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Camilo Zuniga lucha por el balón con Walter Ayovi, en el partido de la eliminatoria al mundial de Sudáfrica. Quito, 18 de junio de 2008. FOTO: AP

Fútbol

Sumas y restas, por Eduardo Arias

Se ganó un punto importante en Quito, Colombia lució bastante mejor que en Lima, pero todavía falta mucho para asegurar un cupo en Sudáfrica 2010. Por Eduardo Arias.

20 de junio de 2008

En esta eliminatoria tan complicada no sólo hace falta mirar qué hace Colombia sino también que dejan de hacer los rivales directos. Por ese motivo, aún más importante que el punto que ganó Colombia en Quito son los dos que no pudo ganar Ecuador. Ahora Colombia le lleva cinco puntos de ventaja a este rival directo.

Al jugarse los cinco juegos de la sexta fecha, el balance es desfavorable para Colombia. Lo único bueno, además del valioso empate en Quito (que ha debido ser triunfo por las claras situaciones de gol que generó Colombia, entre ellas un penal claro que no pitó el juez), fue el triunfo de Bolivia, que frenó a Paraguay. Pero la goleada de Uruguay a Perú 6 a 0 envalentonó a uno de los rivales directos de Colombia, tal vez el más directo de todos si se tienen en cuenta los desenlaces de las eliminatorias a Corea Japón 2002 y Alemania 2006.

No olvidar que en la última fecha Argentina, que llega ya clasificada, se amanguala con Uruguay para que los charrúas jueguen el repechaje. En la eliminatoria a Corea Japón a los uruguayos les sirvió un empate en un juego que fue una farsa y clasificaron por tener mejor diferencia de gol que Colombia. Hace tres, lo mismo. Uruguay tenía que ganarle a Argentina para dejar afuera a Colombia y “el resultado se le dio”. Así que, para asegurar un cupo al mundial, es mejor llegar más que asegurados a esa última fecha en la que los hermanitos del Río de la Plata se olvidan del fair play y de sus rivalidad histórica.

Para completar, la victoria 3 a 2 como visitante de Chile ante Venezuela en el último minuto puso a Chile en el cuarto lugar, con los mismos 10 puntos que Colombia.
 
El empate entre argentinos y brasileños ni quita ni pone, más allá del detalle anecdótico de poder ver, de hoy a septiembre, a Colombia por encima de Brasil y pegada a Argentina en la tabla de posiciones.
 
En síntesis, la tabla está muy apretada y cualquier desliz puede significarle a Colombia perder varios puestos en la clasificación.
 
Lo ideal sería poder disfrutar con lo que hace la selección Colombia y olvidarse de los demás. Pero no, hay que estar pendientes de las sumas y las restas. Eso sí, cuando uno ve jugar a Colombia como lo hizo en el segundo tiempo ante Ecuador, uno puede pasar del título de esta nota al de otra película colombiana muy taquillera: Soñar no cuesta nada. Y este equipo, cuando se lo propone, invita a soñar en una clasificación sin repechajes ni angustias ni partos a Sudáfrica 2010.