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El cinismo de Iván Duque… mejor le explico

El actual proceso de paz entre el Gobierno nacional y las Farc es, por lo menos, 100.000 veces más trasparente que el que hicieron los paras con Álvaro Uribe Vélez, el jefe único de su partido. Así que, como decía mi abuelo, senador: tenga un poquito de sangre en la cara.

Ariel Ávila, Ariel Ávila
15 de junio de 2017

Tenía un buen concepto de Iván Duque, de hecho, en varias ocasiones expresé lo importante que era tener un opositor como él, ya que sus críticas permitían construir y no destruir. El control político es parte fundamental de cualquier democracia saludable. Sin embargo, una buena cantidad de uribistas consideran a Duque un liberal muy parecido al presidente Santos, situación que ha llevado a que él sufra una radicalización ridícula y fantasiosa, con la que el precandidato del uribismo ahora tiende a ser más uribista que Uribe en su afán de lograr la nominación del exmandatario.

En unos vanos intentos que a veces parecen un mal chiste, el senador Iván Duque ha caído en una sarta de mentiras que desconocen toda la larga historia del director vitalicio del Centro Democrático. Entonces, para evitar que él mismo se siga ridiculizando y destruya el prestigio que hasta ahora ha construido, le quiero recordar algunos datos de su jefe Uribe a ver si de esta forma deja de meter la pata.

  • El cese bilateral al fuego entre las Farc y el Gobierno ha sido un rotundo éxito; en casi un año solo se produjeron cinco incidentes. Y si hacemos un ejercicio comparativo, en la República Democrática del Congo los incidentes se cuentan por decenas y centenas de muertos, solo en marzo hubo un incidente que dejó 70 muertos, de los cuales 30 eran niños. Pero la comparación también la podemos hacer en Colombia, en el caso de la desmovilización paramilitar, liderada precisamente por el director de su partido, Álvaro Uribe Vélez, además compañero suyo de bancada. En 2002, dos meses después de la posesión de Uribe como presidente, las AUC anunciaron un cese unilateral al fuego porque era la única condición que Uribe les exigió para sentarse a negociar. En teoría, muy bien, pero ¿sabía usted, señor Duque, que desde esa fecha de inicio de las negociaciones con los paramilitares hasta la desmovilización del último bloque paramilitar, las AUC mataron más de 2.500 personas y cometieron no menos de 40 masacres a civiles? Entre sus víctimas estuvo el profesor Alfredo Correa de Andreis, quien fue acribillado en 2004, cuando Uribe cumplía dos años de gobierno. Al parecer, la orden salió del DAS cuando el director era Jorge Noguera, y no olvide, señor Duque, que Noguera fue director de la campaña Uribe presidente 2002 en Magdalena y era muy cercano a Jorge 40.
  • Usted que habla de que al Estado colombiano se lo tomó el narcotráfico debido al aumento de los cultivos de hoja de coca; no obstante, señor Duque, le quiero recordar que dos edecanes presidenciales del director de su partido están presos por narcotráfico y uno de ellos, el general Santoyo, fue extraditado a los Estados Unidos. Así mismo, la cuñada de Uribe también está presa en los Estados Unidos por narcotráfico y, hace poco, hasta confesó su cercanía con el cartel de Sinaloa. La verdad, señor Duque, es que ustedes, los del Centro Democrático, no tienen autoridad moral para hablar de narcotráfico. Es difícil encontrar un ejemplo que iguale el entramado mafioso del Gobierno Uribe: ¿dos edecanes presidenciales? ¡Ese récord no lo iguala mucha gente!

  • Sobre la dejación de armas de las Farc, que tanto ha criticado en las últimas horas, le quiero recordar, senador Duque, que los paramilitares entregaron 0,6 armas por desmovilizado; es decir, casi la mitad de los paramilitares no entregaron las armas, y como ejemplo le pongo al Cacique Nutibara, el bloque paramilitar al mando de alías Don Berna que entregó al 60 por ciento de sus paramilitares desarmados. Muy diferente al actual proceso de paz con las Farc, que está entregando un arma por guerrillero y a esto le suman la entrega de las caletas. Sobra recordarle, senador, que los paras nunca entregaron las caletas de ellos, y las de Berna, por ejemplo, hoy siguen usándose para controlar los barrios periféricos de Medellín.

  • En la misma línea de comparar procesos, senador, recuerde también este par de datos que demuestran los maniqueos de su jefe: la agenda de negociación con las Farc fue totalmente transparente, los colombianos nunca conocimos la agenda de negociación en el proceso con los paramilitares. Uribe insiste continuamente que en el proceso de desmovilización que él lideró les exigió a los paras entregar sus riquezas legales e ilegales para la reparación, usted sabe, senador Duque, que los paras no entregaron ni el 2 por ciento de los bienes que tenían para reparar a las víctimas; con las Farc se contempla la entregará de la lista completa de sus bienes.

  • Y ya como para cerrar, no olvide, senador Duque, que en la negociación de los paramilitares con el Gobierno Uribe, y en pleno cese unilateral al fuego, los paras hicieron pactos políticos con los que intentaron controlar todo el país. En el Cesar, por ejemplo, obligaron a renunciar a varios candidatos a la Gobernación y solo dejaron competir a Hernando Molina, de la casa de los Araújo; en Magdalena solo se lo permitieron a Tino Luna; y en Casanare tuvieron 6 de los 19 alcaldes. Y así existen muchos ejemplos más.

En resumen, señor Duque, no sea cínico. El actual proceso de paz entre el Gobierno nacional y las Farc es, por lo menos, 100.000 veces más trasparente que el que hicieron los paras con Álvaro Uribe Vélez, el jefe único de su partido. Así que, como decía mi abuelo, senador: tenga un poquito de sangre en la cara.

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