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Petro y los periodistas

¿Tiene razón el alcalde al declararse víctima de los medios de comunicación?

Armando Neira, Armando Neira
14 de abril de 2015

El caso de la joven July Paola Salas, que se coló en Transmilenio y luego ofendió a un uniformado en una estación del sistema de transporte masivo de la capital, le sirvió de base a Gustavo Petro para mostrarse como víctima de los medios de comunicación. “A #PaolaSalas la matonearon los medios sólo porque tenía un carné de la Bogotá Humana”, escribió en su cuenta de Twitter el alcalde y generó uno de los temas de mayor audiencia en las redes sociales este martes.

Es cierto que la relación Petro-periodismo ha sido muy difícil estos tres años. Es posible que en los medios no estemos sintonizados con parte de la agenda pública que él propone, como por ejemplo la defensa del agua, la protección del medio ambiente, el hecho de que en la ciudad no haya niños que mueran por desnutrición y que tengan la opción de estudiar -ahora con refuerzos académicos los sábados- y la posibilidad de asistir a conciertos de diversas expresiones artísticas en su mayoría gratuitos, entre otros logros que deberían tener a diario mayor visibilidad. Los indicadores de reducción de pobreza y cobertura en educación y salud siguen marcando la misma tendencia positiva iniciada desde el gobierno de Jaime Castro, hecho que rara vez es noticia.

También es verdad que hay periodistas, muy influyentes y con altos niveles de audiencia, que detestan a Petro y que se muestran obsesionados en transmitir sólo informaciones negativas. En respuesta Petro no les habla, no los atiende, y desaprovecha así unos formidables instrumentos para multiplicar su propuesta de Gobierno. Y, por si fuera poco, no soporta el debate, la sana crítica, y quien lo hace corre el riesgo de ser descalificado y agrupado como miembro de una “mafia” que lo “persigue” por ser un “hombre de izquierda”.

Un segmento importante de la prensa hace énfasis en su falta de ejecución y en su alta improvisación. Petro se defiende con un argumento sólido: personalmente frenó en seco la contratación porque esta estaba en manos de los herederos de los carteles que durante la administración de Samuel Moreno saquearon hasta el mínimo peso.

Tal vez el conflicto se ha agudizado porque la prensa de una ciudad tiene la mirada puesta en la marcha de esa ciudad. Y Petro, se sabe, tiene intereses más allá del Palacio Liévano. De hecho, este martes también escribió en su cuenta de Twitter: “Blindar con aforo los candidatos de la derecha para el 2018 y abrir camino para inhabilitar a los alternativos. ¿Será ese el camino de la Paz?”

Y mientras él pone la lupa en la reforma constitucional del equilibrio de poderes, que se discute en la Comisión Primera del Senado, los periodistas de Bogotá miran el insoportable trancón, la caótica movilidad, la sensación de inseguridad. Una de las más recientes decisiones del alcalde con respecto a la movilidad fue el cambio de sentido del carril oriental de la carrera 11. Semana.com fue a comprobar a la misma hora en que Petro se declaraba un perseguido de los medios cómo andaba la cosa. Un bus SITP tardó 46 minutos de la carrera 15 con calle 106, a la calle 100 con 11. ¿Casi tres cuartos de hora en diez cuadras? El conductor y los pasajeros iban desesperados, la 11 era un caos, la ausencia de autoridad era evidente... y Petro ofendido en el Twitter con los periodistas.

¿Podría un ciudadano de este mismo sector movilizarse por otros medios? ¿A pie? Basta echarles un vistazo a las fotos de los andenes tomadas durante el mismo recorrido que están al final de este texto. ¿Entonces? ¿Cómo sería la relación alcalde-prensa si éste se dedicara exclusivamente a tratar de resolver los problemas urbanos?

Resulta de verdad una paradoja que el alcalde de la Bogotá Humana, que pregona el amor como bandera, tenga tantas dificultades para seducir a sus ciudadanos. Antonio Caballero, una de las voces más independientes del periodismo colombiano, escribió de él en SEMANA: “Pero como tiene muy poco que mostrar como resultado de esa Alcaldía caótica, hecha de arrogantes desafíos megalomaníacos y de discretos pasos atrás –en la recolección de las basuras, en los contratos del transporte, en los colegios, en la seguridad callejera, en un detalle tan folclóricamente revelador como el absurdamente multimillonario alquiler de una máquina tapahuecos que no tapa los huecos–, ha decidido desquitarse haciendo caer todo el peso de su arbitrariedad sobre quienes menos pueden defenderse”.

*Director de Semana.com
Twitter: @armandoneira



Andén del sector sur de la calle 100 entre carreras 15 y 11.


Andén del sector sur de la calle 100 entre carreras 15 y 11.


Andén del sector occidental de la carrera 15 con calle 105.


Andén del sector occidental de la carrera 15 con calle 105.