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Hernando Molina, gobernador del Cesar; y Jorge 40, paramilitar.

PARAPOLÍTICA

Un gobernador en la mira

La Fiscalía llamó a indagatoria a Hernando Molina, la primera autoridad del departamento del Cesar, señalado de manejarle la plata al paramilitar Jorge 40. “Voy a colaborar con la justicia”, anunció el gobernador.

15 de febrero de 2007

De entrada los cargos son demasiado graves: autoría intelectual de una masacre y el manejo financiero de dineros del paramilitar Jorge 40. Por estos señalamientos tendrá que responder el gobernador Hernando Molina, primo del senador Álvaro Araujo, detenido anoche por el escándalo de la para-política.

En la diligencia judicial, en principio fijada para el próximo 12 de marzo, Molina deberá explicar las acusaciones que lo señalan como colaborador y persona cercana al jefe paramilitar Rodrigo Tovar Pupo, ‘Jorge 40’, considerado como uno de los hombres más duros de la estructura armada de esta organización ilegal. Trascendió que el gobernador le manejó parte de los recursos financieros a este paramilitar cuando se encontraba de cónsul en Guatemala. El mandatario seccional anunció en la mañana de hoy que estaba dispuesto a colaborar con la justicia aunque aclaró que aún no había sido notificado de la decisión de la Fiscalía.

Desde que se llevaron a cabo las elecciones departamentales, en 2003, las sospechas cayeron sobre este gobernador. En aquellos tiempos se afirmaba que en la región se hacía lo que los paramilitares ordenaban. Y parece que así fue. A la gobernación del departamento se presentaron inicialmente tres candidatos: Cristian Moreno Panezo, Abraham Romero Ariza y Hernando Molina Araujo-quien es hijo de la asesinada ex ministra de cultura ‘la Cacica’ Consuelo Araujo-. Sin embargo, con el correr de los días los dos primeros se abstuvieron de participar en hechos que son materia de investigación y Molina terminó siendo el candidato único.

Para nadie era un secreto que los otros dos renunciaron a sus aspiraciones por las fuertes amenazas de los paramilitares. Así fue como otro miembro del clan Araujo llegó a la gobernación del Cesar.

El 6 de agosto de 2003, cuando Moreno y Romero retiraron su candidatura, dijeron a través de un comunicado que su decisión obedecía a que el "departamento del Cesar ha sido sometido por el unanimismo y la dictadura política que históricamente ha impuesto una 'coalición de intereses' ampliamente conocida en nuestra territorialidad". Y a las "particulares condiciones de intolerancia" que impiden unas mínimas garantías para hacer política.

Aunque los candidatos no explicaron a qué 'coalición de intereses' se referían mucha gente lo interpretó como una alusión al guiño que hizo 'Jorge 40', cuya influencia también se siente en el Cesar. "La connotación paramilitar que le han querido dar a la campaña de Hernando es carreta", le dijo a SEMANA en su momento Álvaro Araújo, senador del Cesar, que en 2003 apoyaba a su primo. "Él tiene la experiencia, el conocimiento y además capitaliza la popularidad de su mamá".

En aquella época, el resultado se dirimió a favor de Molina, pues se dijo que era evidente que el hijo de 'La Cacica', uno de los personajes más queridos por los vallenatos, recogería la devoción que sienten por su madre cruelmente asesinada por las Farc y que seguramente ganaría si hubiera otros candidatos, aun sin el apoyo soterrado delas autodefensas.

Un voto de protesta

Sin embargo, cayó sobre Molina el manto de la duda. Y mucha gente que interpretó esta decisión como una provocación innecesaria de los paramilitares decidió votar en blanco. Fueron miles de personas los que depositaron así su sufragio en la urna como una expresión simbólica de rechazo. En el escrutinio final dice que ganó Molina del Partido Liberal Colombiano con 139.761 votos, pero el voto en blanco logró la histórica cifra de 70.138 y eso sin sumar las tarjetas que muchos electores no marcaron que contabilizaron 52.707.

El gobernador asumió, sin embargo, su cargo y empezó su gestión. Ante el reciente escándalo de la para-política llevaron a los investigadores de la fiscalía a indagar a comienzos de este año en Valledupar los vínculos entre políticos como Molina y los ‘paras’ en este departamento de la costa. Como resultado de dichas averiguaciones, fue que en la noche se conoció el llamado a indagatoria del gobernador Molina.

Si bien el llamado al gobernador del Cesar se hace al tiempo que la captura de su primo, Molina no es el primer mandatario departamental envuelto en la parapolítica. En noviembre del año pasado, el gobernador de Magdalena, Trino Luna también fue involucrado al mismo proceso por sus declaraciones sobre la reunión de 2001 en la que unos 40 congresistas, Salvatore Mancuso y otros jefes paramilitares supuestamente planearon la estrategia a seguir en las elecciones de 2002.

En su momento el caso del gobernador Luna fue de los que más llamó la atención entre los políticos vinculados, porque fue la primera vez que se concretaban acciones de investigación sobre los rumores de sus vínculos con actores armados. El mandatario fue salpicado desde hace tres años, cuando en plena campaña para su elección la senadora Piedad Córdoba denunció públicamente que los paramilitares lo impusieron como candidato único a la gobernación de Magdalena.

Con Molina ocurrió lo mismo que con Luna. Las versiones sobre sus vínculos con los ‘paras’ aumentaron hasta convertirse en vox populi, pero sólo hasta ahora se inicia una investigación formal.

El otro político regional de peso que está en la mira es gobernador de Sucre Salvador Arana Sus, quien dirigió los destinos de este departamento entre 2001 y 2003. el llamado a Arana es por su relación en el asesinato de Eudaldo Díaz, alcalde del Roble, un pequeño municipio del departamento. Luego de dejar la gobernación, Arana se fue de diplomático a Chile, aun no se ha presentado ante las autoridades y está vigente una orden de captura en su contra.