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El conejo que quiere hacerle Cárdenas a la Paz

¿Por qué el Ministro Cárdenas y el Partido Conservador le quieren hacer concejo a las regiones más pobres del país?

Ariel Ávila, Ariel Ávila
25 de mayo de 2016

Todo parece indicar que el Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, no sólo quiere pasar a la historia como uno de los ministros más cuestionados por temas de corrupción al llevar una racha de 12 años de cuestionamientos: estuvo en el escándalo de Dragacol, luego Reficar y ahora de Isagén, con las subastas de uno. Además, fue el encargado de repartir toda la mermelada de los cupos indicativos para las elecciones de 2014; es decir, un digno representante del Partido Conservador. El Ministro también quiere pasar a la historia como el hombre que le hizo conejo a las regiones más pobres del país y que más han sufrido el conflicto armado y la violencia en general.

La semana pasada en la votación del acto legislativo para la paz, por medio del cual se crean los instrumentos jurídicos para la implementación y el desarrollo normativo de los acuerdos de paz, el Partido Conservador, sin aclarar nada, ni debatir, se sumó a la postura de Cambio Radical y el Centro Democrático. Básicamente estos tres partidos no sólo se van a convertir en obstáculo para aprobar este acto legislativo, sino que se han ensañado contra el artículo tres, el cual fue incluido por el Partido Verde y busca crear un Plan de Inversión para la Paz.

La situación es la siguiente. La gran diferencia del actual proceso de paz entre el gobierno y las FARC, con los procesos de paz anteriores como los del M-19, la Corriente de Renovación Socialista o el EPL, es que esta vez se contempla o se buscará superar las causas estructurales del conflicto. Esto significa que habrá un postconflicto nacional, donde se trabajaran los temas de estatuto de la oposición, reformas electorales, reformas legales a la participación política, institucionalidad para temas de tierras y nuevas formas de interlocución entre el gobierno nacional y la oposición. Pero también existirá un postconflicto regional, es decir, se deberán hacer inversiones importantes en las zonas más afectadas por el conflicto armado. Se destacan la formalización de la propiedad, construcción de vías terciarías, fortalecimiento institucional, llevar proyectos de desarrollo rural y distritos de riesgo, entre otros.

Este postconflicto territorial deberá priorizar las zonas más afectadas por la confrontación armada, esto quiere decir que se deben priorizar municipios. Colombia tiene un poco más de 1100 municipios, de ellos, aproximadamente 281 han vivido con más fuerza y de manera directa el conflicto armado. Es decir, este grupo municipal es el que debe priorizarse. Corresponde a cerca del 24% del total de municipios del país, también tiene una superficie cercana al 40% del total del territorio nacional, pero sólo vive un 16% de la población del país. El siguiente mapa muestra la ubicación de estos municipios donde se clasifican en niveles de vulnerabilidad frente a probabilidad de nuevas olas de violencia una vez se firme la paz, y a la capacidad institucional de esos municipios y departamentos para asumir los nuevas retos del postconflicto.

Como se ve en el mapa, las zonas más pobladas no han sido tan afectadas por el conflicto armado, por ejemplo Cundinamarca, Boyacá y las 7 principales ciudades del país. Lo que esto significa es que si no hay una priorización que se establezca en el marco de los acuerdos de paz, esa plata se irá para las zonas más pobladas donde hay más votación y las cuales se encuentran sobre representadas por políticos, en su mayoría corruptos. La otra posibilidad es que la plata no aparezca y se prioricen otras inversiones. En todo caso aun apareciendo se deben tomar medidas para que estos recursos no se pierdan en corrupción.

En estos 281 municipios, la institucionalidad es débil, los mercados internos legales y las veedurías ciudadanas son escasos y frágiles. Es decir, allí como lo dijo la Senadora Claudia López nos toca construir Estado, mercado y ciudadanía. Por ello, es que se incluyó en el acto legislativo un artículo que prevé destinación de recursos para esas zonas. El artículo tres establece que:

“El Gobierno Nacional durante los próximos veinte años incluirá en el Plan Plurianual de Inversiones del Plan Nacional de Desarrollo, un componente específico para la paz priorizando los ciudadanos y las entidades territoriales más afectadas por la pobreza rural, las economías ilegales, la debilidad institucional y el conflicto armado. Estos recursos serán adicionales a las inversiones ya programadas por las entidades públicas del orden nacional y territorial y se orientarán a cerrar las brechas sociales, económicas e institucionales en dichas entidades territoriales”

Lo que pasó la semana pasada es que el Partido Conservador ante los ojos de toda Colombia se alineó al lado del Cambio Radical y el Centro Democrático, quienes están buscando sacar este artículo y nuevamente dejar estas zonas pobres en la miseria y hacerles conejo. Al indagar con los Conservadores, todos los congresistas señalaron al Ministro Cárdenas y además algunos compañeros de gabinete. La pregunta es, ¿por qué el Ministro Cárdenas y el Partido Conservador le quieren hacer concejo a las regiones más pobres del país?

Lo de Cambio Radical y el Centro Democrático ya se sabe, se oponen a la paz, no les gusta, ya que varios de sus militantes saben que si hay paz deben pasar por La Jurisdicción Especial para la Paz y devolver la tierra despojada. Además, ellos quieren los recursos para zonas pobladas donde los Char o los Cotes puedan contratar, es decir, esas familias que gobiernan la Costa Atlántica y que han hecho de la política un negocio.

Lo del Partido Conservador podría tener la misma explicación, pero llama la atención que uno de los Ministros que ha manifestado públicamente apoyar la paz y estar alineado con  el gobierno ahora quiera sabotearla por debajo de la mesa. Si estos tres partidos se unen en plenarias, el artículo sería sacrificado.