ningún indicio que nos señale la persona que pudo haber cometido este acto. Él está desaparecido, pero no podemos decir que es una desaparición forzada con fines criminales”, sostuvo el oficial, quien ofreció una recompensa de 20 millones para ubicar el paradero del politólogo.

Mientras dan con su paradero, su esposa y sus dos hijos esperan con profunda angustia alguna noticia de su ser querido.