Uribe destapa sus cartas

El presidente Álvaro Uribe anunció este jueves el paquete legislativo que presentará al Congreso para las sesiones ordinarias del próximo año. De acuerdo con lo previsto, el jefe de Estado hizo un llamado a los senadores y representantes para que ayuden al gobierno en la aprobación de las reformas al régimen tributario, a las transferencias y al sistema financiero, entre otras.

El anuncio fue hecho durante el acto de instalación de las sesiones ordinarias del nuevo Congreso, al cual llegó sobre las cuatro de la tarde con un discurso de 17 páginas, más bien escueto en sus formas y de profundo contenido en materia económica.

Anunció que durante el próximo año buscará la cobertura plena en educación básica y salud así como créditos para los departamentos a fin de que puedan financiar la universalidad en el servicio de agua potable. También insistió en la necesidad de aprobar el TLC, en la creación de un subsidio en el transporte público para los ancianos y los estudiantes y en una interventoría a las regalías para evitar que terminen en manos de políticos corruptos. En materia laboral anunció un proyecto de ley para que los empleadores vinculen a término indefinido a los trabajadores temporales y propuso la creación de la figura de “pensión concurrente”, mediante la cual la suma de las cotizaciones de los cónyuges les permita acceder a una pensión.

Uribe sólo abandonó el libreto económico para pedir el respaldo a tres propuestas polémicas: la reelección de alcaldes y gobernadores, la reforma a la justicia (incluida la “reglamentación de la tutela”) y la penalización la dosis personal.

Lo demás fue un balance sobre algunos de los logros de su gobierno y la necesidad de continuarlos para acelerar el ritmo de crecimiento nacional. Las propuestas para la solución del conflicto armado brillaron por su ausencia. No hizo una sóla mención a las guerrillas ni a los paramilitares, y tampoco a la nueva reglamentación de la Ley de Justicia y Paz, en la que los jefes desmovilizados de las AUC tienen cifradas sus esperanzas.

Los proyectos económicos

Uribe dijo que los proyectos líderes de su propuesta económica son la reforma tributaria, el Acto Legislativo de transferencias a las regiones y el proyecto de ley para el sistema financiero.

Señaló que la reforma tributaria tendrá cuatro aspectos principales: la reducción de las tarifas de renta que premie especialmente a quienes invierten en el país; el impuesto al patrimonio (inicialmente para fortalecer el gasto militar); la elevación de la exención a los ingresos laborales para que cobije a los colombianos que devengan hasta siete salarios mínimos y los cambios en el IVA.

Los principales cambios al IVA serán, según el Presidente, la eliminación del gravamen para los “computadores populares y de calidad”, la devolución anticipada de los dos puntos para los colombianos de estratos populares y el mantenimiento de cuatro puntos que se cobran a la telefonía móvil. No habló sobre el impacto del tributo en los principales productos de la canasta familiar.

El Presidente quiere que la reforma esté articulada con propuestas que permitan la creación de subsidios cruzados en salud, educación y transporte para estudiantes, niños y ancianos.

En este punto mostró preocupación por la forma como su nombre pasará a la historia del país y llamó al Congreso a que le ayude para que la reforma sea recordada como “una reforma estructural”.

Respecto a las transferencias dijo que los departamentos y municipios han mejorado sus indicadores fiscales y de endeudamiento y propuso volver permanente el esquema de distribución de recursos que hoy es temporal.

Reforma a la justicia

El Presidente anunció varios proyectos “para mejorar la justicia”. Según Uribe, estas iniciativas serán concertadas con los magistrados de las altas cortes.

Sorprendió al auditorio con una cuidadosa defensa de la tutela contra providencias judiciales y de la Corte Constitucional como última palabra en el choque de trenes entre las cortes sobre este asunto, cambiando su posición de hace cuatro años cuando su ex ministro de Justicia Fernando Londoño presentó un proyecto de reforma a la justicia que convertía a la Corte Constitucional prácticamente en una sala de la Corte Suprema. Sin embargo, acto seguido Uribe insistió en reglamentar su alcance contra sentencias judiciales de otras cortes y dijo que “se debería considerar, por ejemplo, un término de caducidad y la alegación previa de la vulneración para su procedencia” lo cual ya forma parte de la jurisprudencia de la Corte Constitucional sobre tutelas contra sentencias. Tocará ver los detalles de la propuesta cuando la presenten.

También pidió revisar las penas por delitos como el maltrato infantil y la violencia intrafamiliar e insistió en la penalización de la dosis personal, tema que se hundió en el referendo de 2003. Según él, “el diálogo con los compatriotas indica que la no sanción a la dosis personal de substancias alucinógenas ayuda a provocar el consumo. Mucho más grave: fomenta la criminalidad a partir del auspicio del tráfico”.

En su única alusión al conflicto armado dijo que “uno de los retos de la justicia del Estado es eliminar los resquicios de justicia privada con todas sus derivaciones como las famosas oficinas de cobro, asesinas y perturbadoras, que han operado en ciudades como la mía, donde todavía obstaculizan la recuperación definitiva de la tranquilidad”.