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Visas 'a la carte'

La conexión entre una francesa del consulado en Bogotá y varias agencias de viajes, servía para traficar visas auténticas a la 'Ciudad Luz'.

9 de septiembre de 2002

Los funcionarios de la embajada de Francia están aterrados por la forma en que operaba una organización dedicada al tráfico de visas. "El negocio era relativamente sencillo y se ganaba muy buena plata", le dijo a SEMANA uno de los investigadores del DAS.

La información que tiene en sus manos el DAS y la Fiscalía, involucra a madame Mireillye Gaillague, como la presunta responsable de una conexión con agencias de turismo, que cobraban entre 600.000 y un millón de pesos por una visa auténtica (cuando cuesta 86.000 pesos), pero con documentos falsos. El viajero sólo tenía que entregar el pasaporte y empacar maletas. El resto lo hacía la organización.

Falsificaban la carta laboral, los extractos bancarios, el voucher del hotel y el certificado de asistencia médica internacional. Ya con los documentos en mano, un tramitador de la agencia de viajes se los entregaba al agente de policía al servicio de la sede diplomática, que tenía instrucciones de madame para recibirlos. Así lo dice la investigación de las autoridades que comenzó hace 15 días y que dio mérito para capturar a madame Gaillague por los presuntos delitos de falsedad en documento privado y concierto para delinquir. La mujer permanece detenida en una reconocida clínica de la capital por quebrantos de salud. "A madame no la cobija el fuero diplomático, pero se comportaba como si fuera la dueña y señora de la embajada", le dijo a SEMANA un funcionario del consulado que pidió reserva de su nombre. Según la investigación que adelantó el DAS, la mujer, de 54 años, cumplía funciones administrativas, pero conocía como nadie los pasos que debían recorrer los documentos, hasta lograr la firma del vicecónsul David Grandulatio, quien era asaltado en su buena fe.

Con base en los datos que han suministrado varios funcionarios de la sede diplomática, los fiscales solicitaron la orden del peritazgo de las cuentas bancarias de Mireillye Gaillague y su esposo, quien era hace 12 años el agregado militar de la embajada de Francia en Colombia.

Hasta ahora existen cuatro órdenes de captura y agentes encubiertos tratan de desmantelar toda el entramaje que logró penetrar los muros diplomáticos para engañar al vicecónsul. Según la investigación, la conexión colombo francesa funcionaba hacía unos seis meses y estarían comprometidas dos agencias de viajes de Bogotá y una de la Costa Atlántica.

Por orden del embajador de Francia en Colombia, Daniel Parfait, se reforzó el trámite para otorgar las visas y ahora se estudia con lupa papel por papel. Las medidas consulares se hicieron más estrictas para las agencias y sólo algunas están autorizadas para utilizar documentadores en la sede diplomática.

Una visa francesa tiene un costo de 86.000 pesos que debe consignarse en una cuenta bancaria de la embajada y las agencias cobran por lo general, entre 30.000 y 100.000 pesos por los trámites y el servicio que prestan.

Dada la enorme demanda de visas en los distintas consulados de la capital del país, este tipo de maniobras podría estar sucediendo en otras sedes diplomáticas. Por eso, las autoridades alertaron a los consulados del país para que eviten la corrupción y ayuden a desmantelar estas organizaciones, tal y como lo hizo la propia embajada de Francia.