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ENTREVISTA

“Todo es un montaje para desprestigiar al Gobierno”: Teodolindo

Tras varias semanas de silencio, el ex parlamentario Teodolindo Avendaño, salpicado por Yidis Medina, aceptó dialogar con SEMANA.

14 de mayo de 2008

Políticamente hablando Teodolindo Avendaño Castellanos lo tiene todo. Un directorio, una pensión como asambleísta y mucha gente que lo escucha, lo consulta y le pide consejos.

Pese a ese capital de prestigio que desde hace varios años amasa, su popularidad está sobregirada en su natal Caicedonia, un pequeño municipio nortevallecaucano que limita con el Quindío y del que ha sido concejal por un periodo de 17 años consecutivos, alcalde por Decreto, al igual que en Bolívar, Valle.

La primera cuenta de cobro de ese sobregiro político ocurrió en las elecciones de 2007, cuando el partido Conservador que lidera en esa localidad, perdió una hegemonía en la Alcaldía y que mantenían desde 1970 cuando los Mandatarios eran designados por Decreto. Pero ese no fue el único golpe; su candidato a la Asamblea del Valle, Guillermo Escobar, se quemó al igual que su propia aspiración al congreso en 2006. No obstante, su paso por la Duma Departamental y las dos veces que llegó al Congreso como suplente, le permitieron gestionar obras como la construcción de la sede de la Universidad del Valle, parques y por supuesto la popular Ley Centenario más conocida como Teodolindo, que le significó al municipio recursos para obras por cerca de tres mil millones de pesos. Es tal el impacto de dicha gestión, que incluso hoy se cuelga en el despacho del alcalde contradictor, una copia enmarcada de la mencionada Ley.

Sin embargo, la cuenta de cobro de mayor valor contra Teodolindo parece correr desde hace un par de semanas cuando el escándalo Yidis Medina puso en evidencia que su ausencia en la Comisión Primera de la Cámara de Representantes, para votar el proyecto que permitiría la reelección inmediata del Presidente Álvaro Uribe, al parecer no fue fortuita ni gratuita. La jugada sirvió para que el bloque uribista obtuviera las mayorías y el proyecto siguiera su trámite en la plenaria del Congreso. “Como líder que es para nosotros el doctor Teodolindo, sería una cosa muy desagradable que se comprobara que recibió plata por ausentarse”, dijo a SEMANA Gilberto Valencia, un campesino de Caicedonia.

Tal como ocurrió hace tres años, la humanidad de Teodolindo se esfumó para los medios de comunicación. Pero pudo más la fuerza de la costumbre y la pasividad que ofrece su pueblo de crianza, que la necesidad de escabullírsele a la opinión pública. Por esa razón, preguntar en Caicedonia por Avendaño, es tan simple como buscar al bobo del pueblo. Todos lo conocen, le hablan y saben en detalle cada uno de sus movimientos. De allí que cualquier parroquiano describe sin titubeos la agenda diaria del curtido político que nació en Tulúa. “Todos los días sale de su casa en la plaza central del pueblo y camina una cuadra hasta el directorio; atiende a algunas personas y posteriormente se dirige hacia su segunda oficina, el café El Nevado. Allí ´gasta garganta´ hasta la hora del almuerzo y en la tarde repite el ritual y da algunas vueltas al pueblo en su carro y con sus escoltas. Siempre llega a la casa después de las 9:00 p.m.”, relató José Benavides, un vendedor de dulces que diariamente se estaciona en el parque principal de Caicedonia.

Por esa razón, llegar a Teodolindo Avendaño es una tarea fácil; lo difícil es hacer que hable o responda preguntas y especialmente a los periodistas. Pese a su obstinada actitud de no dar declaraciones especialmente ante los medios de comunicación, Avendaño aceptó entrevistarse con un reportero de SEMANA, aunque advirtió que no hablaría del tema Yidis Medina y mucho menos de su situación ante un eventual llamado de la Corte Suprema de Justicia.

Enclaustrado en una oficina improvisada al interior del directorio político que preside, respondió algunos de los interrogantes. Su estado de ánimo demuestra debilidad, pero al escucharse el timbre de su voz, propia de caudillos, la vitalidad de sus 72 años de edad recorre su delgada figura y el vaivén de sus manos se reduce, desaparece. “Estoy tranquilo y despreocupado”, advierte con sigilo.

¿Por qué tanto ruido a su alrededor?

Cuando hay intereses especialmente muy grandes como los que existen en este caso, hacen montajes para desprestigiar precisamente a las personas. Yo sabré aclarar esa situación a su debido tiempo ante la honorable Corte Suprema de Justicia.

¿Quiénes están detrás de ese supuesto montaje?

Lo que tenga que hablar precisamente sobre ese montaje que han hecho, lo haré ante la honorable Corte Suprema de Justicia.

Pero son muchas las cosas que se deben explicar..

Hay el propósito de hacerle daño no solamente al Gobierno sino a la gente de bien. Esa es la triste realidad.

¿El Gobierno le ofreció pagos o prebendas por ausentarse el día que votaron el proyecto de reelección presidencial?

Te dije que sobre ese particular yo no doy ninguna respuesta, porque lo que tenga que decir lo haré ante la honorable Corte suprema de Justicia. Si hay un gobierno honesto, es el de Álvaro Uribe Vélez; ni él me ha ofrecido prebendas, ni yo se las he pedido.

¿Conoce al notario 67 de Bogotá, el señor Luis Camilo O´meara?
Ya te advertí y fui muy claro en eso. Lo que tenga que hablar lo haré ante la Corte Suprema de Justicia.

¿Qué tiene que decir sobre las consignaciones y pagarés que entregó como pruebas a la CSJ, la ex parlamentaria Yidis Medina?

Como lo dije en un principio todo eso es un montaje en contra del Gobierno y en contra de las personas honestas que de una u otra forma estamos colaborando por el bien del país.

¿Teme por lo que pueda pasar con su futuro inmediato?

Estoy muy confiado y muy tranquilo, porque a nadie le hago mal. Soy un hombre limpio, transparente y por eso me he abstenido de dar declaraciones a los medios de comunicación.

¿Ya tiene abogado para que lo defienda ante el eventual llamado de la CSJ?

Vuelvo y te digo, todas esas cosas son de mi resorte, de manera que no tengo por qué dar explicaciones a ningún medio de comunicación.

¿Usted es un político corrupto?

Los tres años que estuve como alcalde en el municipio de Bolívar, jamás cobré un viático ni compré una pasta; todo era de mi bolsillo. Igual ocurrió en mi pueblo Caicedonia donde todo el mundo sabe que el sueldo que recibo por mi pensión lo reparto a la gente porque cuando llegan a mi directorio a decirme que no tienen que ´echarle a la olla´, inmediatamente estoy solucionando el problema mandándole un mercadito o enviándoles remedios.

¿Es un hombre adinerado?

No tengo capital. He sido un pequeño caficultor golpeado por la crisis cafetera y el terremoto del Eje Cafetero; durante esa crisis me llené de deudas y para pagarlas tuve que vender una casita de mi esposa y terminé de cancelar todo en 2004 con mi sueldo durante el año que fui Representante a la Cámara.

Hábleme de una casa que adquirió recientemente.

Para que la opinión pública nacional conozca la verdad, tengo que decir que la casa que tengo actualmente en la plaza principal del pueblo, la compré el año pasado gracias a un préstamo por $85 millones en Bancafé y unos pequeños ahorros que tenía

¿Cuánto costó esa casa?

Costó $122 millones, de los cuales yo había ahorrado $37 millones, más los $85 millones del préstamo en Bancafé, crédito que pago en cuotas mensuales por un periodo de nueve años.

¿Se ha sentido rodeado por su familia; cómo asumieron el problema?

Todos nosotros somos muy unidos.