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Roy Barreras, representante a la Cámara por el partido Cambio Radical.

REFORMA POLÍTICA

“Vamos a remendar esa silla vacía”: Roy Barreras

En entrevista con Semana.com el representante a la Cámara por el partido Cambio Radical evalúa la reforma política que pasó ayer en su quinto debate.

César Paredes
16 de abril de 2008

 Semana.com habló con el representante a la Cámara, Roy Barreras, quien pertenece al partido Cambio Radical sobre cuáles fueron las variaciones del texto aprobado, cuáles son sus implicaciones y cómo debería ser, según él, una reforma política que garantice la protección de los partidos de las mafias y grupos al margen de la ley.

Semana.com: ¿Cómo vio el texto de la reforma aprobada que deberá ser discutido en la plenaria de la Cámara?

Roy Barreras: Hay que reconocer que fue un pasito pequeño que se dio, pero esta reforma no cierra las puertas a la mafia, no logra blindar las instituciones democráticas. Sin embargo, es mejor tener algo, así sea tímido. Los reformistas queremos cambios más severos, pero si la hundimos quedamos en nada.

Semana.com: Entonces, ¿qué debería tener una reforma, como usted dice, más severa?

R. B.: Se dejaron temas de lado que yo propuse y que a mi parecer eran muy importantes. Pero ya no se podían discutir porque no fueron debatidos en la primera vuelta.
 
Semana.com: ¿Cuáles?

R. B.: Primero: el voto obligatorio sería una forma de hacer que una gran mayoría de personas se expresaran en las urnas. Las mafias no podrían amenazar a 12 millones de personas, que es la cantidad de personas que no votan. Ésa sería una forma de fortalecer la democracia.

Segundo: La creación de un Senado mixto que contemple una mayor representación de los departamentos. En este momento hay 14 departamentos sin representación. Con la creación de un senado regional se fortalecería esa falencia, se evitaría la compra de votos y tendríamos senadores decentes.

Tercero: el tema de las listas abiertas. La gente vota por el candidato que prefiere de una lista que aparece en la tarjeta electoral. Esa lista es, a mi juicio, una de las troneras más grandes para el clientelismo, y la llamada ‘operación avispa’ (que consiste en que cada congresista gestiona por su cuenta los votos que necesita para poder entrar en la gesta electoral). Hay que cerrar la lista si lo que se busca son partidos fortalecidos. De esa manera la responsabilidad por la relación de un congresista con la mafia cae directamente sobre el partido.

Semana.com: En esta reforma se aprobó una propuesta suya: la de la ‘silla vacía’. Pero no como usted la planteó. ¿Qué piensa de eso?

R. B.: Hay que remendar esa silla, porque está coja. Se aprobó que cuando un congresista fuera condenado por su relación con grupos ilegales o narcotraficantes, el partido pierde el derecho a la curul. Pero pueden pasar tres años para que un congresista sea condenado en última instancia. Mi propuesta decía que debía perder la curul cuando fuese detenido, a más tardar,  debe ser cuando el congresista sea llamado a juicio.

Hoy el representante por el partido liberal Germán Olano, dijo que iba a apoyar mi propuesta en el debate de plenaria. El representante del Polo, Fernando Navas y Carlos Soto, del partido de la U, también han expresado que van a apoyar la propuesta. Vamos a remendar esa silla coja.

Semana.com: Otra de las sanciones que se aprobó es la pérdida de la personería jurídica de un partido cuando el 50% de sus congresistas sean condenados por vínculos con grupos al margen de la ley o narcotráfico. ¿Qué piensa de eso?

R. B.: Que nunca va a pasar. Mi propuesta era que se castigara a un partido con el 30%. En el texto de la reforma aprobado en primera vuelta decía que si el partido perdía el 50% de sus miembros en el Senado o la Cámara de Representantes. En el texto aprobado ayer se cambió la ‘o’ por la ‘y’. Quiere decir que ya no sólo se necesita que un partido pierda la mitad de sus miembros en una de las corporaciones, sino en la suma de las dos. Una letrica cambia totalmente el espíritu de la reforma.