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abcdespañol: el juego de la lectoescritura

Javier González escribe para Semana.com sobre el 'abcdespañol', un innovador y exitoso sistema de alfabetización desarrollado por él y que utiliza como principal herramienta para enseñar el juego.

Semana
26 de febrero de 2002

Seis años después de su edición, plenamente reconocido el valor didáctico del abcdespañol, participé, como autor, en el Primer Simposio de Renovación Educativa en 1988, año centenario de la muerte de Don Bosco. Mi ponencia la denominé: EL JUEGO: una forma natural de organizar el conocimiento.

Hoy, febrero de 2002, continúo en el maravilloso mundo del juego... del juego didáctico. Un juego es diferente de un juguete. Todos los juegos, para que sean tales, tienen características comunes: son libres, autónomos, pueden repetirse, exigen un orden. Y un juego didáctico tiene ingredientes claramente determinados; reglas internas muy bien estructuradas y propósitos fácilmente evaluables.

Estos tres aspectos, presentes en el "abcdespañol", han permitido que éste sea el Juego de la lectoescritura utilizado en procesos de alfabetización en 8 países (Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala y República Dominicana). Los maravillosos resultados en los proyectos nacionales, motivaron a la Coordinación Educativa y Cultural Centroamericana- CEEC- a ampliar su aplicación a la Educación Primaria, para atender el problema de la repitencia en el primer grado escolar por fallas en el aprendizaje de la lectoescritura y la matemática (para matemática también diseñé un juego didáctico). El proyecto ya cubre 4 países de Centroamérica y este año (2002) se hará la edición para Costa Rica y Panamá, con el apoyo del gobierno de Taiwán.

Sus ingredientes conforman el complejo didáctico para el aprendizaje de la lectoescritura en un promedio de 80/120 horas (jugando 1 hora por día) mediante una colección de 49 fichas plásticas impresas por ambas caras, con diseño de encaje que permite la auto evaluación inmediata; 10 plantillas-problema, programadas según principios lingüísticos básicos; 2 cartillas complementarias, de acuerdo con las dos etapas de aprendizaje específicamente diseñadas para aplicar con el juego.

Las reglas internas permiten que el juego desarrolle las capacidades que exige el quehacer colectivo y las cartillas permiten la aplicación individual de los descubrimientos logrados en el trabajo grupal. Este juego contiene códigos que orientan el aprendizaje bajo los principios de la teoría del conocimiento. No permite saltos, todo está conectado dentro del método, pues al fin y al cabo, método es camino y los caminos deben ser luminosos, amables, claros y sobre todo: deben conducir a un sitio determinado, al objetivo o propósito al cual se desea llegar.

Y no sólo se llega al aprendizaje de la lectoescritura; su diseño y su dinámica promueven valores básicos, enmarcados en la gran perspectiva de Aprender a Aprender. Las personas aprenden a su propio ritmo; la actividad lúdica elimina el miedo, que ha sido un gran obstáculo para la participación libre y efectiva de los adultos iletrados. La técnica de su uso es replicable con mucha facilidad sin peligro de sufrir alteraciones en su esencia, factor que favorece el empoderamiento por parte de la comunidad. Hay sectores y barrios en donde los propios vecinos se organizan como alfabetizadores y adonde acuden los iletrados con alegría y confianza. Esto permite una acción sostenible, dentro de los cuatro pilares de la Educación: Aprender a Conocer; Aprender a Hacer; Aprender a Convivir y Aprender a Ser. Así lo expresan las evaluaciones realizadas dentro de las comunidades que gozan aprendiendo con esta metodología.

El impacto social producido en varios sectores y regiones en donde se aplica la metodología, me promovió como miembro vitalicio de Ashoka, organización internacional que apoya a Emprendedores Sociales. Motivó la invitación y selección por parte de la Universidad de Harvard para mi participación en el Seminario "Hacia una Cultura de la Comprensión" . También impulsó mi nominación para el Premio del Emprendimiento Social de la Fundación Schwab, en donde recibí un reconocimiento colectivo por hacer parte de los 40 finalistas a nivel mundial. Tal reconocimiento se realizó dentro de las actividades del Foro Económico Mundial, celebrado recientemente en Nueva York.



"Como un juego" perfil de Javier González publicado en Revista SEMANA