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El Honorable Representante ‘Bayron’

Las víctimas no llegarán al Congreso pero victimarios como ‘Bayron’, responsables de hacer abortar a niñas en las Farc, ya tienen asegurada su curul. ¿De qué paz estamos hablando?

José Manuel Acevedo M., José Manuel Acevedo M.
2 de diciembre de 2017

Al deplorable circo de esta semana en el Congreso de la República por cuenta de las 16 circunscripciones especiales sólo habría que contrastarle un hecho para entender por qué la paz así, no es paz: mientras los parlamentarios fueron incapaces de implementar los ajustes para garantizarle una representación real a las víctimas del conflicto armado, la exguerrilla tendrá 5 curules en el Senado y 5 en Cámara porque frente a ello no hubo ni objeción ni falta de quórum ni debate por las mayorías necesarias. El Congreso corrió para aprobarles su cuestionada representación, al mismo tiempo que los afectados directos por la violencia de los últimos 50 años se quedaron viendo un chispero.

Y es que aunque el presidente del Congreso, el doctor ‘Fincho’ Cepeda -experto en democracia transaccional- diga que el proyecto de las circunscripciones sí fue aprobado, habrá vacíos que los de siempre sabrán aprovechar para quedarse con esas curules y no existirá garantía de que las víctimas legítimas sean quienes lleguen al parlamento.

Entretanto las Farc, que tuvieron la oportunidad de dejar de llamarse así para evitar la evocación de tantos años de horror y, sin embargo, no lo hicieron, terminaron de desafiarnos todavía más a los colombianos con la confección de unas listas al Congreso en las que haber ordenado y cometido muchos crímenes era requisito sine qua non para estar ahí.

De esta manera, candidatos como el comandante ‘Bayron Yepes’, exjefe de organización del Bloque Oriental del Estado Mayor, tienen prácticamente asegurada una chanfa en el Legislativo. ‘Bayron’, consentido del ‘Mono Jojoy’, era a la vez uno de los encargados de controlar la reproducción sexual en las filas de la guerrilla y varias mujeres, entonces niñas menores de edad, recuerdan con horror el desempeño de sus funciones.

Una de ellas habló hace unos meses con Noticias RCN. Tenía ocho meses de embarazo cuando el jefe ‘Bayron’ conoció su caso y le pidió que se fuera al hospital de la guerrilla para que “le solucionaran eso”. Según el testimonio de la joven, reconocido ya por las autoridades judiciales, “él (Bayron) nos obligó a ir al hospital del campamento. Yanira, ‘la nana’, me aplicó droga dos días para matar al bebé y como no se moría, me rompió la fuente pa’ que se ahogara y como ni así se murió, nació al otro día y ellos lo dejaron desangrar. El bebé murió desangrado por el ombligo y ya; lo enterraron por ahí”, cuenta entre lágrimas la exguerrillera.

Mientras esta víctima de violencia sexual sin precedentes pasa sus días con un trauma psicológico difícil de superar, su agresor es premiado con una curul y elevado a la categoría de ‘padre de la Patria’. En unos meses dejará de ser el hombre que obligaba a abortar a las mujeres en las Farc y se convertirá en el Honorable Representante ‘Bayron’. ¿Habrá derecho a tanta impunidad?

Es verdad que la Corte Constitucional aceptó el hecho de que las Farc pudieran participar en política aún sin haber cumplido su sanción, ¿pero tendremos que aceptar también, como sociedad, el hecho de que quienes representen a la guerrilla sean los peores criminales de sus filas? ¿Nos obligarán a quedarnos callados ante estas afrentas a riesgo de seguir siendo tildados de “enemigos de la paz”? ¿Qué se hicieron las defensoras de los derechos de la mujer y de los niños que tendrían que estar exigiéndole a las Farc que retiren de su lista al tal ‘Bayron’? Insisto: ¡Esto no puede llamarse paz!

Twitter @JoseMAcevedo