Home

On Line

Artículo

Imagen de la Catedral de Cali, ubicada en la Plaza de Caycedo, epicentro del escándalo. Se afirma que aquí hubo actos sexuales con religiosos. FOTO: FABIO POSADA / REVISTA SEMANA

RELIGIÓN

Un nuevo escándalo en el que el sexo vuelve a ser protagonista sacude a la Iglesia Católica

Graves denuncias sobre pago de favores sexuales por parte de sacerdotes de la Arquidiócesis de Cali con dinero de sus feligreses hace el ex presidente del Tribunal Eclesiástico, Germán Robledo.

22 de agosto de 2007

En abril pasado el sacerdote Germán Robledo Ángel, ex presidente del Tribunal Eclesiástico y párroco de la iglesia Santa Filomena, envió una carta al arzobispo de Cali, monseñor Juan Francisco Sarasti, en la que daba cuenta de las supuestas violaciones a la disciplina que debe regir a los servidores católicos. En respuesta Sarasti guardó silencio, jamás se pronunció oficialmente sobre los informes del alto Tribunal y en algunos círculos manifestó que era muy difícil de probar la veracidad de las denuncias. Esto motivo la salida de Robledo de esta dependencia, la que dirigió por 23 años. Hoy, en medio del escándalo que se ha desatado, monseñor Sarasti reconoció que conocía sobre los hechos y que los mismos son materia de investigación.

El grueso de las denuncias, contenidas en la misiva, relacionan que varios sacerdotes, incluyendo al párroco de la catedral Fred Potes, pagaban favores sexuales con dinero donado por los feligreses. Este religioso ya era conocido en el cerrado mundo sacerdotal de Cali porque cuatro años atrás al capo de la mafia Juan Carlos Ramírez, alias ‘Chupeta’, estaba ofreciendo una jugosa donación a cambio de que les celebraran la primera comunión a sus dos pequeñas hijas, que por motivos de su salida del país, no tenían tiempo para hacer el curso. Varios clérigos se negaron y finalmente el padre Potes las bendijo.

Las denuncias podrían implicar a más religiosos y personas cercanas a la Arquidiócesis de Cali. Entre las afirmaciones que hizo Robledo a los medios de comunicación esta mañana dijo que “se conocen cerca de seis casos de sacerdotes que tienen concubinatos, hijos y hasta denuncias por inasistencia alimentaria”.

En la carta firmada por Robledo advierte además de “crónicas y vergonzosas conductas homosexuales de amigos (del arzobispo Sarasti) y colaboradores cercanos del gobierno de la Arquidiócesis. La catedral se convirtió en antro de sodomía no porque tengan allí lugar estos hechos sino porque acuden personajes peligrosos”. Y agrega que “¿Cómo es posible que se toleren conductas aberrantes como la de pedir limosna a los fieles con engañosos nobles fines, cuando son para pagar hipotecas y extorsiones de las que son víctimas los curas por antiguos y recientes servicios sexuales de toda índole, que les practican degenerados de la calle y jóvenes que se acercan a pedir ayuda económica?”.

Las reconvenciones de Robledo contra el arzobispo Sarasti suben de tono, “Sus sacerdotes gastan millones pagando favores sexuales cada mes y usted no hace nada. ¿Qué ha hecho frente a aquel sacerdote que usted ordenó el mismo día que daba a luz a un hijo?”. Robledo también explica que el arzobispo le respondió a su carta minimizando los hechos, “todas estas cosas pertenecen a la vida privada del sacerdote y no a su vida pública. Terrible aberración. Ahora entiendo su público apoyo a aquel sacerdote que violaba a los niños que recogía de la calle, lo que escandalizó a la ciudad”. Una clara alusión al caso de pederastia en un hogar de paso para niños de la calle que sacudió a Cali un año atrás y por el cual la Iglesia absolvió a los involucrados.

Robledo termina afirmando que estas situaciones ocurren desde hace 10 años y fueron reveladas en 2006 pero “no se tomaron los correctivos necesarios”. Tras revelar todo este escándalo a la prensa nacional, el padre Robledo Ángel decidió renunciar a su oficio como guía espiritual y pastor de la iglesia Santa Filomena de Cali. “Un buen número de sacerdotes hemos despertado y queremos defender nuestra iglesia, en la que no somos advenedizos y que es el legado de nuestros mayores en la fe”. Finalmente manifestó que teme por su vida, “si algo me llega a pasar por estas denuncias, que el señor arzobispo responda”.

Monseñor Juan Francisco Sarasti expidió un comunicado en el que anuncia que la Iglesia hará una investigación para establecer lo ocurrido.