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¿Apareció un PC3?

Al leer la semana pasada las revelaciones de una infiltrada que logró hacer el curso de generales, se me vino a la cabeza la novelesca tesis de Plinio

Semana
17 de noviembre de 2007

Si apareció, no estoy hablando de una nueva generación de computadores. Se trata de una tercera generación del partido comunista que dizque pretende tomarse el poder infiltrando el establecimiento por las buenas.

Cuando en mayo de este año entrevisté al periodista y escritor Plinio Apuleyo Mendoza, a propósito de la edición de su libro El regreso del idiota, califiqué de novelesca su tesis de que un movimiento llamado PC3, que traduce Partido Comunista Colombiano Clandestino, estaba penetrando el establecimiento por instrucciones de las Farc. "La lucha política de la guerrilla se trasladó a las ciudades. A los mamertos tradicionales del partido los dejaron de lado y desde hace siete años actúan los miembros del PC3, cuya primera instrucción es no dejar conocer su filiación ideológica ni política. No son unos tipos primarios sino gente de cierto nivel. Se ganan la vida por su propia cuenta y deben infiltrar todos los estamentos y los medios de comunicación. Son tipos formados a los que se instruye para que no se dejen ubicar".

Plinio es un excelente conversador, aunque sus posiciones extremas de izquierdista converso a veces lo hagan aparecer como un derechista zafado, (como los ex fumadores: ¡qué tipos tan cansones podemos llegar a ser!) Plinio es de los que cree que cualquiera que no piensa como uno es un infiltrado de la izquierda y que la izquierda, a su vez, en cualquiera de sus manifestaciones, es una careta de las Farc. Eso jamás le ha quitado su carácter de inofensivo.

Pero con la conspiración de los PC3 esta vez sí pensé que nuestro personaje, uno de los más caracterizados ideólogos de derecha, se había descachado. Y que durante su estadía como embajador en Portugal de pronto había sufrido una metamorfosis que lo dejó ubicado en una franja lunática en la que habitan los que creen que todo el que le pasa a uno por el lado puede ser un guerrillero camuflado.

En la misma entrevista, me dijo que había PC3 "tranquilamente infiltrados en 'El Tiempo', haciendo titulares". Y que en SEMANA también. "Allí, los PC3 suministran informes aprovechando la codicia informativa, la primicia… El anzuelo de los PC3 en los medios es la primicia. También hay PC3 en el DAS, la Procuraduría, la Fiscalía, la Rama Judicial, la Policía y las propias Fuerzas Militares…".

Muerta de la risa le conté al presidente de SEMANA, Felipe López, la tesis de Plinio sobre la infiltración de la revista. Y recuerdo perfectamente que me contestó algo que me dio aun más risa: "Pues si hay infiltrados en SEMANA, deben ser de derecha, porque allá todo el mundo es izquierdista".

Plinio también desarrolló su tesis de los PC3 en un artículo más extenso que publicó hace poco en 'Lecturas Dominicales', por el cual se hizo merecedor de una nueva tanda de burlas.

Pero al leer la semana pasada las revelaciones de que una infiltrada de las Farc logró hacer curso elite de los generales, codearse con la cúpula militar, empresarios y magistrados, inmediatamente se me vino a la cabeza la novelesca tesis de Plinio. ¿Será que…?

El caso de Marilú Ramírez llena a la perfección su perfil de un PC3: nueve semestres de comunicación social y dos de derecho, de los que pasó a vender seguros jurídicos en la Brigada de Florencia en plena zona de distensión, y de allí a infiltrarse en el Ejército hasta convertirse en alumna del Cidenal, curso de ascenso de coroneles de las Fuerzas Armadas a generales, donde conoció información privilegiada que compromete la seguridad nacional y compartió la vida social de generales y empresarios. ¡Hasta la contrataron en la cárcel de La Dorada para tramitar las quejas de los presos!

Pero este fin de semana se reveló que no sería la única infiltrada. 'Sandra' se infiltró en una guarnición del Valle vendiendo afiliaciones para asistencia judicial de militares. Otra infiltrada de las Farc fue jefe de prensa de una unidad militar en Bogotá. Una tercera aplicó para un cargo similar en una guarnición de Caquetá. Y otra entraba como Pedro por su casa a la Escuela Militar con un carné de prensa falso.

Las órdenes de estas infiltraciones obedecen a las instrucciones del jefe guerrillero Carlos Lozada, según el computador que le incautaron las Fuerzas Militares. En él se lee que "en medio del reclutamiento de civiles para mostrar la mejor cara de los militares, se da el mejor campo de acción de penetración". Plinio asegura que este modus operandi "para la toma del poder a través de las elecciones y no de las armas" se lo cranearon 'Alfonso Cano' y 'Raúl Reyes', y que tiene el apoyo de los círculos bolivarianos.

¿Será, ante la evidencia, que tenemos que comenzar a tomar las teorías de Plinio más en serio?

ENTRETANTO… ¿Llegará el día en el que la Navidad empiece a mediados de junio?

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