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En Caquetá: del CVY al CVU

Se demostrará una vez más, que a Colombia le hace tanto daño la dirigencia politiquera institucional que hemos tenido, como la larga confrontación armada con las guerrillas.

Semana.Com
19 de octubre de 2015

Caquetá es uno de los mayores retos para el país en materia de posacuerdo, construcción de paz y desarrollo. Y lo es no sólo porque las FARC han tenido y tendrán una presencia en los años futuros, sino adicionalmente porque buena parte de la política institucional y sus dinámicas sociales están cargadas de elevadas dosis de corrupción institucional y de presión armada.

Gobernantes en especial de Florencia y del nivel departamental están en la cárcel o muertos por corrupción y ajustes derivados de lo mismo. Algunos de los candidatos actuales han salido de la cárcel en medio de lo que para muchos son inexplicables decisiones judiciales. Sumado a esto, la violencia y la presencia de las armas en la política son una constante en la mayoría, por no decir todos los 16 municipios que componen el departamento. En medio de esta sombría situación hay luces.

Para muchos habitantes y organizaciones en Caquetá, la Iglesia Católica y la Universidad de la Amazonia son de las pocas instituciones en la región que no están envueltas en hechos de corrupción y que navegan en medio de este ambiente con dignidad acompañando intereses colectivos.

En el caso de la Universidad de la Amazonia, su rector Leónidas Rico lo define en una frase: “lo que hicimos fue pasar del CVY: cómo voy yo, al CVU, cómo le va a la Universidad”. Y con esta frase como emblema, Leónidas educador reconocido y líder social y educativo por décadas, ha logrado elevar la calidad educativa e impulsar doctorados y maestrías, en una universidad que si bien parece pequeña, es de alto impacto para el futuro de la protección de la biodiversidad, el desarrollo de conocimiento e investigación sobre el material biológico apreciable y los desarrollos de industria extractiva en la región. Hoy desarrolla la sede del Yarí de dicha universidad, lo que significa contar con un actor académico fuerte para el desarrollo educativo, con raíces e historia regionales en la etapa del posacuerdo y construcción de paz territorial que tanto se mencionan luego de la firma de los acuerdos entre el Gobierno y las FARC.

Por ello hoy: “Todos quieren con la Universidad de la Amazonia”. El rector Leónidas reelegido hace sólo un año y medio se ha convertido en un obstáculo para los intereses politiqueros de varios interesados, entre ellos el excongresista Luis Antonio Serrano, hoy candidato a la Gobernación, quien siempre ha deseado poner la Universidad, sus equipos y presupuestos al servicio de su acción politiquera y quien a través de otros busca la salida del rector Leónidas con el argumento de que esta próximo a cumplir 65 años de edad. Por ello, él y sus aliados están moviendo cielo y tierra para buscar que el consejo directivo le exija la renuncia al rector. ¿Qué buscan? Manejar la universidad en el posacuerdo. Dice la fábula departamental que al Caquetá le llegarán millones de dólares y muchos de ellos a la Universidad. Ello explica la puja en todos los espacios de poder y la guerra sorda que hay allí entre viejos y nuevos aliados del presidente Santos.

El Ministerio de Educación ha emitido un primer concepto desde su oficina jurídica. En el mismo, deja abierta la puerta a la renuncia del rector Leónidas por el cumplimiento de sus 65 años este 29 de Octubre.

Este concepto esta en contravía y por tanto en clara violación de un fallo emitido por la sala de lo contencioso administrativo sección quinta del Consejo de Estado que indica lo contrario.

Si a la politiquería regional se le mezcla la ‘elegante’ politiquería del poder bogotano, la perspectiva de construcción de paz territorial en Caquetá que no significa otra cosa que construcción de Estado y democracia, se verán aún más distantes que hoy. Se demostrará una vez más, que a Colombia le hace tanto daño la dirigencia institucional politiquera que hemos tenido, como la larga confrontación armada con las guerrillas. Y esto es mucho decir para un departamento como Caquetá, que ha sido víctima como ninguno otro de la presencia de las FARC y de la guerra en su territorio.

Sabremos la catadura real de la ministra y el gobierno Santos con la decisión que tomen, porque la calidad educativa es más que el discurso y las becas. También es tener administradores calificados, identificados con su región y con el proceso de construcción de paz que va mucho más allá de la firma, como bien repiten Humberto de la Calle y el alto comisionado Sergio Jaramillo, líderes del proceso de construcción del acuerdo que pondrá fin a la guerra con las FARC.

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