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Apoye. No castigue

El 26 de junio las Naciones Unidas celebra el día internacional contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas.

Semana.Com
20 de junio de 2014

Durante esta fecha se celebra y reafirma la guerra contra las drogas y sus resultados como una muestra de la determinación y tenacidad de los Estados en la búsqueda de una sociedad internacional libre de estas sustancias. 


Sin embargo este festejo es problemático no solo por sus radicales expresiones en algunos países, sino principalmente por la falta de sentido que tiene elogiar los resultados de una política ineficaz y altamente costosa en términos de derechos humanos para quienes consumen drogas.

Un ejemplo extremo ocurre en China, en donde se suele celebrar el 26 de junio ejecutando personas que fueron detenidas por tráfico de drogas. Por ejemplo, en 2004, la Comisión de Derechos Humanos de la ONU hizo un llamado urgente para evitar que docenas de personas sentenciadas por delitos relacionados con drogas fueran ejecutadas como conmemoración de esta fecha. Sin embargo, en este y otros países asiáticos esta práctica se ha mantenido vigente en el tiempo.

Pese a esto, lo que verdaderamente resulta irrazonable es celebrar los resultados de una política que ha fracasado globalmente. Así lo sugiere el último informe mundial de la ONU sobre las drogas al revelar que el número de consumidores ha aumentado levemente a nivel mundial, que los consumos dependientes y abusivos de droga se han mantenido estables, que aumentó estrepitosamente el número de nuevas sustancias psicoactivas de carácter sintético, que se han creado nuevas rutas de tráfico de estas sustancias, que la superficie mundial de cultivo de coca ascendió y que ante el alto número de incautaciones de cocaína en Colombia su mercado se ha ido desplazando a otros países.

Pero la guerra contra las drogas no solo es una política fracasada, sino que además ha sido la causa de múltiples violaciones de los derechos humanos alrededor del mundo y ha afectado principalmente a las personas que libremente deciden hacer uso de estas sustancias.

Por esta razón la sociedad civil ha iniciado una campaña global para darle un nuevo significado al 26 de junio, convirtiéndolo en una fecha no de celebración sino de concienciación sobre los daños causados por esta política sobre las personas que usan sustancias psicoactivas. “Apoye. No Castigue” es una iniciativa global que a través de actos culturales, marchas pacíficas, mensajes de apoyo de celebridades y líderes políticos, y la recolección masiva de fotografías y videos, eleva un mensaje claro a los gobiernos del mundo a favor de la reforma a las políticas de drogas y de la superación de su enfoque represivo.

Este año el mensaje de apoyar y no castigar a los usuarios de drogas llegará también a Colombia. En nuestro país, según un estudio de Dejusticia, los consumidores de drogas son cotidianamente víctimas de abusos policiales y muchas veces son condenados penalmente como traficantes de estupefacientes sin que medie una prueba suficiente de su culpabilidad. Además el énfasis estatal en combatir la oferta de drogas y su escaso apoyo presupuestal a la prevención y atención del consumo, han dado lugar a centros de rehabilitación clandestinos en los que se cometen, en el nombre del tratamiento, actos de tortura, violaciones sexuales y actos discriminatorios contra mujeres, población LGBTI, habitantes de calle y personas con VIH. 

No hay entonces razones para celebrar pero sí muchas para reflexionar sobre la necesidad de superar una política de drogas ineficaz, costosa y poco respetuosa de los derechos. Los consumidores de drogas no son ciudadanos de segunda. Son sujetos de derechos y el Estado, en lugar de reprimirlos, tiene el deber de protegerlos sin discriminación alguna. Por eso el próximo 26 de junio también diré Apoye. No castigue.

* Investigador del Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad, Dejusticia (www.dejusticia.org).

Twitter: @JParraNorato

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