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APORTES A LA TROMPOFILIA

Semana
11 de septiembre de 1989

Hace varias semanas, en uno de esos dias en que los columnistas no tenemos tema, y nos sentamos con terror frente a la voracidad de la hoja en blanco, escribi aqui mismo un pequeño tratado sobre el juego del trompo, que esta resucitando en todo el pais.
Al final de aquella cronica pedí a los lectores que me ayudaran con los sinónimos que tienen en las diferentes regiones nacionales las palabras relacionadas con ese juego en las tierras cordobesas del Sinu, de donde provengo.
Con un cariño que se les nota a leguas, y que les ofrece a ellos también, como a mí, la oportunidad de volver por un rato a los alegres años de la infancia, numerosos colombianos se tomaron el trabajo de enviarme su contribución al Pequeño Diccionario Trompológico ilustrado, que estamos recopilando para proceder a su publicación posterior.
De manera, pues, que les agradezco de todo corazón sus colaboraciones. Y aprovecho la ocasión que me brindan, como dicen los ciclistas cuando hablan por radio, para que ampliemos el diccionario de modo que adquiera un caracter auténticamente nacional. Al fin y al cabo, un trompo es la nostalgia en movimiento, es la infancia dando vueltas, es la vida con un clavo grueso.

CASCALLAS Y HECHIZO.
Carta de Cali. La firma el abogado Gustavo Franco Hernández, boyacense, por lo que se nota.
Envía los siguientes términos y voquibles para el Pequeño Trompológico:

CASCARILLA (Adj. calif.): dícese del trompo que brinca como pisando hormiga o bailando joropo.
Término del Norte de Boyaca, y equivale al "charrasco" de San Bernardo del Viento.
CHIQUINQUIREÑO: el doctor Franco lo llama el objeto más bello que ha fabricado el hombre.
La más grande ilusión de un niño boyacense. Un trompo chiquinquireño era el mejor regalo que los promeseros nos traían de regreso de su romería a la ciudad de la Virgen".
HECHIZO: trompito criollo, pobre, nativo, tallado en cuasco, naranjo, guayacán u otro palo muy resistente. Humilde pero noble trompo. El muchacho más grande de la escuela, en Somondoco, cambia su hechizo por el mecato ajeno.
HERRON (Sust. masc.): clavo del trompo. Equivale "espigón" costeño. El pueblo, en los límites entre Boyacá y Santander, no pronuncia " herron", sino "ron", en una curiosa contracción de esta palabra, que quizás no era sanforizada. Por eso se menciona el "ron de hacha" para cobrar los golpes secos, llamados "quines", y también el "pico de garza", que se usaban, según las circunstancias, como la variedad de palos de los goltistas.
QUIN (Sust. masc.): golpe que da el trompo ganador al perdedor.
Cuando el " quin", es tan certero que el "herron", se hunde hasta la empuñadura, el perdedor quedó "en estado de mamar" (Boyacá y parte de Caldas).
PUCHADOR:equivale
a la "mona" del Sinú. Trompo viejo y maltrecho que el perdedor pone, en lugar del bueno, para que se den gusto los ganadores. Su destino es el mismo destino triste del chivo expiatorio.

"JUGAMOS UNA CALLE?". Waldo Urrego, el consagrado y renombrado actor de teatro y televisión, me escribe una emocionada nota: Soy trompófilo invencible.
En Cumaral, un pueblo del Llano, durante la Semana Santa, todos los hombres, grandes y chicos, juegan al trompo. Es una tradición. ¿Cuando nos echamos tu y yo una calle?.

EN EL HUILA.- "Soy un viejo madrugador - escribe Mario Paredes, desde Neiva- quiero contribuir al crecimiemto del Pequeño Diccionario Trompológico". Aporta estos términos:
SEREQUE: en el Huila es el trompo que brinca sin casta ni nobleza. Equivale al "charrasco" costeño y al "cascarilla" de Boyacá.
DORMILON: lo contrario. Suave bailador. Como una seda. Es el "serenito" de los pueblos cordobeses.(también se usa "dormilón" en Santander y Cundinamarca).

QUINES: equivale al "quin" boyacense y santandereano, y al "quiñeo" costeño. Golpe certero que da el trompo ganador al vencido. El verbo es "quinar" o "quiñar".

ASTILLAS PARA EL BUQUE: es la misma "bolaña" sinuana: pedazos de madera que pierde el trompo vencido por los golpes del rival. Qué bello nombre.

EN TIERRAS DE SANTANDER.
" Nací en el barrio Girardot, de Bucaramanga, y mi primer trompo lo compré donde la señora Georgina. Le envío mi contribución para el diccionario que todos esperamos" (Alvaro Villalobos).

BORRACHO: Trompo que cabecea de un lado para otro, generalmente por tener el "ron" muy grande. ("Sereque en el Huila, charrasco en la Costa, cascarilla en Boyaca).

TATARA, TATARETO: trompo que salta mucho al bailar ("zarandeto en el Sinú).

HACHA: en Santander, trompo grande, pesado, basto. No se usa para bailarlo sino para cobrar "quines" o "quiñazos". Es un ventajista asqueroso.

PAGADOR: el que alguna vez habia sido joven y bello. Usado para recibir los golpes de los vencedores. ("Mona" en el Caribe colombiano, llamado tambien puchador en Caldas y Boyacá).

Hay muchas, hermosas cartas más. Luis Fernando Rodríguez Díaz, de Bogotá, me recuerda que una "calle es la distancia acordada de antemano para el juego.
La cancha, mejor dicho. Guillermo Jaramillo R., de Medellín, me envía versos y adivinanzas sobre la trompología.

Dios les pague a todos por colaborar. El único que falta es Argos, que se ha hecho el de la oreja mocha...

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