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¿Sirve el Día sin carro?

¿Qué logran los habitantes de Bogotá con una nueva prohibición este miércoles?

Armando Neira, Armando Neira
21 de abril de 2015

Este martes tiene dos noticias llamativas de movilidad. Una en Colombia y la otra en Japón. Ambas abordan uno de los problemas más complejos de los tiempos modernos: ¿Cómo desplazarse? ¿Cómo disminuir el tiempo para ir de un lugar a otro? Se trata de una cuestión que afecta especialmente a las grandes urbes. De hecho, se dice que Los Ángeles, en Estados Unidos, tiene la mejor radio del mundo para atenuar el desespero de los conductores que en ocasiones tardan hasta tres horas en sus recorridos diarios.

La información local pasa por la jornada del Día sin carro que se realiza mañana miércoles en Bogotá. La decisión del alcalde Gustavo Petro obliga a dejar en el parqueadero 1’200.000 vehículos particulares y 400.000 motos, entre las 5 de la mañana y las 7:30 de la noche. Los ciudadanos que habitualmente utilizan estos medios, ¿qué encontrarán a cambio? 402 kilómetros de la red de ciclorrutas, en vía y sobre andén, así como de 63 kilómetros de carriles tipo ciclovía habilitados temporalmente durante la jornada. Además de toda la flota del Sistema Integrado de Transporte Público –los buses azules y el TransMilenio–, que suman en total 9.299 buses.

Petro defiende la jornada en coherencia con su programa político y en línea con una invitación a ser más creativos. Él sabe que el deterioro del medio ambiente –la calidad del aire, entre otros– es uno de los grandes enemigos de la humanidad. Si no se actúa a tiempo, los riesgos de una catástrofe son inminentes. De ahí que proponga ser recursivos y buscar soluciones. “Continuamos dando prioridad al peatón y al ciclista, por ese camino mueren menos personas en la ciudad”, se lee en su cuenta de Twitter.

Sin embargo, sus críticos consideran que a Petro le fascina más aparecer en provocadores titulares que resolver los problemas reales. Así, por ejemplo, Juan Carlos Flórez invita a la reflexión: ¿Han mejorado las alternativas para la movilidad de los ciudadanos durante la administración Petro? El concejal cree que no. Y cita hechos: todos, absolutamente todos los indicadores de TransMilenio durante su alcaldía se han ido en caída libre; los andenes no son una prioridad, no aparecen en el Plan de Desarrollo, son una vergüenza, y el sistema público de bicicletas no se ha licitado.

Así, según su opinión, sin mejoras en los andenes, ciclorrutas y TransMilenio, es natural que los ciudadanos para transportarse busquen medios distintos, como el carro y la moto. Para Flórez, la jornada roza la línea de populismo: se muestra como un alcalde moderno, gana aplausos de algunos sectores, pero no mejora el transporte público.

El argumento de Flórez es compartido por las mayorías. Según la encuesta de Bogotá cómo vamos, el 75 % de los bogotanos considera que la movilidad ha empeorado en la ciudad durante la administración Petro.

Además, ¿otro día sin carro en el mismo semestre? Eric Britton, estadounidense, radicado en París y creador del Día Mundial sin Carro, ya había planteado que para que esta jornada fuera exitosa el Distrito debería utilizar “más imaginación”, porque, de lo contrario, la ciudadanía perdería el entusiasmo y no obtendría los resultados esperados.

La otra noticia de movilidad que llama la atención hoy proviene de Japón. Según informan las agencias internacionales de prensa, el tren japonés de levitación magnética alcanzó en su última prueba 603 kilómetros por hora, durante casi 11 segundos. ¡603 kph! El maglev (magnetic levitation), que la operadora Central Japan Railway planea tener operativo en el 2027, supera así su propia meta de 590 kilómetros por hora alcanzada hace cuatro días y se pone por encima de los prometidos 600.

El tren de alta velocidad, dicen los medios internacionales, se mantendrá en pruebas durante al menos 12 años, y entonces la velocidad operativa que espera alcanzar con pasajeros será de un máximo 505 kilómetros por hora. En la última prueba ya transportó a unos 29 técnicos e ingenieros.

La ruta inicial por donde literalmente “volará” este tren será desde Tokio a la ciudad de Nagoya (286 kilómetros), que el tren bala hace actualmente en 100 minutos, muy lento para los japoneses. Se busca que haga el recorrido en apenas 40 minutos. Para el 2045, el transporte espera unir la capital con Osaka en apenas una hora y siete minutos, la mitad de lo actual. La empresa constructora utiliza para sus trenes de levitación imanes superconductores a una temperatura de menos 273 grados centígrados, con lo que logra anular la resistencia eléctrica e incrementar la velocidad.

Entretanto, aquí en Bogotá seguimos atascados en los trancones de la 68, la 30, la séptima, la calle 100, por mencionar sólo unos puntos en donde el velocímetro marca 5 kilómetros por hora. Y se discute, otra vez, un nuevo estudio del metro porque las cuentas actuales no cuadran. Mientras gravita una pregunta con múltiples respuestas: ¿Sirve el Día sin carro?

*Director de Semana.com
Twitter: @armandoneira

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