El Comprimido
Junio 16 de 2014 Eduardo Arias
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Die Mannschaft!
Alemania suele, de tarde en tarde, comenzar los mundiales con presentaciones
contundentes. En Inglaterra 1966 comenzó con una goleada 5 a 0 a Suiza, en la
que le mostró credenciales al mundo un jovencito de 20 años llamado Franz
Beckenbauer. En Italia 90 la víctima fue Yugoslavia, que tuvo que soportar un
inapelable 4 a 1. En Corea Japón 2002 el turno fue para Arabia Saudita (8 a 0,
con cuatro goles de Klose) y en Sudáfrica 2010, un 4 a 0 a Australia. En esta
ocasión, la víctima de uno de estos apabullantes debuts de Alemania fue nada
menos que Portugal, un equipo con muchas luminarias y que cuenta entre sus
filas al galáctico Cristiano Ronaldo, que de galáctico no tuvo nada ante el
poder avasallador de los alemanes. Como dato, cada vez que Alemania empieza así
de bien, termina bien arriba. Subcampeón en 1966, campeón en Italia 90, subcampeón
en Corea-Japón 2002 y tercero en Sudáfrica 2010.
Müller por dos
A partir de 1974 y durante muchos años Gerd Müller tuvo el récord de ser el
jugador que más goles había marcado en los mundiales: 14. El registro se lo arrebató
Ronaldo, de Brasil, cuando anotó su gol número 15 ante Ghana en Alemania 2006.
Cuando se hablaba de fútbol y decía Müller se pensaba automáticamente en el pequeño
gran Gerhard. Pero a partir del Mundial de 2010 las cosas cambiaron. Otro Müller,
también bávaro y también jugador del Bayern Munich, fue el goleador de aquel
torneo con cinco tantos. Hoy le marcó tres más a Portugal, así que su cuenta personal
ya va en ocho. Está a dos goles de los 10 que anotó Gerd en un solo Mundial (México
70) y a sólo seis de los 14 que marcó el bombardero de la nación. A Alemania le
falta jugar, por lo menos, dos partidos más de la fase de grupos, y puede
llegar a jugar seis más si alcanza las semifinales. Difícil que logre alcanzar
la marca, pero como están las cosas con esta selección de Alemania que apabulló
a Portugal, no es del todo improbable que Thomas emule al inolvidable y
legendario Gerd en Brasil 2014.
Hasta que al fin…
Mundial de fútbol sin partido hueso no es Mundial. México y Camerún se habían
aproximado un tanto a ese nivel de ineptitud, pero lo hecho hoy por Nigeria e
Irán ha sido decepcionante, aburridor y, sobre todo, indigno de un torneo que
se ha caracterizado por mostrar algunos partidos de altísimo nivel técnico, y
otros más con una dosis de intensidad, dramatismo o cantidad de goles que los
hizo entretenidos. Muy bien, ya tocó aguantarse el primer hueso, esperemos que
no tengamos que padecer demasiados partidos como este.
Qué pasa con África
Si no fuera por Costa de Marfil y su
no muy convincente triunfo por dos goles a uno ante Japón, lo de África en este
mundial sería francamente alarmante. Porque, además del ya citado empate sin goles de Nigeria ante
Irán, Ghana fue incapaz de superar a un equipo de Estados Unidos que se fue en
ventaja a los 30 segundos de juego y que esperó a ver con qué salían los
africanos. Y sí, mostraron ganas, le pusieron empeño al asunto, obligaron a
correr a los norteamericanos y el trámite del partido fue entretenido. Pero… qué
ineptitud para atacar con criterio. Todo iba muy bien hasta que llegaban al ártea.
Centraban mal, no sabían hacer el pase necesario para definir, remataban con
una puntería lamentable. Y cuando por fin lograron hilvanar la jugada del gol
del empate (y vaya golazo, uno de los mejores del torneo), en una pelota quieta
Estados Unidos marcó el segundo, cuando quedaban muy pocos minutos por jugarse
y a Ghana se le habían acabado las ideas. Ya debutaron los equipos de la
llamada África subsahariana (o negra), falta ver con qué sale mañana Argelia
ante la muy promocionada Bélgica. Hasta ahora lo mejor que ha mostrado África en
Brasil 2014 son las camisetas de los equipos que utilizan productos marca Puma
(en particular la de Ghana) y el colorido de sus hinchas que bailan sin cesar,
así lo que muestren en la cancha sus equipos haya sido hasta el momento tan
pobre.