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Unos a marchar, otros a correr

Como dato curioso, en la carrera un participante puso en su camiseta con pintura negra la frase: Santos Farcsante. Desentonaba y agredía el ambiente de alegría de los sobrevivientes.

Semana.Com
4 de abril de 2016

La marcha anti Santos y anti paz no fue ni el éxito anunciado de millones en las calles, ni el desastre previsto en medios, círculos cercanos y en el propio Gobierno. Las marchas fueron masivas en Medellín y Cartagena. En Bogotá, la Plaza de Bolívar se llenó con todo y paraguas dada la intensidad de la lluvia. En las demás ciudades se apreciaron movilizaciones más o menos densas que se adelantaron sin restricciones, como corresponde en una sociedad que se abre al disenso y busca profundizar la democracia.  Las marchas existieron.

Algunos en el primer círculo del Presidente deben construir estrategias que atiendan el descontento de los que salieron a gritar sus reclamos.

Al día siguiente de las marchas, con una mañana dominguera de sol bogotano, salimos en homenaje a las 11.483 víctimas de las minas antipersonal, en la 5ta edición de la carrera “Presta tu pierna” apoyada por la embajada de los Estados Unidos y por organizaciones que trabajan el tema. Vinieron 78 sobrevivientes civiles de Zambrano, Bolívar, Tumaco, Nariño, de Algeciras, Huila, de Caquetá, etc., que reclamaron que falta mucho para garantizar sus derechos de ser atendidos integralmente al tiempo, que clamaban por el fin de las minas. Corrieron y caminaron sin odio. Celebraron que en el 2015 se redujo el número de víctimas por minas registradas en el país. Se sumaron a la petición del Papa Francisco que desde Roma en su misa dominical en la Plaza de San Pedro hizo referencia a la paz y a celebrar el 4 de abril como el día mundial de lucha contra las minas. Bien por los sobrevivientes, bien por el Papa.

Como dato curioso, en la carrera un participante puso en su camiseta con pintura negra la frase: Santos Farcsante.  Desentonaba y agredía el ambiente de alegría de los sobrevivientes y de quienes estábamos allí tratando de cumplir la meta. En estos eventos, unos tratan como en un bazar de vender su brillo, otros sus miserias y otros ambas.

Durante la carrera, en un intento de disipar el cansancio imaginaba cómo a los involucrados en la mesa de La Habana les tocará correr para alcanzar la meta del acuerdo final. Así las FARC y el Gobierno tengan diferencias, sus voceros están urgidos por el país a cerrar los acuerdos. De su agilidad depende el éxito de este esfuerzo.           

Igualmente ni el Gobierno ni el ELN pueden permitir que se alargue la fecha de instalación formal de la mesa. De lo contrario, el positivo anuncio de iniciar la Fase Pública puede pulverizarse por la confrontación armada que según lo anunciado mantendrán mientras se conversa y desarrolla la agenda. No hay que olvidar que los hechos de violencia le caen como anillo al dedo uribista que señala aquí y allá con el fin de destrozar la confianza sobre la forma como se busca el fin de la guerra por parte del Gobierno.

Correr de manera segura, sin desesperarse, mantener el ritmo para conseguir el objetivo, tener en frente la ambición de las mayorías nacionales que han expresado su opinión en favor del fin del conflicto es la tarea del momento para el Gobierno y las guerrillas.

@alvarojimenezmi

ajimillan@gmail.com

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