“Si no invertimos en ciencia estaremos condenados al subdesarrollo”

En un hecho sin precedentes en el país, los científicos salieron a las calles a protestar en contra del proyecto de presupuesto general de la nación para 2018 radicado en el Congreso y que recortaría en un 41 por ciento el monto que el gobierno le gira a Colciencias. El plantón estuvo convocado por la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y la Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia y participaron científicos de renombre nacional como Enrique Forero, Moisés Wasserman y Eduardo Posada. SEMANA habló con Gabriela Delgado, Directora del Departamento de Farmacia de la Universidad Nacional y líder de las manifestaciones que llevaron a cabo los científicos hace un par de días. Sus palabras pintan un futuro poco alentador para la ciencia, un sector que nunca ha sido prioritario para los gobiernos del país.

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Ella manifestó que el recorte presupuestal proyectado por el Gobierno para el próximo año, “en carta blanca significa dejar de financiar nuevas investigaciones en el 2018 y la posibilidad que otros más se detengan debido a la falta de recursos”. Además considera que esta reducción es una burla y falta de respeto de Juan Manuel Santos a los científicos colombianos: “hace unos años el presidente dijo que se comprometía a aumentar el presupuesto al sector de ciencia al 1 por ciento del PIB y selló su promesa con uno de los tantos cheques simbólicos que está acostumbrado a entregar. Sin embargo, al poco tiempo nos incumplió al reducirle año a año el presupuesto a Colciencias y al dejar en manos del sector privado la responsabilidad de invertir el 50 por ciento de ese 1 por ciento del PIB en ciencia, cuestión que por supuesto no sucedió. Ahora nos encontramos igual que hace unos años con una inversión en I+D que ronda el 0.2 por ciento”.

“Lo que vemos en las acciones del gobierno con respecto a la ciencia es una incomprensión de la importancia del tema para el futuro del país y una falta de planeación que trata de remediarse con anuncios publicitarios. Si algún sector se queja, el Gobierno publicita una serie de promesas que se quedan en eso, y en el mejor de los casos cuando se intentan cumplir, se hacen sin planeación. En el caso nuestra comunidad, Santos nos prometió que con los acuerdos de La Habana, se aumentaría el dinero para ciencia y educación, pero ahora vemos todo lo contrario: nuestro presupuesto disminuye mientras que el de defensa aumenta. Si nos miente a nosotros, las personas que gracias a Dios tuvimos acceso a la educación, nos formamos, y leemos. ¿Qué puede esperar el pueblo colombiano que no ha sido privilegiado con la educación?”, afirma Delgado.

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Más allá de la reducción del presupuesto a Colciencias, lo que le preocupa a Delgado es que esa falta de interés por la ciencia podría tirar a la basura años de investigación: “los científicos nos parecemos mucho a los deportistas. De manera similar a ellos, nosotros nos mantenemos en una constante competencia con profesionales de todo el mundo para ver quién llega primero a la meta, que en nuestro caso es un nuevo hallazgo materializado en una patente o una publicación científica. Por ejemplo en la búsqueda de una cura de una enfermedad existen miles de científicos en el mundo entre los que nos encontramos los colombianos. Si no conseguimos financiación nuestros colegas van a llegar a la meta primero y nuestras investigaciones, muchas de las cuales llevan hasta 20 años, quedan obsoletas, lo que nos condena a depender del conocimiento de otros países”.

Pero ese problema no es exclusivo del gobierno de Santos sino que data de décadas atrás y hunde sus raíces, según Delgado, en el extractivismo, base de la economía colombiana, “en donde la gente prefiere abrir huecos y optar por el fracking que invertir en ciencia y conocimiento, lo que deriva en una mayor de dependencia de los sectores primarios y que nos mantengamos en el subdesarrollo. Si uno ve ningún país desarrollado depende de los recursos naturales como el petróleo sino de la ciencia y la tecnología”.

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Si bien la desatención a la ciencia ha sido histórica, el anuncio de la reducción del presupuesto de Colciencias colmó la paciencia de los científicos, y por eso abandonaron la pasividad y se lanzaron a la calle a protestar. Delgado dice que se mantendrán en “pie de lucha” y que aunque saben que una tendencia histórica de falta de apoyo a la ciencia y el conocimiento difícilmente se puede reversar en pocos días y mediante un decreto, buscarán que el gobierno mantenga el mismo presupuesto que tiene hoy Colciencias para el próximo año, “por lo menos para evitar que muchas investigaciones que están andando no se tengan que abandonar”.