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Bogotá mejora su seguridad

Es llamativo el aumento de satisfacción de los ciudadanos con la Policía; los que se han sentido bien atendidos por ella han pasado del 44 al 53 por ciento.

Semana
11 de octubre de 2008

Mucho se ha hablado y escrito durante las últimas semanas sobre el deterioro de la seguridad en Bogotá. Pero no hay tal. Eso no corresponde a la realidad. De hecho, la seguridad en Bogotá no sólo NO se ha deteriorado, sino que durante los últimos ocho meses ha mejorado en muchos aspectos. No obstante, por alguna razón que me resisto a creer que tenga que ver con la sustancial reducción del gasto en publicidad por parte de la actual administración distrital, algunos medios de comunicación han optado por insistir en que la situación se deteriora y por magnificar cuanto suceso violento ocurre en la ciudad, adjudicándole de inmediato la responsabilidad al Alcalde. Así, la sensación de cualquier ciudadano desprevenido, derivada de la mera exposición a los medios, es que la seguridad en Bogotá es una catástrofe. De hecho, algún medio impreso se atrevió a afirmar recientemente, contra toda evidencia y en contravía de todos los estudios comparativos internacionales, que Bogotá es la ciudad más violenta de Latinoamérica.

Insisto, no hay tal. Una relativa mejoría de la seguridad es la principal conclusión que se saca de la reciente encuesta de criminalidad y victimización realizada por la Fundación Seguridad y Democracia. Para empezar, disminuyó la victimización directa. En efecto, el porcentaje de personas que declararon haber sido víctimas de algún delito descendió del 12,1 por ciento en 2007 al 11,8 por ciento en 2008. Este porcentaje es inferior al promedio de las otras cinco ciudades importantes del país, que es del 14,5 por ciento. Además, en Bogotá también descendió el porcentaje de personas que declararon haber sido testigos de la comisión de algún delito, al pasar del 14 por ciento al 12 por ciento en el transcurso del último año.

Simultáneamente, también ha descendido a la mitad la utilización de armas de fuego en la comisión de delitos, al ubicarse en el 16 por ciento de los casos, mientras que el promedio urbano nacional es del 50 por ciento de ellos. Es de resaltar el aumento de la seguridad en los centros comerciales y en el transporte público: en los primeros bajaron los robos del 29 por ciento al 10 por ciento, y en el segundo, del 13 por ciento a sólo el 3 por ciento. Preocupa que las residencias hayan pasado del 9,7 por ciento al 31 por ciento como lugares donde ocurren los robos.

Uno de los hechos más significativos que muestra dicha encuesta es el aumento de la denuncia de los delitos por parte de los ciudadanos ante las autoridades. Esa denuncia pasó en sólo un año del 17 por ciento al 45 por ciento de los casos, un incremento de 2,5 veces. Lo cual hace mucho más diciente el hecho de que al comparar los primeros ocho meses de 2007 y 2008 se haya reducido el número de los delitos de más alto impacto: homicidio -2 por ciento, hurto a personas -22 por ciento, hurto a comercio -41 por ciento, hurto de vehículos -8 por ciento. Esto es lo que explica que en esta encuesta el porcentaje de personas que creen que Bogotá es "segura" y "más o menos segura" haya subido del 36 por ciento al 38 por ciento y que el de los que la estiman insegura haya bajado del 63 por ciento al 61 por ciento, cifras que en todo caso representan un avance, no un retroceso.

También es llamativo el aumento de satisfacción de los ciudadanos con la Policía; los que se han sentido bien atendidos por ella cuando la han requerido han pasado del 44 por ciento al 53 por ciento, y aquellos a quienes un policía les inspira confianza subieron del 45 por ciento al 48 por ciento. En adición, los que consideran que la corrupción en la Policía es "baja" subieron del 16 por ciento al 22 por ciento, y los que estiman que esa corrupción es "alta" descendieron del 46 por ciento al 28 por ciento. Pero aun más interesante ha sido el repunte de la Alcaldía como la institución en la que los bogotanos más confían por su gestión en el tema de la seguridad ciudadana, comparada con la Fiscalía y la Policía. En efecto, en el último año la Alcaldía duplicó sus niveles de confianza entre los ciudadanos al pasar del 15 por ciento al 34 por ciento, superando a las otras dos instituciones, luego de ubicarse en el segundo lugar el año pasado. Esto es consistente con el hecho de que quienes califican de "buena " o "excelente" la gestión del Alcalde en el manejo de la seguridad subieron en el último año del 35 por ciento al 57 por ciento.

En resumen, lo que se escucha y se lee en los medios sobre el deterioro de la seguridad en Bogotá no corresponde a la realidad objetiva ni tampoco a la percepción que los bogotanos tienen de la evolución de su propia situación. ¿Por qué será? Esta es una pregunta interesante para los veedores y los analistas de medios de comunicación. Nuestras cuentas y la opinión de los bogotanos dicen otra cosa.
 

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