Pretelt, en caída libre

Jorge Ignacio Pretelt Chaljub es uno de los protagonistas de la información de este lunes en el país. Desde varios frentes le surgen nuevos escándalos que lo ponen en una situación aún más crítica que aquella en la que estaba la semana pasada, cuando debió dar un paso al costado en su cargo de presidente de la Corte Constitucional. Aunque hay que partir de su presunción de inocencia, es difícil que logre volver a su puesto como si nada hubiera pasado: tráfico de influencias, mentiras, vínculos con paramilitares. Parece el prontuario de un vulgar delincuente y no de uno de los guardianes de la Constitución.

De paso, su caso ha salpicado al exmagistrado Rodrigo Escobar Gil, quien está en mora de dar explicaciones públicas. En su columna de SEMANA, actualmente en circulación, Daniel Coronell revela que Escobar Gil, quien tenía un contrato de asesoría jurídica con Fidupetrol, fue el intermediario en el caso del soborno de $500 millones para redireccionar una tutela.

“¿Es cierto que usted acompañó al doctor Jorge Pretelt –le preguntó Coronell a Escobar Gil– a una entrevista con el diario El Tiempo?”  Y respondió con una media verdad: “Estimado Daniel, en El Tiempo no he estado con el doctor Pretelt”. Le insistió, “No en El Tiempo sino en una entrevista para ese diario. ¿Lo acompañó usted?”. Tras un cruce de correos, por fin, admitió que sí, que lo había acompañado a una cita con la periodista María Isabel Rueda.

Precisamente en esa entrevista Escobar Gil le mintió a María Isabel, por lo que ella le reclamó: “Yo le pregunté si usted era abogado de la compañía y me respondió tajantemente que no. No tuvo usted la delicadeza de aclararme que sí lo había sido, caso en el cual no debería haber estado en una reunión en la que se preguntaba por un soborno supuestamente ofrecido y/o pagado por una exclienta suya”.

Este lunes, El Espectador reveló lo que contó Mauricio González, el magistrado que sacó a la luz el supuesto soborno, ante la Fiscalía. El diario contó que en febrero del 2014, después de una Sala de la Corte, su colega Jorge Pretelt lo invitó a almorzar. González aceptó y cuando estaban en los parqueaderos de la Corte le comentó que también iría Escobar Gil. En el almuerzo, en el restaurante La Table de Michel, en la Zona G de Bogotá, el inesperado convidado mencionó el caso Fidupetrol y detalló que la situación financiera de esa firma estaba muy complicada por el fallo de la Corte Suprema de Justicia. En ese momento González no le dio mayor importancia al asunto, pero, como se han desarrollado los hechos, la transmitió a las autoridades por elemental suspicacia. Es como si hubieran estado preparando el terreno para lo que se vendría con el soborno.

El Tiempo, por su parte, reveló que un predio ubicado en Turbo, Antioquia, que aparece como propiedad del Pretelt Chaljub, es reclamado por desplazados que aseguran haber sido víctimas de los paramilitares de Freddy Rendón Herrera, el ‘Alemán’, jefe de las temibles Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Es un feudo que hoy parte de la hacienda La Corona. Es decir, se trata de un pleito en el que de una parte están decenas de familias que reclaman sus tierras porque las abandonaron o vendieron por presión de escuadrones de la muerte, y del otro, el expresidente de la Corte Constitucional.

Y, por si todo esto no fuera suficiente, Noticias Uno precisó que Jesús Ignacio Roldán, alias ‘Mono Leche’, el hombre que asesinó a su jefe Carlos Castaño, también le dijo a la Fiscalía que el encargado de presionar al dueño para que vendiera esas tierras en las AUC era un sujeto con el alias del ‘Burro’. En el 2009, como postulado al programa de Justicia y Paz, ‘Mono Leche’ aseguró que el magistrado Pretelt compró la finca La Corona. El ‘Burro’, según el noticiero, le dijo a la víctima que si no vendía él, lo haría su viuda.

Estas, pues, son las acusaciones hechas contra Pretelt en cuestión de horas. Será la justicia la que dictaminará su inocencia o complicidad. Por ahora, ante la opinión pública, nadie habla de las jurisprudencias que ha dictado desde su altísimo cargo, sino de sus posibles infracciones al código penal.

*Director de Semana.com
@ArmandoNeira