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¡Cadena perpetua para los aforados corruptos!

Dentro del proyecto de Constituyente proponer la implementación de la cadena perpetua para los aforados corruptos, sin que medie beneficio alguno a su favor y así paguen sus fechorías cometidas en el ejercicio de sus cargos.

Uriel Ortiz Soto, Uriel Ortiz Soto
21 de septiembre de 2017

La asamblea nacional constituyente sería el camino y mecanismo más idóneo para reformar los tres poderes públicos que regulan nuestro Estado de Derecho, ya que todos se encuentran permeados por la corrupción.

Dentro del proyecto de Constituyente proponer la implementación de la cadena perpetua para los aforados corruptos, sin que medie beneficio alguno a su favor y así paguen sus fechorías cometidas en el ejercicio de sus cargos.

Es inconcebible que quienes dirigen y aspiran dirigir los destinos del país antes de pensar en prestar un buen servicio a sus conciudadanos inicien su carrera política, judicial o administrativa, cabalgando en el potro brioso de la corrupción.

No pasa día sin que se destapen hoyas podridas en las entidades del Estado, o escándalos por contratos alegres, sin el lleno de los requisitos legales, que fueron planeados al fragor de las campañas políticas, con el atractivo de la mordida por delante, anzuelo para captar votos.

Queda una vez más demostrado que las leyes, decretos y resoluciones, que se han dictado en todas las instancias del Estado, para combatir la corrupción, no pasan de ser un saludo a la bandera; a través de nuestras columnas hemos insistido en que se promueva una ley con el fin de institucionalizar la cátedra de principios y valores, pero han sido intentos fallidos.

Los organismos de control con la Fiscalía a la cabeza, que tratan de hacer el trabajo de moralizar la administración pública, se encuentran en buena parte maniatados por los regionales y municipales, que les obstaculizan sus funciones, puesto que son entes más de figuración burocrática, que de control fiscal.

Con debido respeto por el señor procurador, el referendo no es el mecanismo idóneo para frenar la corrupción, hay que acudir al del constituyente primario, puesto que los males del país son tan graves, que considero, es el turno para que los ciudadanos decidan en las urnas, la reforma política, judicial y administrativa, que el país con urgencia reclama.

Ninguno de los tres poderes públicos, moralmente, estaría habilitado para participar y debatir el proyecto de la constituyente, puesto que sería darles la oportunidad de acomodarse nuevamente a las circunstancias de modo, tiempo y lugar, de esa forma continuar robándose el País, como vergonzosamente lo están haciendo.

Aunque suene duro la propuesta de implantar la cadena perpetua para los aforados corruptos, considero que millones de colombianos, nos acompañarán en esta iniciativa.

urielos@telmex.net.co

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