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"Tenemos la facultad de interpretar y determinar el sentido de cada artículo del TLC"

Las reservas son un buen instrumento para aprobar parcialmente el TLC y, a pesar de lo que cree la mayoría de congresistas, se puede recurrir a estas en caso de que el acuerdo comercial no satisfaga al legislativo, explica el senador Jimmy Chamorro.

30 de octubre de 2004

"El TLC, así lo queramos o no, va a ser suscrito por Colombia y Estados Unidos en una fecha muy cercana. La meta que se pusieron los negociadores es el 20 de enero del próximo año. Pero si no es el 20 de enero, creo que por tarde en marzo lo estamos firmando. Ese mismo mes el proyecto será enviado al Congreso y seguramente tendrá mensaje de urgencia. De manera que estamos hablando de que eso estará en proceso de ratificación rápidamente.

Así mismo, el Congreso lo va a aprobar por dos razones fundamentales de carácter político. Primero, porque el presidente Uribe va a imponer las mayorías legislativas, las mismas que ha impuesto sobre proyectos de ley que han sido muy importantes para él.

En segundo lugar, el Congreso nunca se ha impuesto frente a lo que compete a Estados Unidos. Estados Unidos es para Colombia el país más importante en diferentes aspectos: en lucha contra el terrorismo, la lucha contra el narcotráfico, el 50 por ciento de nuestro comercio es únicamente con Estados Unidos, etc.

Entonces frente a ese hecho inevitable de que va a pasar por el Congreso de la República, no nos queda otra alternativa que aprobarlo. Pero yo discrepo de la postura que tienen algunos que dicen que el legislativo lo único que puede hacer es aprobar o improbar. Yo creo que no es así.

Resulta que nosotros tenemos una facultad que la Corte Constitucional nos dio: las reservas. La Corte ha expresado que el Congreso, si bien puede aprobar o improbar totalmente un tratado, también lo puede hacer parcialmente. Esa es una sentencia que ya es jurisprudencia de la Corte.

Sin embargo, el tema de las reservas se puede prestar para malentendidos, y el gobierno puede argumentar que él es el único que las puede usar. Entonces hay otro instrumento al que, sin duda, el Congreso puede recurrir: las declaraciones interpretativas, que nunca han sido utilizadas por el legislativo pero que son muy útiles.

Las declaraciones interpretativas son manifestaciones a través de las cuales se dan a conocer los alcances de una norma. Es una operación intelectual que consiste en determinar el sentido del tratado, en precisar su alcance y esclarecer los puntos ambiguos u oscuros que pueda tener. Entonces allí es donde el Congreso tiene un papel extremadamente importante.

Yo discrepo de los que dicen que nuestra facultad es de notarios, decir sí o no. Resulta que no, nosotros tenemos la facultad inclusive de interpretar y determinar el sentido de cada artículo del tratado.

Las declaraciones interpretativas no pueden modificar el sentido del tratado, eso está absolutamente claro. Lo que sí se puede hacer es precisar el alcance que éste tiene para Colombia. Porque resulta que en el gobierno de Estados Unidos está limitado hasta cierto punto por su Congreso, mientras que en Colombia no y eso es gravísimo. Sin embargo, el artículo 150 numeral 16 de la Constitución dice muy claramente cuáles son las atribuciones que tiene el Congreso: aprueba o imprueba un tratado. Pero dentro de ese mismo numeral dice lo siguiente: que las relaciones internacionales de Colombia deben ser fundadas sobre tres piulares: equidad, reciprocidad y conveniencia nacional. Esos son los pilares por los que el Congreso aprueba los tratados y en ese marco se pueden expresar las declaraciones interpretativas, las cuales son avaladas por la Corte, siempre y cuando no vayan en contravía del tratado y no impongan nuevas obligaciones para Colombia.

Es fundamental que el Congreso comprenda esa parte, pues no puede limitarse a ser un notario. Esa tesis ya está haciendo escuela en la comisión segunda del Senado. De manera que yo creo que por primera vez en la historia del Congreso vamos a darles un alcance muy importante a las declaraciones interpretativas. Y no es para menos. El TLC es el tratado más importante de toda la historia del comercio de Colombia".