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Viernes, 21 de Julio

Sumando plata

Natalia Sánchez, una diminuta gimnasta le dio a Colombia medalla de plata en un deporte en el que no había ilusiones de ganar.

Tadeo Martínez
21 de julio de 2006

Natalia Sánchez Cárdenas, una pequeña llanera de 14 años, que practica la gimnasia con equipos obsoletos en Villavicencio, mantuvo por varias horas la ilusión de obtener una medalla de oro en la viga de equilibrio, pero fue superada finalmente por la mexicana Marisela Cantú.
Aunque Natalia llegó a Cartagena precedida de medallas de oro en los juegos Suramericanos y los Bolivarianos, no tenía opciones de conseguir una gran figuración en estos juegos en donde hay un mejor nivel, particularmente de los mexicanos y cubanos, que se llevaron el mayor número de medallas.
En los últimos cuatro años, Natalia ha obtenido siete títulos, participación que la ha llevado a convertirse en el personaje del año en el Meta por encima de otros personajes de esa región.
Su preparación consiste en entrenamientos diarios entre las tres de la tarde y las nueve de la noche durante los siete días de la semana. Su dieta es tan estricta, que en todo su cuerpo sólo hay 7.5 por ciento de grasa. Una niña de su edad sin sobrepeso puede tener un 15 por ciento. Eso se debe a los bajos consumos de alimentos grasos, cero harina y cero azúcar. Los cuales suple con vitaminas y barras energéticas.
Su preparación fue culminada en Bogotá adonde se trasladó quince días antes de iniciarse los Centroamericanos.
Este deporte, dice el entrenador mexicano Antonio Martínez Barraza, no existe sin los padres, que son los que mantienen el aliento de sus hijos, debe iniciarse desde la infancia y debe hacerse de forma gradual, consistente e intensa porque a nivel mundial hay torneos de manera permanente.
Mientras Natalia practica con implementos de 1984 que le quedaron a Villavicencio por los juegos nacionales de ese año, las mexicanas cuentan con un completo y moderno equipo y se mantienen en competencias permanentes en torneos nacionales e internacionales durante todo el año fogueándose con atletas de Europa, Asia y Norteamérica.
Estos atletas, dice Martínez Barraza, son unas máquinas, requieren de un buen estado físico y eso tiene que ver con la alimentación, con las cargas de entrenamiento y la preparación.
Andrés Llano, el entrenador de Natalia, que practicó esta disciplina hace algunos años con la selección Bogotá, dice que lo realizado por la colombiana es sobresaliente pues la Federación Colombiana de Gimnasia y el Comité Olímpico decidieron mejorar su entrenamiento patrocinando su desplazamiento a Miami por 15 días y allá le obsequiaron las bandas de las barras asimétricas, una modalidad en la que Natalia es campeona suramericana.
Natalia Sánchez no sólo tuvo dificultades en su preparación, las competidoras a las que se enfrentó son de categorías superiores y ella todavía es juvenil. “Las mexicanas, dice su entrenador, estamos creando un modelo propio pues no tenemos la estatura ni el clima en el que practican los soviéticos. Buscamos rapidez, flexibilidad, agresividad y gracia”. Con esos propósitos le han ganado a países como Bulgaria y Bielorusia. A pesar de ser un país muy nobel en la gimnasia, México tiene aproximadamente 30.000 jóvenes practicando en clubes privados y al estado, dice el técnico Martínez Barraza, “no les ha quedado de otra que apoyar el esfuerzo de las familias, que son los que han impulsado esta disciplina”.