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4+1 es mejor que 5-0

El académico Guillermo Maya explica por qué considera un acierto la propuesta del rector de la Universidad Nacional. Foro con los lectores.

Semana
14 de noviembre de 2004

La propuesta de reforma para la Universidad Nacional hecha por el rector Marco Palacios está presentada en dos documentos, "Hacia la innovación institucional en la Universidad Nacional", (Sep., 2003), y "la Reforma Académica que requiere la UN de Colombia" (Sep., 2004). El principal punto de debate es la conversión de las carreras de 10 semestres en 8 semestres académicos.

El rector propone una visión orgánica sobre el sistema universitario, desde el pregrado hasta su último nivel, los estudios de doctorado. Las universidades colombianas todavía no tienen el ciclo completo de formación superior, y existen muy pocos doctorados. En este sentido, la propuesta pretende convertir a la UN en una universidad de investigación y de doctorados, pero fortaleciendo los estudios de pregrado, la base de la pirámide educativa y de investigación superior.

El rector plantea convertir los estudios de pregrado, que tienen una matrícula de 40.488 estudiantes en el 2004, de 10 semestres a 8 semestres. Esto significa no una reforma mecánica de menos cursos sino una reforma en la manera de estudiar, de hacer docencia y de actualizar constantemente los currículos. Actualmente los estudiantes de pregrado cursan 5 años de estudios, y al finalizar muy pocos estudiantes pueden acceder a los estudios de posgrado, especializaciones, maestrías y doctorados. La misma UN sólo tiene 3604 estudiantes en posgrado. Además, si tenemos en cuenta que el 70-75% de los estudiantes son de estratos 1, 2 y 3, estos estudiantes están impedidos, en la práctica, a los costos actuales de la UN, a seguir sus estudios de posgrado, como los de especialización, porque tendrían que pagar cerca de dos millones de pesos por semestre. Esto quiere decir que el actual sistema de 5 años se convierte en la realidad en el 5-0, no para todos, pero sí para la mayoría, que hacen parte de una primera generación en llegar a la universidad, de estudiantes que no pueden seguir estudios de posgrado.

Ahora bien, el rector ha propuesto que el actual sistema de 5 años se convierta en 4+1. Esto quiere decir, que la UN garantizará que los estudiantes que terminen su fase de 4 años podrán hacer una especialización de un año al mismo costo de la matricula del pregrado. Es decir, los estudiantes de estratos más bajos tendrán acceso a los posgrados, y por esta vía a una más alta formación académica, a una más elevada acumulación de capital humano, a mejores oportunidades laborales (mayor empleabilidad) y a mejores niveles de ingreso. Además, muchos de estos estudiantes tendrán mayores posibilidades de seguir estudios a un nivel más alto, maestrías y doctorados. Una verdadera revolución para la UN y para el país. Una reforma a favor de la equidad, y esto es democracia real, no es carreta.

Es posible que esta transformación de 5 en 4 + 1 no se pueda hacer en todos los programas, por ejemplo, medicina, algunas ingenierías, etc. Sin embargo, no por eso hay que oponerse a que la reforma se aplique a un buen número de los programas. Las comunidades académicas de profesores y estudiantes tienen que comprometerse con su estudio y debate, deponiendo los prejuicios contra el rector (La "Tasa Tobin" para penalizar a los capitales golondrinas, y propuesta por un economista ortodoxo, James Tobin, se ha convertido en una bandera de la izquierda mundial), y la Reforma Académica, ejerciendo su mayoría de edad, a lo Kant, con la fuerza de los argumentos.

Además, es evidente que si los estudiantes pueden hacer una carrera de 5 años en 4, el costo por estudiante graduado seria mucho menor, en un 20%, a grosso modo, en un estudiante ideal. Pero ese mismo estudiante haría una especialización en año adicional. Es, decir el ahorro en un lado se convierte en un costo por el otro lado, mientras la UN renuncia a unos ingresos mayores que generarían las especializaciones, que en la práctica se están sacando del mercado. En términos generales, el ahorro no es el objetivo, pero las ganancias en eficiencia y una mayor generación de capital humano serian inmensas, al igual que en oportunidades para la vida de los sectores más pobres de la población.

La posibilidad de que amplios sectores de la sociedad colombiana puedan acceder a los primeros niveles de los estudios de posgrado, a través del pregrado, es un factor más que acelerará la desmonopolización del conocimiento por unos pocos. Además, en las sociedades donde el conocimiento es cada vez más importante, la crítica y las demandas por una sociedad más abierta y democrática son derivados sociales, que se convierten en prerrequisitos para que en esas mismas sociedades pueda existir la búsqueda del conocimiento, que solo puede florecer con mentes abiertas y libres para pensar y que puedan, materialmente, dedicarse a esas actividades. La viabilidad de la democracia moderna descansa cada vez más en la clase media educada y numerosa.

La propuesta de la rectoría es estratégica para la UN así como para la sociedad colombiana. Sin duda alguna, el desarrollo y el crecimiento económico de las sociedades modernas están ligados al conocimiento. Los países que pretendan ser viables económica, social y políticamente en el futuro, no lo podrán hacer sin que tengan un sistema educativo fuerte y autónomo para producir conocimiento, hacer desarrollo experimental con el mismo y convertirlo en innovaciones tecnológicas, productivas, etc. La mejor manera de enfrentar los peligros de la globalización, en cuanto a la educación y a la universidad colombiana, es apoyándonos cada vez mas en la ciencia y la tecnología, y en la formación de capital humano que le da contenido a las dos.

Sin duda alguna, los programas académicos de pregrado de la UN son los mejores del país. Así ha quedado demostrado con los resultados de los exámenes de estado ECAES: Los estudiantes de la UN ocuparon 145 primeros puestos de 500. En consecuencia, la opinión publica colombiana, a través de los medios, lo han reconocido en editoriales y comentarios. No es poco. Este giro significa una reconciliación del país con la UN, en una relación que hasta ahora había sido muy problemática. Además, estos resultados son un llamado para que la clase dirigente se comprometa, sin dudas, con el desarrollo y la preservación de una institución que es patrimonio de todos los colombianos.

* Profesor Titular, UN Medellín

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